Veintiséis

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   Nada de perros. Nada de viejas con armas queriendo matarnos. Adios Ruf. Jajajaa. Ahora lo que tenemos es una fiesta que se viene de la polla cuando la música comienza a sonar en la casa. Algo de electro da la bienvenida a un público bastante aglomerado en una casa de lo que yo considero un palacio. Unas risillas por aqui y por allá. Todos parecen contentos y tranquilos (No cómo yo, que aun tengo las pulsaciones a mil) y se divierten. En primer lugar, el alcohol es el atractivo ideal para aquellos qu no soportan la idea de tener que sacar a su chica a bailar al centro de las "Pista de baile" ( o peor, encontrar a una con quien menear el esqueleto). En segundo lugar ¿Por qué todo el mundo se preocupa exclusivamente de las papas? ¿Acaso no hay otro aperitivo que les guste? Yo no iré a comprar ni de coña. Ya estoy metido en lo mio. Aunque eso signifique estar sentado en un rincón todo hediondo a pitillo barato saboreando el sabor de una cerveza Light.

—¿Pero qué es eso joder? ¿No habían para hombres acaso?—Replica Mike que le grita a unos tatuajes flotadores portadores de una sensual chica despavorida que le lanze algo de lo que hay por encima del mesón, cercano a una  serpiente enrollada en un muslo bastante delgado recubierto por mallas rotas al mejor  estilo gótico.

—Saben más bien de lo que puede esperar alguien como yo—Digo levantando las cejas en señal de resignación y tocando mi muslo incitandome a levantarme.

—Alguien como tú no ha probado esta exquisites proveniente de Missouri. "Bear's Beer".—Me ofrece la lata no sin antes  lanzar un ficticio beso volador a la muñeca gótica portadora de una linda rosa negra tatuada en su antebrazo derecho.

—No creo que sea mala.

—Si proviene de Missouri, es la leche.

   Tantos saltos por aquí, gritos por alla más la combinación de cerveza, a la  que le encuentro demasiado alcohol, me marea un poco. Me hace recordar escenas de un frío pasillo blanco al donde normalmente recurría ir entre miercoles y sábado. El lugar representaba cierto aire de tristeza, porque cada vez que la familia lo recorría significaba una gran decaída de mi abuelo. Las tensiones sobre el qué ocurriría con el eran grandes. Y no es que nos importara una buena tajada de parte de un pulcro testamento que dos años después mi abuela nos hizo llegar a cada una de las personas presentes en el. Nos importaba más el bien estar de mi abuela, quien sería la más afectada y por sobre todo cómo podría vivir entre cajas de medicamentos sin destinatario. Al final ella se fue a vivir con mi tía Irina hasta que la demencia ( la cual generó lesiones cerebrales bastantes considerables, incluyendo un tumor) la hizo descansar para siempre. 

   "—Acercate Alex, tengo algo que me gustaria compartir contigo—La voz anciana de mi abuelo parece raspar su garganta."

   "—Pues dime."

   "— No confío en tu tía Irina ¿Lo habías notado? Ella no es la persona que era antes y no creo que sea la indicada para pasar los ultimos días de la vida de tu abuela cuidandola"

   "—Sabes que no puedes cambiar su desición, si quiere irse con ella ya es un hecho. No puedes hacer nada—Digo lamentando ser tan duro con él."

   "—Si tan solo pudiera revertir todo esto, todo cambiaría"

   "—Tan solo no te culpes"

—¿Acaso no me oyes?—Dicce Mike agitando su palma en frente de mi cara. 

—No. Pero ahora si.—Sonrío al momento de abrir bien los ojos tomando atención de sus palabras.

—Te quería presentar a alguien especial—Se vuelve a buscar entre la multitud que ahora si que baila.— Hey chica, que vengas un momento.

   No creo que todas las chicas le tengan tanto cariño a mi amigo, pero sin embargo este cuerpazo (Debo admitirlo) le tiene mucho; le da un ligero beso en los labios y luego esboza una sonrisa que fácilmente triunfaría en Holywood.

—Ella es Celeste.

—Un gusto—Dice amablemente ella al estrechar mi mano, acción seguida por un beso en la mejilla.

—Este bombón está algo solita por aquí, le agradaría algo de compañía. Yo no puedo complacer sus deseos al estar ocupado treas  el equipo de la gran manzana. No te vendría mal un bailón  para soltar  la pelvis—Lo último me lo susurra en la oreja para  mantener en secreto un supuesto plan. La mirada bajo unas pestañas delicadas de Celeste me inspiran una ternura que se me hace familiar.— Cia'o amigo— dice finalmente dando una palmadita en mi hombro.

— Pues ¿Quieres bailar?—Dice ella juntando las manos y agachando la cabeza.

—Eso suena bien—Tomo su mano y la conduzo hasta un lugar cómodo.— Nunca lo he sabido hacer muy bien, pero creo que esta noche me atrevo.

—Yo tampoco—Replica ella al momento de que un enérgico rock and roll revienta los parlantes.

   Los pasos que marcamos al compás de la música pueden verse algo descordinados, pero cuando la verguenza es algo rezagado en ti ya nada más importa. Sus pies se mueven ligeramente pulsando un ritmo pegadizo. Me muevo para atrás  y luego para adelante, tratando de simular un Twist bastante mediocre.

—Te mueves bien—Dice la chica que me acompaña con la mirada luego de dos minutos de verguenza.

—No mejor que tú.

   Y en ese preciso instante es cuando suena The Days de Avicii. Los gritos marcan un gusto musical bastante acorde a los tiempos que corren. Por un momento me atrevo a tomarle las manos a mi acompañante mientras suena el coro. Estos son los días  por los que hemos estado esperando. Los que nunca olvidaremos.

—Hace tiempo que no escuchaba este tema—Dice Celeste, quien se despreocupa de su ropa o de su peinado y salta revolviendolo entre las luces de variados colores. Se ve hermosa. Sin más ni menos.

   The Nights complementa el boom cuando era el momento de hablar para mí.

—!Hey hey hey!— Resuena entre las personas cuando todo lo que queda es una larga noche de fiesta.

   Cuando envejescas  deberás recordar tu vida, así que vivela al máximo. Estas son las noches que nunca morirán.

—!Oh oh oh! !My father told me!

—Te ves hermosa — Susurro en el oído de Celeste, quien reacciona con una tímida sonrisa que encuadra unas pecas preciosas.

—Gracias.Tu estas muy gu...

   La música de You Make Me la interrumpe. El ambiente mejora cada vez más.

—!Amo este tema!—Dice llevandome al centro de la pista en donde comienza a moverse eléctricamente al ritmo.

   Verla me resulta bastante espectacular. Los saltos y risotadas comparten  mi opinión. Pero no queda todo en eso. También bailo y la persigo como si fuera aquella guapa camarera de pelo corto que aparece en el video. Un paso hacia abajo, hacia atrás y un desliz como si montara en patines. Me va de maravilla la electrónica.

   "—Ayudame a encontrarle un mejor lugar"

   "—No puedo hacer nada más. Perdón. Tu sabes que ella no querrá desistir."

   "La cama comienza a temblar en el momento en que sus ojos se entrecierran. Los médicos llegan rápidamente al escuchar mis llamados y me dicen que por favor salga de la habitaciòn, que todo estará bien"

—Oye, no me asustes ¿Estás bien?—Dice una profunda y lejana voz que apenas reconozco.

—Pues sí—Meneo la cabeza y me doy cuenta que todo sigue igual  mientras me perdía en la memoria.

—No luces bien ¿Pasa algo ¿Quieres parar?

—Estoy bien. Aunque nada estuvo bien. Nada estará bien. Por desgracia.








AnsiedadWhere stories live. Discover now