Cuarenta y Cinco

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   ¿Qué es lo que puedo divisar a simple vista? Muchas cosas que se escapan de lo nombrable. Sus reaccciones, graciosas y desesperadas,  reflejan lo más inesperado  del día.

—Jo... cabro...—La palabras del jefe se ven interrumpidas por un tos seca. Sus manos golpean el aire sin sentido ni dirección.

—Ya verás, so cabrona—La mano derecha se me acerca y me agarra fuertemente por los hombros—De aquí no te escapas, niñata.

—¿Ah sí? No lo creo—Forcejeo un poco, pero al ver que no resulta decido pisarle un pie con toda la rabia que me nace desde el fondo de mi ser.

   Unos gritos de dolor se mezclan en un ambiente en donde sombras sin rostro  pelean entre sí.

—Muy bien hecho—Susurro. Las bombas de humo que Kanz me pasó en último minuto si que dieron efecto. Los petardos no hubiesen sido suficientes.

   Los ágiles movimientos de mis compañeros los llevan hasta donde no te puedes imaginar. Ethan se las arregla para cortar la electricidad del recinto ( he ahí la razón de llevar alicates con punta, o como se llame) mientras todo comienza a arder a manos de Alectra. Kanz sigue lanzando un líquido negro ( dentro de los misteriosos bidones) en el cuerpo de todos los cabroncetes  perdidos en la niebla. Las mascarillas, ocultas entre las herrmaientas, también han sido de gran ayuda.

—Eh, ayúdame—Me pasa otro bidón, y al momento de abrirlo, empapo  a los que quedan con lo que parece petróleo.

—Esto les pasa por ladrones, so cabrones—Un segundo más y !bam! Alguien se me tira encima y me alcanza a hacer un corte con una navaja en el antebrazo izquierdo.—AHHH, salte de encima.

—¿Creias que te saldrías con la tuya, pendeja de mierda?—El jefe, en gloria y majestad, atesta un par de cortes más en mi ropa sin alcanzar el cuerpo. O eso creo

   Y no sé que hacer. Mis neuronas funcionan tan lento como una tortuga. Creo que soy un hombre automático que respira. Mis ancentros estarían muy decepcionados de mi... Soy una traidora de la braveza de mi familia.

—Pues claro...—Miro de reojo a Ethan mientras sostiene una buena botella en la mano. Su plan es magnífico—De hecho, sí que me he salido con la mia.

   Mi sonrisa se ensanchacuando mi amigo me saca a mi agresor de encima y me pasa la botella. Hora de jugar.

—Esto es lo que obtienes, mierdilla—Prendo el petardo dentro de la botella y se la inserto en el trasero. Lindo lugar para comenzar una fiesta.

—Lo lograste amigo. Nos hciciste enojar. Ahora nunca nos olvidarás—Grita Ethan desquitándose.

    Los gritos abundan a nuestro lado, pero luego se ven apagados al ser, el estúpido jefe, empapado por petróleo ( o lo que sea).

—¿Estás bien?—Su voz se siente suave ante tal locura.

—Mejor...

    Las neuronas otra vez.

—...que nunca—Concluyo.

—Eh, tenemos un problema—Alectra trae consigo las armas que nuestro amigo ha dejado por ahí botadas !Que tonto de su parte!

—¿Qué sucede? No veo que algo nos juegue en contra.

—Mmmm, no lo creo. La bodega esta sellada por donde la mires. Así no podremos quemarla—Su voz suena muy afligida, incluso más que la de hoy en la mañana al ser capturada por la policía.

—Mierda—Ethan enfurece y patea a uno de los punkies que se encuentra en el piso.

    Oh, me he dado cuenta que tengo cerebro.

—No todo está perdido...— Le susurro algo y al terminar, noto cómo su cara expresa fascinación.

—Creo que...—Se baja la mascarilla de esqueleto— es lo más genial que he escuchado!Pero no deja de ser una locura!

   Alectra le pasa un teléfono bastante rápido. Nuestro amigo le da indicaciones muy específicas a Kanz. Este parece haber entendido los detallesy la llamada termina. Lo supersónico viene en camino.

—Ustedes...—Oz no parece darse por vencido tan fácilmente— nos la pagarán.

—Creo que no estás en posición de decirnos eso, renacuajo—Ethan se despoja de las asquerosas manos que apenas le alcanzaban a sujetar el pantalón. POBRE HOMBRE.

—Ah, de seguro os creeis lo máximo, pero en verdad no sois más que basura.—Y eso ha sido todo. Fin del comunicado.

   Y, con más onda que nunca, nuestro carro aparece con la radio a tope. Fuck Authority suena hasta que pareciera reventarnos la vida (Sabía que la radio funcionaría en algún momento). Kanz me pasa unos explosivos bastante molones.

—Ha sido tu idea, así que harás los honores—Dicho esto arranca gozando de la música ¡Pennywise se disfruta así!

   La velocidad que  alcanza es suficiente para echar abajo la pared de la bodega. La mierda ha quedado expuesta.

—Bueno, él tiene razón. Hazte famosa—Me anima Alectra.

   Y, al retroceder el carro, entro cuidadosamente y dejo que lo demás fluya de acuerdo a mis ideas.

—...creo que estoy loca ¡Mira nada más en donde me he metido!

   Y la música sigue sonando más fuerte. Esta ves la canción cambia a Covers. Pennywise no para de darnos ritmo para enloquecernos. Dios bendiga al Punk.


https://www.youtube.com/watch?v=j5arZGgyGSc

https://www.youtube.com/watch?v=nfgz75limeo


AnsiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora