Parte 34

127K 13.4K 3.9K
                                    


Pero definitivamente me porté bien.

Caigo en cuenta que estoy durmiendo con una mujer.

¡Sí, dormir!

Solamente eso.

Estoy comenzando a dudar de mi hombría.

Creo que me estoy haciendo gay.

Miro a Oliver a una corta distancia de mí, lleva una taza de café a su boca, lo analizo.

¡Puaj!

¡No!

Definitivamente, sigo siendo hombre.

—¿Qué carajo me estás viendo? —ni siquiera está mirando en mi dirección, está sumergido en su computadora y me habla como si en serio está observando lo que estoy haciendo, estamos frente a frente en la mesa, deja la taza de café a un lado de su laptop para luego cruzar sus dedos sobre la madera reluciente y ahora sí, lleva su mirada interrogante a mí.

—Quiero saber si me pareces atractivo, pero definitivamente, no eres mi tipo —me encojo de hombros, mi espalda choca contra el respaldar de la silla mientras tomo la taza de café frente a mí y la llevo a mis labios. Él suelta un jadeo, lleva su mano dramáticamente a su pecho con cara de fingida indignación.

—Me lastimas —contesta, lo miro con desaprobación y él se ríe a carcajada limpia, tanto que tengo que mirar alrededor por si ha llamado la atención de alguien y tendré que pedir disculpas.

—Maldición Oliver, cierra la puta boca, estamos en un restaurante —siseo, saco mi celular de manera seria para mostrarme interesante por si alguien voltea a vernos, él sigue riendo. Me doy cuenta que últimamente se ríe por todo, es la maldición de estar casado, yo no me imagino por ahí con puros "jijijis" y "jajajas" por todo ¡Todo!

—¿Y qué? Es navidad, todos andan riendo por ahí —detengo mi tecleo en mi teléfono y sin despegar mi dedo pulgar de la pantalla, dejo la taza sobre la mesa y lo miro.

—Y yo que creí que era el único que se estaba volviendo gay —resoplo, llevo mi vista a mi teléfono celular y continúo viendo el perfil de Natalie en Instagram.

Esta mañana me había creado un perfil con el fin de observar que comparte ella en sus redes sociales mientras me convencía a mí mismo que mi comportamiento era completamente normal.

Acomodo mi cabello hacia un lado, extiendo mi mano con la cámara de mi teléfono de frente y sonrío abiertamente, el flash se dispara de inmediato y Oliver me mira con su entrecejo levemente fruncido.

—Me estoy haciendo un Instagram —le hago saber, eso parece no aclarar su duda porque muchas veces habíamos hablado de la pérdida de tiempo que son las redes sociales. De hecho, lo son—. Quiero, ya sabes, hacer nuevos amigos.

Oliver me está viendo con sus ojos entrecerrados, está dejando el tenedor, que había tomado antes de regreso a su plato, se recuesta en el respaldar de su silla sin despegarme los ojos de encima.

—¿Instagram? —le escucho decir. Miro mi foto y no me convence del todo. No me convence el fondo específicamente.

—Sí, esa cosa donde subes fotos y puedes hacerte popular sin hacer nada más que mostrar tu cuerpo, pero mejor voy a esperar estar en la oficina —digo, viendo a mi amigo —el tipo calvo de allá atrás roba la atención —señalo discretamente al Santa Claus en una mesa a unos metros detrás de nosotros, se ha quitado el gorro y tiene una calva bastante brillante, parece una bola de discoteca andante.

O mejor, me dan ganas de ir hasta ahí y frotarla para ver si puedo observar mi futuro.

—Sí David, sé lo que es Instagram —le escucho decir, pero no le doy mi atención, mi vista está en mi teléfono y el dispositivo se desliza de mis manos al ver que Natalie ha compartido una foto en traje de baño, jo...

Recién Cazados © (Borrador de la 1era edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora