Todos venimos a este mundo con un propósito fijo, la pregunta ¿Qué hago aquí?, siempre tendrá su respuesta a lo largo de la vida.
Muchas veces nos creemos las personas mas estúpidas del mundo solo por no encajar en lo que se llama "sociedad", rec...
Rodeé con mis brazos su cuello mientras nuestros labios se unían a la perfección, y ahí estaba aquel extraño sentimiento que se apoderaba de mi cuando me besaba. Lo extrañaba. Nos separamos para tomar algo de aire, juntó su frente con la mía y ambos permanecíamos en silencio.
-No te alejes de mi otra vez.- susurró con sus ojos cerrados. Sonreí dejando pequeñas caricias en sus mejillas con mis dedos.
-Haremos que esto funcione.- dije, luego me acerqué para besarlo, yo di el paso.- Ahora debo terminar de ordenar esto.- me separé de él para continuar arreglando las cajas.
-¿Por qué no intentas quedarte con ellos?.- preguntó. Hice una mueca.
-No intentes convencerme, porque no lo haré.- cerré la última caja que me faltaba y me senté a su lado.
-Bien, solo que... Noah es mi amigo, lo he visto en sus peores momentos y últimamente son muchos, ellos solo quieren recuperarte.- habló tomando mi mano.
-Entiendo que sea tu amigo, pero esto es algo que yo debo arreglar con ellos y de verdad que ahora no puedo hacerlo. Ellos sabían que mis padres están vivos.- respondí. Él soltó un suspiro.
-Esta bien.
Me ayudó a terminar de ordenar las cosas en las cajas que correspondían, no me llevaría todo, obviamente, esta también es mi casa, solo que no estoy lista para compartirla con mi verdadera familia.
-Bien, ¿Nos vamos ya?.- llegó Chase a la habitación.- Sigues aquí.- dijo al ver a Taylor, quien hizo una mueca.
-Si, sigo aquí. ¿Quieres que te lleve?.- preguntó Taylor ignorando la presencia de mi amigo.
-No, gracias. Luego tengo que ir con Bert.- le sonreí. Taylor asintió.
-Te espero abajo.- Chase tomó unas cajas y se fue de la habitación.
-Entonces creo que me tengo que ir.- habló Taylor, se acercó a mi.- ¿segura que estás bien?.- preguntó apartando el cabello de mi cara. Asentí.- Bien.- se acercó para besarme otra vez, lento, seguro y de forma delicada.
-Te veo mañana.- dije al separarnos. Tomó mis manos mientras dejaba suaves caricias en ellas con su pulgar. Sonrió mientras asentía.
-Adios.- besó mi frente y salió de la habitación.
¿Qué demonios estás haciendo Keiler?...
Me fui con Chase a su departamento, era un lugar no muy grande pero suficiente para dos personas. Tomé una habitación que estaba al final de un pasillo, en el cual habían fotos que no recordaba su existencia.
-Prepararé algo de comida, puedes acomodarte mientras tanto.- Chase asomó su cabeza por la puerta de la que ahora sería mi habitación.
-No te preocupes por mi, saldré en unos minutos, gracias de todas formas.- dije.
-No te estaba preguntando, el doctor dijo que debías comer. Punto.- habló. Solté un bufido y terminé asintiendo.
Cuando ya tenia todo listo fui en busca de Chase. Al acercarme aún más a la cocina, un aroma extremadamente delicioso se apoderaba del lugar.
-¿Qué estás cocinando?.- pregunté al ver a Chase de espalda. Volteó con dos platos y una sonrisa en su cara. Puedo jurar que mi boca se hizo agua al ver el contenido de cada plato.- ¿De verdad tu cocinaste esto?.- dije sorprendida.
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-Sip.- dijo. Nos sentamos en la mesa que el había puesto. Probé un bocado. Dios, era lo más delicioso que había probado en mucho tiempo.
-Esto está muy bueno.- dije probando las papas.
Luego de terminar de comer, me ofrecía a lavar los platos. Después de hacerlo salí para ir a donde Bert.
Al llegar habían más coches de policía que normalmente hay, lo que me pareció algo extraño. Entré al recinto viendo a mucha gente alborotada. Personas subían, otras bajaban, otras subían y los aparatos de comunicación sonaban más de lo normal. Fue hacia la oficina de Bert.
-¿Qué está sucediendo?.- pregunté.
-Frank, se ha entregado.- soltó. Fruncí el ceño.
-Eso no puede ser posible.- dije. Es un hecho imposible. Frank nunca se entregaría. Algo debe estar pasando.
-Lo hizo. Esta mañana.- habló.- Todos están trabajando con sus declaraciones. Delató a todos Keiler. Y tenemos pruebas.
-¿Dónde está?.- pregunté. Este puso su completa atención en mi.
-Abajo, en las celdas que están en el sótano. Es la 5H.- Asentí y salí del lugar. ¿Por qué se entregó?
Para: Bruce
"¿Por qué se entregó Frank?"
Envié el mensaje mientras subía al ascensor que llevaba a la planta baja. Pulsé el botón -3. Espere impaciente viendo como los números avanzaban. Las puertas se abrieron.
Busqué la celda hasta que di con ella. Estaba de espaldas observando la diminuta ventana que tenía el espacio tras las rejas.
-¿Por qué demonios te entregaste?.- pregunté. Escuché su risa. Se escuchaba algo extraña.- Te estoy hablando.- insistí.
-Espero haberle dado el tiempo suficiente a Dmitry.- el tipo volteó. Él no era Frank, tenía un parecido increíble, pero faltaba aquella cicatriz en su rostro.
-¿quién eres?.- pregunté.
-no te puedo decir eso.- sacó un pequeño aparato de su bolsillo, corrí al momento que dejó ver un chaleco con explosivos que tenía bajo su ropa. Llamé el ascensor rápidamente, en este momento odiaba que las escaleras no llegaran aquí. El sujeto explotó. La fuerza hizo que mi cuerpo se fuera hacia delante golpeándose con las puertas cerradas del ascensor.
Abrí mis ojos lentamente adaptándome. Tenía una especie de pito que sonaba fuerte en mi oreja, era molesto. Mi cuerpo dolía y el humo impedía respirar correctamente. Me puse de pie con dificultad. Fijé mi vista donde el tipo había estado anteriormente, ahora solo habían restos y sangre. Saqué el teléfono de mi bolsillo, agradecí que aún funcionara. Intenté comunicarme con Bert pero no funcionaba, aunque supongo que habrán notado que algo pasó aquí abajo. Mi celular vibró, lo saqué leyendo el mensaje que me había llegado.
De: Bruce
"Frank no se ha entregado"
Las puertas del ascensor fueron abiertas por un aparato extraño, era Bert y Tyler.
-¿Qué ha pasado?.- dijo Bert acercándose.
-Él no era Frank, era un hombre de Dmitry. Solo dijo algo de darle el tiempo suficiente a Dmitry, luego se hizo explotar.- informé.
-¿Estás bien?.- preguntó Tyler. Asentí. Un brillo llamó mi atención. Venía de la anterior celda de aquel tipo. Me acerqué con cuidado de pisar algún resto, quité unos escombros. Me sorprendí cuando vi mi pulsera. Aquella que Amelie me había dado. Pero... yo se la había entregado a ella. Cuando pude pensar claramente me di cuenta de lo que estaba pasando.
De: Desconocido
"Deja de investigar si quieres a Amelie y Noah de vuelta"
Dmitry los tenía, esto se me está escapando de las manos. La antigua Keiler tenía que volver, aquella que no perdonaba una vida. Si Dmitry quiere jugar sucio, ambos lo vamos a hacer.
