Tres

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La nieve ha dejado de caer en la ciudad. Al parecer la noche se me ha hecho más larga de lo que parecía prometer cuando comenzó a oscurecer.

Cojo mis llaves y meto la necesaria en la cerradura para entrar sin hacer demasiado ruido.

-Hey, tan tarde que llegas, estaba preocupada-Es mamá, que abraza a una Amanda dormida en su hombro derecho.

La luz de la televisión apenas me permite percibir el rostro pálido de mi mamá que me mira con una preocupación alterante, que me llega a dar miedo. Desde su separación se ha preocupado el doble por nosotros y no crítico para nada eso, es lo justo.

-Ha sido una noche larga.

-¿Era Angie? Estoy segura que era ella-Dice Amanda levantando la cabeza demostrando un rostro lleno de energía y emoción.

-Hey ¿Acaso no estabas durmiendo?-Se pregunta mamá agachando el mentón para poder mirar sus ojos excitados ante mis palabras.

-No, tan solo no me gusto que la chica hubiera terminado con Billie Joe y por eso traté de dormir.

-Pero te perdiste el final.

-Ya lo vi antes, por equivocación-Amanda muestra un rostro de disculpas ante la furia de mamá.

-Diablos, nunca más veo una película contigo.

Y es ella siempre. Mi hermana es la que siempre comienza con las preguntas.

-No, no era ella, en realidad...

-No me mientas, era Angie-Mi hermana se levanta del sillón y se coloca frente a mí de puntillas para amenazarme con su tierno rostro ¡No es tonta y ya sabe cuándo miento!

-Amanda ya ve a dormir, es muy tarde-La regaña mamá.

-Bueno, buenas noches- Se despide y se va corriendo rápidamente a la oscura cocina.

-Y tú...

-¿Sí?

-No llegues tan tarde para la próxima o si no...

-No habrá próxima, lo sé te quiero-Le doy un beso en la mejilla y me encamino a las escaleras.

Como quisiera vivir en otro mundo en donde no existiera una madre que te espere hasta las 1:00 a.m. tomando un café para poder soportar el sueño que la agota y luego poder regañarte de todas las maneras que se le ocurran, todo eso sería un sueño.

-De seguro Angie te dijo algo acerca de su pasado junto a ti, no sabes cuantas ganas te tenía.-Dice Amanda mientras se come un sándwich de atún que acaba de preparar en la cocina.

-Ufff, no digas eso -Me detengo en el último escalón y le cierro el paso colocando mi brazo derecho sobre el pasamanos.

-Okey, pero no me trates como a una niña-Se saca el sándwich de la boca y me mira con un deseo profundo de golpearme.

-No hables con la boca llena.

-Uhhh, sí que eres molestoso a veces-Levanta los brazos sin dejar de masticar su aperitivo de medianoche y luego me esquiva para marcharse a su habitación.

-Si me sigues hablando así no te regalaré nada para tu cumpleaños-Digo con una sonrisa malvada entredientes mientras miro como se detiene, aprieta ambos puños y se da media vuelta hacia mí.

-Tú sí que sabes cómo controlarme.

-Tú lo has dicho-Cruzo los brazos y fijo mi mirada en su boca repleta de trozos de atún.

-No me hagas eso, lo he esperado todo el año-Dice mientras se limpia los restos de su sándwich.

-Lo pensaré, nos vemos-La dejo ahí en el pasillo con una gran incertidumbre.

-Espera-Me toma la mano y me mira a los ojos.

-¿Sí?

-Haré cualquier cosa, limpiaré tu habitación, te compraré un libro de esos que te gustan a ti, haré emmm...-Comienza a desesperarse.

-El regalo no es lo más importante-Entro a mi cuarto y le cierro la puerta en la cara. Al instante me la patea en señal de desagrado. Sonrío por esa pequeña y estúpida acción, yo hacía lo mismo cuando tenía su edad.

Cuando mi hermana nació, yo tenía tan solo tenía seis años. Ella era alguien especial para mí desde la primera vez que la tomé en mis brazos, desde cuando le cambié los pañales por primera vez, desde cuando le enseñé a montar la bicicleta y a leer y escribir, era mi hermanita pequeña. Ahora está convertida en toda una pre-adolescente con un serio problema en su cabeza, algo anormal a su edad.

Coloco un poco de música en mi equipo mientras me coloco el pijama. Suena Stairway To Heaven. Todo un clásico del rock que me ayuda a entrar en estado de relajación total. Estos momentos así me ayudan a dormir mejor, lástima que de vez en cuando los vecinos hagan fiestas hasta muy entrada la madrugada.

Apago la luz de la habitación rápidamente y me acuesto en mi cama sin quitar las cubiertas para taparme y sigo escuchando el solo de la canción en un volumen un poco más bajo. Miro por la ventana la luz que erradica de la luna que ilumina la oscuridad de mi cuarto.

"-Dicen por ahí que la música es la esencia del alma humana-Dice sin rascarse el mentón, cosa que ha hecho por los últimos dos días."

"-¿Tenemos alma? Creí que era un mito-Mis dudas al respecto crecían"

"-No, por ser más, no nacemos con ella. He visto animales con más corazón que un hombre"

"-¿Acaso no es aquello que conforma a un ser viviente? Todos tenemos una"

"-O al menos deberíamos tenerla. El alma es una aspiración a lo infinito, aquello que no se desprende de nosotros"

"-Es inmortal, sin principio ni fin ¿Cómo puedes decir que no nacemos con ella?"

"-Según Platón, el alma es aquello con lo que podemos alcanzar la ciencia, la realización del bien, la justicia, el razonamiento"

    ¿Es el hombre racionalmente correcto y justo?¿Nacemos con un alma o la desarrollamos a lo largo de nuestra vida?    


AnsiedadWhere stories live. Discover now