Dos

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   Camino lentamente hasta entrar en uno de mis restaurantes favoritos, Anthony's Pizza. Al momento de abrir la puerta suena una campana que da aviso de mi llegada. Todos me quedan mirando como si trajera conmigo seis personas muertas a mis espaldas pero luego siguen en lo suyo. Una canción suena de fondo para ambientar el lugar dándole un toque más cálido, Don't Cry. La música de Guns N' Roses siempre me ha llamado la atención no por ser famosas ni nada, sino por sus toques de Blues en algunas canciones como Yesterdays. El ayer no tiene nada para mí.

   Me siento en una mesa para dos que está situada a la ventana que da a la acera y le pido la carta a un joven mozo que pasa a mi lado.

-Aquí tiene-Me pasa una que tenía guardada en uno de los bolsillos de su elegante delantal blanco.

   Bueno, creo que voy a encender la mecha que detonará una guerra en mi mente para poder decidir qué es lo que quiero cenar. Suena raro pero hasta eso puede ser algo complicado para uno y mucho más cuando tienes tantas alternativas sabrosas que elegir. O tan solo soy yo el que simplemente no sabe decidir rápidamente ante una propuesta más fácil de lo que parece.

-¡Alex! El gran pensador ¿Cómo has estado?- Se me acerca Anthony, dueño y cocinero del restaurante y además un gran amigo de mi familia.

-Bien, yo creo-Me levanto para darle un gran abrazo-¿Cómo va el negocio?

-Así me gusta pensador, un abrazo muy cariñoso. Todo va bien, las ventas han mejorado desde que el invierno ha llegado a Nueva York, a la gente le apetece una sabrosa Pizza con champiñones y queso parmesano o una exquisita Lasagna Boloñesa para disfrutar en este ambiente.

-Eso es algo muy bueno, pero dime ¿Quién se puede resistir a tus sabrosas recetas?

-Pues nadie, es imposible-Se enrolla sus bigotes en su duda en tono de vergüenza combinada con orgullo.

-¿Lo ves? Eres el mejor.

-No digas eso... ¿Ya decidiste que es lo que quieres?

   Me siento nuevamente y examino detenidamente la carta que me presenta dudas en mi cabeza, no bastarían más.

-Creo que quiero la pizza tradicional, y como ingrediente extra quiero champiñones.

-Siempre ha sido tu ingrediente favorito, lo pedías cuando venías con tu madre y tenías tan solo 5 años-Anthony siempre saca a flote al menos un recuerdo de mi infancia cuando conversamos.

-Tú lo has dicho.

-Te la traeré de inmediato-Se marcha mientras arregla la corbata de moño que trae puesta.

   Desde niño que vengo aquí, para ser preciso cuando el restaurante se estaba inaugurando. Esa vez pedí una Lasagna con unos panes de ajo y una Sprite para refrescarme. Eran momentos en donde mi comunicación con mi madre era única, especial, y ahora se esfumó como si nada. Era el tipo de relación en donde lo que yo quería lo tenía.

   Creo que estoy cansado de ser la misma persona de siempre, el que no cambia, el que no hace nada para remendar lo que hace; aunque en verdad lo intento pero los resultados dan pena. Creo que me odio a mí mismo. "A nadie le gustas, todos te dejan, todos se divierten contigo" (Homecoming, Green Day).

-Aquí está tu pedido querido pensador, la soda corre por cuenta de la casa, una Sprite, tu favorita-Anthony deja la pizza con delicadeza en mi mesa.

-Gracias.

-De nada.

-Pero, oye...

-Dime.

-No me digas así, tan solo me gusta Alex.

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