Epilogo

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Taylor's POV.

Me levanto como cada mañana, sin ánimos, sin hambre, nada. Puedo jurar que estoy últimos meses han sido los peores que he tenido en toda mi vida. Voy al baño y me doy una ducha, una ducha realmente larga, una ducha que me trae recuerdos que no debería traer, recuerdos que me joden más de lo jodido que ahora estoy.

También te amo Collins...

Era todo lo que necesitaba para que el agua de la ducha camuflara mis lágrimas. La necesitaba tanto.

-Hey Taylor.- escuché unos toques en la puerta.

-¿Qué pasa?.- pregunté.

-¿está todo en orden? Llevas ahí una hora.- contestó Noah.

-Si, ya salgo.- dije. Corté el agua unos minutos después y salí de la ducha. Me sequé el cuerpo y me puse unos bóxer y un Jeans, salí del baño para ponerme una polera y luego reunirme con Noah y Amelie.

-¿Vamos?.- preguntó Noah a ambos. Asentimos y en silencio fuimos al coche.

Al llegar a nuestro destino me encuentro con Chase. Este último tiempo hemos sido sólo nosotros. Noah, Chase y yo.

-¿Todo bien?.- pregunté. No obtuve una respuesta negativa ni positiva. Supongo que todo sigue igual. Todos nos detuvimos cuando llegamos a la habitación y esta estaba totalmente vacía. Me volteé hacia los chicos pensando un montón de cosas, ninguna buena. Me dirigí al mesón cercano.- ¿Qué ha pasado con la chica de la habitación 725?.- pregunté.

-La cambiaron anoche a la 510, es un milagro que haya despertado.- soltó sonriendo. En ese momento todos corrimos por las escaleras.

Keiler había despertado. Luego de 5 meses ella estaba de vuelta.

-Pueden entrar máximo tres.- dijo la enfermera a cargo. Solo nos separaba una pared. Pensar que ella estaba a solo unos metros pero a la vez tan lejos de mi me ponía los pelos de punta.

-Vayan ustedes primero, yo iré después.- dije. Quería entrar solo. Amelie y los chicos asintieron y dieron unos suaves golpes en la puerta para luego desaparecer tras ella. Tomé asiento en unas sillas para esperar que los chicos salieran. Miraba la hora a cada rato y el tiempo pasaba tan lento. A la media hora más tarde la puerta frente a mi se abrió me levanté rápidamente para caminar hacia allí, donde toda mi vida se encontraba. Me detuve en seco, ella estaba de pie en la puerta mirándome, llevaba la ropa de hospital y aún así era tan hermosa ante mis ojos.

Sus ojos estaban inundados en lágrimas y no pude evitar que los míos se inunden junto a los de ella. Ambos corrimos hacia el otro hasta que finalmente la tenía en mis brazos. Ella estaba aquí, ella me amaba. Yo la amaba.

-Te extrañe tanto.- dije en el hueca de su cuello. Sus brazos me rodeaban y su rostro descansaba sobre mi hombro. Nuestro abrazo era tan fuerte, ambos nos hacíamos falta. Ella no decía nada, solo lloraba.

-Señorita, no puede estar aquí, vuelva a la habitación por favor.- escuché. No me importaba, nadie podía separarme de espera.

-Te amo tanto.- soltó Keiler aún sin separase de mi. Sonreí ante sus palabras. Aflojé mi agarre sobre ella y junté nuestras frentes.

-Te amo Warren. No me hagas pasar por esto de nuevo por favor.- supliqué tomando sus mejillas. Sus ojos se veían tan bonitos desde aquí. No seguí gastando tiempo y uní nuestros labios. Extrañaba mucho esto. Ella besaba de una forma tan distinta, era tan única. Sentí sus dedos jugando con el cabello de mi nuca, sus caricias también eran únicas. Volví a abrazarla cuando nos separamos. Ahí pude ver como los presentes nos observaban, algunos sonreían y una pareja lloraba por la emoción.

-Señorita por favor, debe entrar.- repitió la enfermera. Cuando me observó con súplica asentí.

-No se preocupe, entraremos ahora.- le dije para tranquilizarla. Llevé a Keiler dentro de la habitación y la dejé en la cama. Ella se corrió hacia un lado y me invitó a acostarme a su lado.

-¿Qué hiciste luego de ese día?.- preguntó cuando acostó su cabeza sobre mi pecho, tomé su mano con la mía y las puse sobre mi abdomen. Suspiré al recordar aquel día.

-Me volví loco, estaba tan enojado contigo por arriesgar así tu vida por mi, pero a la vez estaba tan sorprendido, no podía entender como alguien puede arriesgar tanto su vida por mi. Me pregunté ¿por qué yo?, hay tantos chicos mejores que yo y tú me habías escogido a mi. Quería saltar de ese maldito auto e ir a buscarte, me sentía un imbecil por ni siquiera poder levantarme. Luego, camino al hospital me desmayé, sentía mucho dolor.- le conté. Ella había subido su mano hasta mi rostro y acariciaba mi mejilla. Nunca había hablado de esto con nadie, ni con Noah.-El día siguiente fue el peor, y los siguientes aún más horribles. Cuando desperté en el hospital, de verdad esperaba verte, esperaba ver esa sonrisa tuya diciéndome que todo iba a estar bien. Pero solo vi a Noah. Inmediatamente le pregunté por ti, su rostro y la forma en que me miraba me hicieron entender que algo no iba bien, volví a preguntar y él me contó lo que había sucedido. Frank te había apuñalado en el abdomen y habías perdido mucha sangre, me dijo que en ese momento te estaban operando pero que aún así las posibilidades de que vivieras eran casi imposibles. Me dijo que habían arrestado a James y Frank, pero  mi no me importaba eso, yo solo quería correr hacia ti, estaba tan cegado que no me importaba hacerme daño con las agujas que tenía en mis brazos, solo quería verte. Tuvieron que sedarme esa noche. Al día siguiente en la tarde, me dijeron que podía irme, me tomo segundos vestirme y salir a preguntar por ti. Llegué al séptimo piso, ahí fue cuando todo se me vino abajo, me sentí tan culpable por no saber defenderme, por no poder escapar yo solo. Me sentí tan culpable por depender de ti. Me dijeron que estabas en coma y que veían muy difícil que vivieras más allá de unos días. No supe que hacer, rompí cosas, golpee cosas, lloré, simplemente dejé de hablarle a todo el mundo, pero no me sentía mejor. Había pasado un mes cuando dijeron que existía la posibilidad de que despertaras, pero aún así no podían asegurar nada, porque no habías mejorado, pero tampoco empeorado. Noah tuvo que llevarme a su casa para que no hiciera alguna locura, desde ahí que estoy quedándome allí. No tuve las fuerzas en estos cinco meses de entrar a tu habitación, quise hacerlo, pero solo alcanzaba a tocar la manilla de la puerta y me quebraba. No podía. Hace unas semanas iban a desconectarte, los doctores dijeron que ya no había oportunidad de que despertaras. Seguías igual y solo era darnos falsas esperanzas. Pelee con fuerzas para que no lo hicieran, de algún modo me convencí a mi mismo y a los demás que ibas a despertar. Ahora, aquí estoy, al parecer tuve razón.- terminé de contarle todo mi proceso de vida en estos cinco meses. 

-No tenía planeado que esto pasara, si te soy sincera no iba a volver ese día.- confesó. La miré confundido.- Cuando te fui a dejar al coche entendí que tú no estabas bien a mi lado, siempre iba a haber algo que nos separara o que terminara dañándote. Mi propósito era ir a dejarte y nunca más volver, pero me engaño a mi misma diciéndome que debo separarme de ti, porque simplemente no puedo hacerlo.- soltó. Me volteé para que quedáramos frente a frente.

-Podemos funcionar Keiler. No te separes de mi. Solo vivamos esto como chicos normales.- dije. Ella sonrió.

-Aún que estar conmigo pueda ser una jodida complicación, ¿Quieres seguir aquí?.- preguntó.

-Es lo que más deseo en el mundo.- respondí.

-Te amo Collins...

-Te amo Warren...

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Ahora si que si. Hemos llegado al final de esta novela. De verdad agradezco que les haya gustado y cada uno de sus comentarios. Es una novela distinta como pudieron ver y a mi me encantó escribirla para ustedes. Muchas gracias de corazón y espero que disfruten el final!

Coméntenme que les pareció la novela.

¿Les gustó?
¿Quien es su personaje favorito?
¿A qué personaje odiaron?
¿Sufrieron con ella?
¿Rieron con ella?
¿Cual fue su parte favorita?
¿Que cambiarían?

Espero que por favor comenten porque me encanta leer sus opiniones! Las amo y repito MUCHAS GRACIAS!! 

Fin de Could be...☹️

Could be...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora