Capítulo 9 La palabra correcta

785 52 0
                                    

La cabeza esta a punto de explotar me y siento como si mi cuerpo hubiera sido arrollado por un camión, colocó mis manos a la altura de mis hombros para mantener mi cuerpo en equilibro y levantar me. Tardó unos pocos minutos en dar me cuenta que estoy con Ácsa o mejor dicho en la misma habitación que ella.

Me frotó los ojos solo para tratar de recordar lo que sucedió ayer pero tengo la mente en blanco.

Miró a la niña quien duerme en la esquina de la habitación y  noto un enrojecimiento en su mejilla que se empieza a tornar en color púrpura, algo dentro de mí me hace sentir mal y aparto la mirada tratando de salir a tropezones de allí asegurándome que la mujer de la casa no me vea, tengo que mantener la imagen de buen hermano, apenas logro dar unos pasos a la calle cuando las náuseas se apoderan de mí pero logro contener me.

Busco mi móvil en los bolsillos de mi pantalón y llamar a una persona que me pueda ayudar.

No estoy en condiciones de manejar.

Ni siquiera puedo dar un par de pasos sin tambalear.

Pero tampoco tengo a quien llamar y siento un ligero coraje creciendo en mi interior combinado con un toque de tristeza.

¿Enrique?... No, no puedo dejar que me vea de esta manera además seguramente debe de estar dormido.

¿Tania?... Lo dudo.

Desbloqueó la pantalla mientras camino hacía el coche en busca de algo, un papel con 10 dígitos escritos con un corazón a lado y transcribo el número para llamar.

Al segundo timbre una voz femenina atiende la llamada.

-Soy Alex... por favor ven por mí, estoy muy mal, necesito tu ayuda.
Digo apresuradamente sentándo me en el asiento del coche. -Avenida número 77 cruzando el área de comida rápida. Murmuró sin ganas para después dejar caer el teléfono en el asiento.

Lo único malo de perderte a ti mismo, es que una vez que la euforia desaparece por completo, tu cuerpo tiene algo así como una baja de energía, tu mente y tu cuerpo se desconectan  de tal manera que tu propia mente te juega una broma, los latidos de tu corazón aturden y todo a tu alrededor esta en constante movimiento a pesar que permaneces en un solo sitio, es como un juego.

Busco a tientas el celular y con un poco de ansiedad lo tomó para luego estrellar lo en mi mejilla izquiera, una vez y otra vez hasta que finalmente siento un ardor en el rostro.

Esto tiene que salir bien.

Revisó mis nudillos sin necesidad de dañar los ya que estan rojizos, no recuerdo gran cosa pero a juzgar por el golpe de Ácsa y el color de mis nudillos supongo que anoche la maltrate demasiado.

Realmente no quiero hacerlo pero ella tiene la culpa y no lo puedo evitar.

Tiene algo, como un imán que me hace estallar.

Me detengo unos segundos para cerrar los ojos y tratar de recordar pero mi mente se encuentra en blanco.

Recuerdo que discutí con Analú y después de eso me fui a un bar.

Ácsa.

Se veía tan linda con el vestido blanco casi igual que... Lucía.

Aparto esos pensamientos de mi mente y decidó dejar me llevar por la ilusión del movimiento a mi alrededor hasta que me pierdo totalmente.

□■□■□■

-¿Alex? ¿Estás bien? ¡Por favor contesta!. Dice una voz lejana, me pesan los párpados, solo quiero dormir cinco minutos más.

RED Sobreviviendo al Infierno COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora