Capitulo 19

181 23 37
                                    

Era imposible que aquel muchacho fuera el que una vez por su culpa perdiera todo. Su rostro expresaba sorpresa al verlo frente el, rápidamente aquella sorpresa se convirtió en temor, mientras que el pequeño niño intentaba retroceder lejos de el. Lejos del alcance de Ernesto de la Cruz haciendo que una pequeña sonrisa apareciera en sus labios dando pequeños y cortos pasos hacia Miguel. Le encantaba ver aquella expresión en su juvenil y expresivo rostro maquillado de calavera. Aquel maquillaje que traía puesto el niño, le hacia recordar viejos recuerdos de hace un año.

Al estar lo suficiente cerca del muchacho, pudo notar un corte en los labios del pequeño y sangre en sus labios y un moretón en una de sus mejillas que era notable, pues el maquillaje estaba algo corrido.

En silencio el mayor se preguntaba quien fue capaz de lastimarlo de esa forma. La ropa del chico estaba algo sucia y eso era visible a los ojos de la Cruz.

Bueno, no es que le fuera a importar quien o que fuera el causante del estado actual del pequeño mocoso. Después de todo, el chico quedaría peor de lo que ahora se encontraba.

-Oh, pensé que te alegrarías de ver a tu ídolo.-Dijo con un tono falso de tristeza, viendo al temeroso chico.

-Usted...¡usted no es y nunca sera mi ídolo!

Al gritar aquellas palabras, el esqueleto negó con la cabeza mostrando una mirada 'decepcionada' a la vez que se agachaba frente el pequeño Rivera y tomaba sin mucha delicadeza de la barbilla al pequeño obligando que lo viera a los ojos y con su otra mano acariciaba con suavidad la mejilla lastimada de Miguel, consiguiendo un gemido de dolor.

El mocoso no tenia la menor idea de con quien estaba tratando. No se imaginaba en esa pequeña cabezota todo lo que el podría hacer, todo el terror que podía provocarle si eso es lo que quería.

Vamos, el era Ernesto de la Cruz, seguía siendo el mejor musico y un verdadero bastardo ante los ojos de todo el mundo. Observo como Miguel intentaba apartarse de su frío y brusco tacto.

-Veo que Hector te metió ideas equivocadas de mi, pequeño. No soy tan malo como crees.-Sonrió con los ojos oscurecidos acercando su rostro mas al de Miguel.

El pequeño musico, intento separarse, poner lejanía en sus rostros, pero el agarre en su mentón no se lo permitía. Miro con los ojos aun húmedos por todo lo sucedido minutos antes a Ernesto. ¿De que ideas equivocadas hablaba?

-Soy peor de lo que dicen, Miguel.-Susurro a centímetros de los labios del mas joven.

Antes de que Miguel se diera cuenta de que planeaba aquel hombre muerto, comenzó a ver borroso a su alrededor. ¿Que...que le sucedía? lo único que vio antes de caer a los brazos del asesino de su tatarabuelo fue aquella sonrisa que desprendía en los labios. Una sonrisa que estaba seguro nada bueno le traería en un futuro. Al parecer las cosas malas no se acababan, y eso que aun faltaba mucho para que supiera lo que es el verdadero terror.

El ex musico, miraba con seriedad al pequeño que había caído inconsciente en sus brazos por aquel pequeño, pero firme golpe en la nuca. Sin quitar sus ojos del pequeño, con una especie de manta polvorienta que traía extrañamente cubrió a Miguel. Nadie ni nada iba a salvar al pequeño de su poder. Se levanto de su posición incomoda con el cuerpo de Miguel en sus brazos, y sin mas se dirigió hacia el puente de cempasúchil con la pequeña carga. Nadie le llamaba la atención, ni se extrañaban de que el musico mas odiado llevara aquello en sus brazos, pues estaban distraídos con sus familias vivas.

¿Cual seria el destino de nuestro pequeño Miguel?

Si de algo estamos seguros es que...

Miguel corre peligro al lado de Ernesto de la Cruz.

Recuérdame [Riveracest]Where stories live. Discover now