Capítulo 11 Sin perdón

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-Sí lo piensas bien no es tan malo, solo será el resto del día y toda la noche, mañana por la mañana te dejaré libre. Digo terminando de hacer los últimos nudos en las muñecas de Lucía.

He decidido que el mejor castigo para no dañar la físicamente es dejar la atada a una silla unas cuantas horas, no es cruel al contrario la verdad se me hace muy dócil pero supongo que al estar atada en una habitación completamente a solas y en la oscuridad la hará reflexionar sobre su conducta, al menos espero eso.

-No me quiero quedar aquí. Murmura quedito, he de aclarar que desde que salimos del baño no ha dejado de sollozar pero eso le enseñará a no cuestionar mis reglas.

-Si sigues llorando te dejaré aquí toda una semana. Digo asegurándome de alejar cualquier objeto con el que pueda intentar escapar, aunque no hay gran cosa porque la he encerrado en el cuarto de lavado, atada de pies, manos e incluso he rodeado con una soga su dorso, lamento mucho que no pueda dar le de cenar pero no es mi culpa que sólo tenga en el estómago golosinas, ella ha decidido saltarse la comida y me parece justo que padezca las consecuencias de su acción. Le eché un último vistazo y puedo ver su carita triste suplicando que levante el castigo mientras se retuerce como un gusanito y llora un poco más fuerte, no puedo con esto.

No puedo dejarla así,  debo hacer algo.

Busco en la caja de herramientas una cintha adhesiva y corto un trozo para cubrirle la boca.

-Ojalá que no te devoré el monstruo que vive dentro de la secadora. Mencioné apagando el interruptor de la bombilla y cerrando la puerta al salir.

Ahora sí tengo tiempo para descansar y limpiar todo el desastre que Lucy provocó... Aunque pensando bien ella debería limpiar mañana como parte de su castigo.

Entró a la cocina y tomó una de las pizzas para microondas del congelados para colocarla dentro del horno y marcar cinco minutos,  mientras busco mi celular recordando que lo he dejado tirado en el auto  estacionado en casa de la señora que cuida a Ácsa.

Esperó a que la pizza este lista mientras sirvo un vaso de jugo de uva para acompañar le y una vez que esta todo listo lo llevó a mi habitación y lo dejó sobre la mesita de noche buscando una cobija por que Lucy a dejado la ventila abierta y mi habitación parece congelar.

Me recuestó sobre la cama cubriendo me con una cobija azul marino y rebuscó en el cajón de la cómoda mi tablet para poder conectar me mientras disfruto de una no tan  saludable cena rápida.

Tengo algunos mensajes lamentando el fallecimiento de mi estúpido padre pero decido ignorar los, además tengo dos invitaciones para este fin de semana, una para la fiesta de cumpleaños de Mía y otra para el After escolar, una solicitud de amistad, presiono el icono y me sorprende ver que la solicitud pertenece a Ximena Salazar inmediatamente entró a su perfil y doy un vistazo rápido de sus fotos, en todas aparecen paisajes hermosos lástima que para compensar su falta de confianza tenga que usar un maquillaje excesivo, y ropa cara, acepto la solicitud y le escribo un mensaje.

¡Hola! Gracias por lo de esta mañana, espero que no tengas muchos problemas con tú madre.

Le doy en enviar y cierro la pestaña para abrir una nueva para revisar mi correo con algunas promociones y mi historial académico, he pasado todas con 9 y 10 a excepción de trigonométria.

Tengo un correo de contacto desconocido que trata acerca de algo con una herencia de mi padre y me pide que me comunique con el abogado Gerardo Figueroa para tratar los asuntos referentes a un testamento, contesto sólo para informar le que mañana a primera hora estaré en la notaria.

Espero que el parásito de mi padre no me provee de sus antigüas deudas. Solo falta que muerto me siga jodiendo la existencia.

El último correo es una sorpresa, de Analú enviado ayer dos horas después de nuestro enfrentamiento, me pregunto por qué me ha enviado un correo pero me doy un golpe mental al recordar que me ha bloqueado de todas sus redes sociales y no tiene el suficiente valor para llamar me.

Me dedico a leer el artículo rápidamente en donde nuevamente me dice que la dejé en paz porque sí no me va a demandar por acoso y...

¿Qué? Espera un momento...

Vuelvo a leer la misma frase sólo para asegurar me que es cierta “le he contado todo a la prefecta Salazar para pedir el intercambio de aula y no volver te a ver nunca en mi vida” esta escrito en el correo.

Ahora entiendo porque Tania estaba tan enojada de ver me en su casa pero jamás imaginé que Analú me hiciera esto.

Estoy tan enojado que he dejado la pizza a medio comer y he me cambiado de ropa para ir hablar con esa... con esa chivata, me he vestido con ropa deportida de color negro y amarillo, puede que no tenga auto y este oscureciendo pero así tenga que correr hasta casa de Analú para hablar con ella, lo haré.

Tomé mi reloj para calcular la hora, son las siete de la tarde puede que me tardé 45 minutos en llegar corriendo hasta su casa ya que vive al otro lado de la ciudad, a esa hora debe de estar cenando con su madre y su padre aún no llega del trabajo así que me colaré en su habitación y hablaré con ella.

Aunque no sé exactamente que decirle, lo pensaré en el camino.

Salgo de mi casa sólo con un dispositivo y articulares para escuchar música además del reloj en mi muñeca y un poco de dinero, aunque no creo necesitar lo debido a que pienso regresar corriendo hasta la casa.

Empiezó trotando por el vecindario para calentar, me encanta correr pero hace unos meses dejé de hacerlo para enfocar me en cuidar a Lucía.

No puedo creer que casi estuve a punto de presentar le a Lucía a esa chismosa, nunca olvidaré sus palabras el día que me terminó, exactamente hace tres meses con dos semanas.

Y las palabras matan.

Aquel día sus palabras me destrozaron por completo.

Crucé un par de calles más acelerando el paso para tratar de enfocar toda mi rabia en correr muho más rápido y  lo consigó, es una pena que no pueda lograr sacar esta sensación que desde ese día me tiene preso.

Siento impotencia, enojo, rabia e incluso tristeza.

Impotencia por no poder volver el tiempo atrás y evitar lo que pasó ese día.

Enojo contra ella por culpar me y luego marchar se. Dejando todo, siendo una cobarde.

Rabia contra mi por ser tan imbécil, por no controlar mi ira ese día, por caer en sus provocaciones, por arrebatar le las ganas de vivir y destruir nuestra relación.

Y tristeza por que soy un ser humano despreciable que asesinó a un ser inocente que llevaba mi propia sangre.

Dios, no tengo perdón.

RED Sobreviviendo al Infierno COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora