RED Sobreviviendo al Infierno COMPLETA

Capítulo 20 Suficientemente Bueno

Durante el resto de la tarde tan solo espere.

Espera, la esperanza de conseguir lo que se quiere, creer que va a suceder algo que probablemente no sea así pero prefiero seguir en línea que dar me por vencido.

Así de fácil, espere a que cayera la noche aunque sinceramente no estoy seguro para que. Pensé en estudiar para el concurso pero no tengo cabeza para eso, siento que algo me falta. Anduve errante por las calles de la ciudad, llendo de un lado a otro pensando en que había hecho mal.

¿Por qué mi vida era de este modo?. Me preguntaba sí todos las personas opinaban lo mismo de su vida, y entonces un recuerdo apareció en mi mente, como algo fugaz que me hizo sentir una opresión en el pecho. El recuerdo más lindo e insignificante, el abrazo de la profesora, a veces me pregunto porque las personas más buenas estan tan distantes de mí. Estuve caminando sin rumbo hasta entrar al hospital, las viejas farolas le daban un aspecto tétrico ante la oscuridad pero me guiaban a algún lugar, el lugar en donde yo quería estar.

El período de visita había acabado hace un par de horas por lo que los pasillos de hospital estaban vacíos a excepción de una que otra enfermera que pasaba ocasionalmente, caminé discretamente hasta llegar al primer piso de habitaciones y espero que el guardía vaya a rellenar su termo de café para colarme dentro y buscar la habitación de mi hermana llevando los tickets de autobús en mi bolsillo, antes de entrar a la habitación una señora de bata blanca se cruza en mi camino, no puede tener más de unos sesenta ya que su cabello blanco refleja la edad, por un momento pienso que va a gritar o alertar al guardia de mi presencia pero tan solo me sonríe y le devuelvo el gesto ante de abrir la puerta de la habitación de Skyler.

A pesar que las luces están apagadas en la habitación existe la luminosidad del monitor médico que me deja ver un pequeño bulto sobre la camilla, acurrucada en posición fetal.

Jamás creí verla de esta manera, tan indefensa. Y es que esto es lo que pasa cuando una persona siempre esta en guardía, lista para defenderse de la sociedad, pero en este preciso momento luce como cualquier otra persona capaz de derrumbarse, siento que de tan solo mirarla le puedo hacer daño.

Me pregunto si mamá fue lo mismo que vio en papá, ese cachito de cielo bailando con la oscuridad que los rodea, víctima de sus propios impulsos y actos pero aún así tienen un aura angélical. La belleza de un ángel pero con la actitud de un demonio.

-¿Sky?. Murmuro en voz baja pero al ver que no responde vuelvo a intentarlo otra vez, un poco más fuerte consiguiendo un “Hmm” de sus labios pero aun así sus párpados siguen cerrados así que me limité a tomar su brazo y comenzar a sacudir la levemente, hasta que abrió los ojos y me miró con cautela. -No te asustes, soy yo. Dije mientras que ella se sentaba en la camilla y me hacía a un lado mientras apoyaba su lengua en la cara interna de la mejilla. Nunca la había visto hacer ese gesto y no sabía lo que significaba, no era como cuando giraba los ojos y me daba a entender que estaba molesta o cuando alzaba una ceja y movia sus labios ligeramente a la derecha para darme a entender que dudaba sobre la veracidad de lo que decía. Esta vez era un gesto nuevo, algo raro que había adoptado.

-¿Qué no entiendes que no quiero verte? ¡Vete o voy a gritar para que te saquen!. Dijo tartamudeando mientras que su cara era iluminada tenuemente por el brillo del monitor y me dejaba ver sus rasgos cansados, como si no hubiera dormido en mucho tiempo y quizás fuera así, siempre estaba tan maquillada que jamás me di cuenta de lo que ocultaba en su rostro. Noches en vela.

-Entonces harás que vaya a la cárcel por invadir un hospital. Contesté altaneramente pero después me calmé y le tendí los boletos. -Dentro de unos días es el concurso... quiero que estés ahí para que me veas ganar. Dije sintiéndome orgulloso de mí mismo, de que por primera vez realizaría algo importante y que otros podrían reconocer.