Parte 1

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David.

La luz amartilla mis pupilas y siento como quema mis pestañas, en un intento de abrir los ojos un maldito dolor se apodera de mis sienes, mi cabeza da vueltas, mi estómago está revuelto ¿Qué es esta mierda? Siento como algo de mi interior quiere salir y sin pensarla dos veces corro hasta el baño, mis extremidades y mis brazos duelen, siento que hice una extraña rutina de gym súper pesada pero recuerdo que ayer no hice ningún tipo de ejercicio físico ¡Demonios! Ni siquiera llego hasta el baño, vomito en la puerta hasta las bilis, ¡Qué asco! Apesta, hago una expresión de repulsión al ver mi propio vómito.

De cuclillas observo mi entrepierna ¿Por qué estoy desnudo? ¡Maldición! ¿Fui violado? No no no. Me sostengo de las paredes sentado muy cerca de la puerta, no recuerdo nada y estoy comenzando a rozar la histeria, que no haya sido un hombre ¡Nooo!. Cuando logro levantarme del suelo después de sacudir mi cabeza y rogarle a un ser supremo que espero me escuche luego de esa tremenda borrachera de ayer, que no sea un hombre por favor. Tomo una toalla del baño y la enrollo en mi cintura, me acerco al bulto de hay en la cama debajo de todas esas sábanas, tomo un bastón que no sé qué jodido hace aquí y me percato... ¡Joder! ¡Que no haya sido un viejito! Todo mi interior se revuelve sólo pensar que perdí mi virginidad trasera con un viejito, o peor aún que mi King Kong haya entrado en no sé qué agujero negro y peludo.

Con la punta del bastón toco el bulto repetidas veces y no se mueve, ahora todos mis problemas pasan a segundo plano ¿Qué tal si el viejito murió? Y luego tendré que ir a testificar y se darán cuenta que.... Yo.... Noooo....

Observo mis manos y hay algo rojo en la derecha ¿Qué es esto? No... ¿De paso maté al viejito? Iré a la cárcel, violado y solo ¿Qué carajo hago aquí? —David, cálmate— me hablo a mí mismo. Me siento en el suelo intentando recordar que pasó y con los codos sobre mis rodillas llevo las manos a mi cabeza y hundo mis dedos entre mi cabello. Seguro lo maté porque me quiso violar, sí, eso debe de ser, yo no me dejaría ni borracho, de pronto escucho un quejido, levanto mi cabeza y el bulto se mueve, abro mis ojos como platos, ¡El viejito no está muerto! Tengo tiempo para salir corriendo de aquí. De pronto saca una mano y la deja caer sobre el colchón, no se ve como la mano de un anciano, me levanto y tomo el bastón otra vez, me acerco un poco más, veo un cabello castaño asomarse entre las sábanas y toco el bulto nuevamente ahora con más fuerza, casi de inmediato la mano fuera de las sábanas toma el bastón y en un ágil movimiento logra quitármelo y sólo veo como me apunta con él, cierro los ojos y espero el zapotazo de mi vida.

—¿David? —es la voz de una chica.

¡Joder! ¡Es la voz de una chica!

Abro los ojos aún atemorizado, la observo y abro mis ojos como platos ¡Esta chica!

—¿Natalie? —pregunto, ella me mira con sus ojos castaños bien abiertos, hace una mueca de dolor, lleva una de sus manos a su sien y comienza a masajearla, la observo de pies a cabeza, está desnuda con las rodillas enterradas sobre la cama y apuntándome con un bastón ¡Que escena más erótica! Y que buenos pechos. Joder. Ella sí, ojalá me haya violado una y mil veces.

Al percatarse de la situación inmediatamente toma una de las sábanas e intenta taparse con esta, la sábana blanca está cubierta con un líquido rojizo, como el que está en mi mano y ella también lo mira asombrada. Mira a su alrededor y llevo mis ojos a la dirección en la que los suyos están puestos, parece que hubo un asesinato en esa cama.

—Por favor, dime que no eras virgen —te lo ruego Ser Supremo de las alturas que diga que no, si lo era significa casamiento por la iglesia con traje y corbata.

—No —dice de inmediato y mis pulmones sueltan todo el aire que estaban conteniendo ¡Que alivio! —¡No puede ser! —exclama —¿Qué fecha es hoy?

Recién Cazados © (Borrador de la 1era edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora