Cuarenta y Dos

3 0 0
                                    

   La comida siempre sienta bien cuando la compartes con tu familia. Esa es una de las tantas cosas que Papá mencionaba cuando yo no era más que una cría. Una niña que no entendía lo que eso quería decir.

   Te extraño, Papá.

—Vaya, esto no ha cambiado nada—Las viejas fotos son las que más vida tienen incluso cuando son olvidadas.—Los días eran eternos por esos tiempos.

   Ah, el viejo álbum de fotos. Tantas cosas que recordar no caben en simple papel. As fotos são como um avião de papel.

 —¿Recuerdas cuando todo era genial?— ¿Estoy loca? ¿Por qué le hablo a una fotografía?

      "—Las mejores cosas de la vida, no son cosas. Hay algo intangible mejor que ellas—Dice él mientras observa el bello  paisaje que posee uno de sus parques favoritos.

        —Es hora de seguir, hay mucho que caminar—Dice mi hermano abrochando los cordones de sus tenis. Luego, con mucho esmero, logra disfrutar todo lo que la vida nos regala.

        —En lugares como este puedes encontrar lo que nunca conseguirás en la ciudad.—Papá se estira con un esfuerzo nunca antes visto. El regocijo es su faceta notoria en este mismo momento— La paz, la soledad, el silencio..."

   Una tras otra, las fotos plasman los buenos momentos en aquel momento. Big Basin Redwoods State Park siempre fue - y creo que hasta el día de hoy- su lugar preferido para pasear. Luego también se convirtió en el mio.

   Los senderos sin dirección son nuestras vidas, decía él. Y también lo dice el reverso de este recuerdo estilo Polaroid que tanto aprecio. No siempre puedes recordar todo lo bueno.

    "—Miren, aquí es un buen lugar para que acampemos esta noche ¿no creen?—Pregunta Papá dejando caer su pesada mochila. Observa el entorno con una felicidad que seguramente debería quedar inmortalizada; así que, aprovechando el momento, le tomo una foto rápida 

     —Has caído en la máquina del recuerdo ¡Ahora no podrás hacer nada!—Me burlo mientras trata de quitarme mi obra de arte.

     — Joder, eso no es justo. De seguro que he salido babeando—Me persigue por todas partes hasta que me coge y me hace cosquillas en el suelo.

     —Jajajajaja. Basta, dañaras mis buenos recuerdos.—Me retuerzo con unas risas inquebrantables.

     —Hey chicos, miren allí.—Alex nos apunta algo confuso a la distancia.—No sé ustedes, pero iré a ver.

    —Esto es mío, ahora vamos a ver que es eso de lo que habla mi hermano.—Le quito la foto que me había robado anteriormente. Mi padre pierde esta vez.

    —He caído.

    Tras caminar sobre un sendero repleto de árboles bastante voluminosos, encuentro a un grupo de gente sacándole fotos al "Father of the Forest". Eso si que es algo que merece unas mil  al menos.

     —Joder—Dice Alex notando nuestra presencia— ¿A que no les gustaría un recuerdo con esta belleza?

     La gente disfruta cada minuto para poder tomar poses distintas bajo la sombra de uno de los árboles más magníficos del parque. La alegría no se queda atrás... y yo tampoco.

     — Pues claro, vamos  a hacerlo.—Me le acerco a una señora de no más de 50 años y le pido el favor. Su respuesta nos deja contentos a más no poder.—Solo tiene que presionar aquí y listo.

    —No hay problema.—Responde ella. Papá se acerca a "Father" y se agacha junto a su letrero informativo y se apoya en el. Alex se arrima al tronco y pone su más estúpida cara... y yo pues... salgo con un pie formando un cuatro y apoyada en el hombro de mipadre. Mis brazos y cara simulan confusión y alegría.

     Click."

    Y esa es una de los más preciados recuerdos que guardo hasta el día de hoy. La sostengo firmemente mientras el exterior se vuelve lejano !Cómo no querer volver a esos tiempos!

—Hey,Amanda—La puerta se abre lentamente.Detrás de ella, mamá se muestra despreocupada—Tengo que salir un momento. Tu hermano está durmiendo como un bebé.

—Me parece genial—Respondo escondiendo la foto.

—¿Qué tienes ahí?—Se me acerca lo suficiente como para notar— Venga, no me escondas nada.

—No es nada—Trato de evitar su mirada cuando encuentra la foto. La mira un par de segundos y luego me la devuelve.

—Bonito recuerdo. Se me hace tarde. Nos vemos—Me besa en la frente y se va antes de que cante un gallo.

—Hey.

—¿Sí?—Vuelve a abrir la puerta, pero esta vez solo se queda apoyada en ella.

—¿Puedo salir con Hayley?—Mi cara de pena es mi fiel amiga.

—Mmmm.

—Vaaaaamos, pooorfaaa.

   Tras un momento de silencio decide aceptar con la condición de que no vuelva tan tarde como aquella vez. Hemos vuelto a ganar.

   A vida é da cor que você pinta.





AnsiedadWhere stories live. Discover now