Capítulo 1 Nueva Mascota

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Las mañanas son odiosas al igual que el resto del día, lo único que quiero es ver a mi secreto.

Mi secreto... Tan linda y llorona como siempre.

-Alex, ¿tienes un bolígrafo que me puedas prestar?. Cuestiona Mía a mi lado y le tiendo el bolígrafo que tengo en la mano mientras me apoyo sobre el mesa-banco con los brazos cruzados y la cabeza encima de ellos.

Necesito dormir.

La noche anterior estuvo un poco agitada.

Se me escapa una leve sonrisa   al recordar lo que sucedió la noche anterior cuando siento unos pequeños golpeteos en el costado de mi brazo, lo que me obliga a levantar la cabeza para ver a la profesora Tania frente a mí, de brazos cruzados y su impecable falda negra con esa ajustada camiseta de color blanco y el travieso botón desabrochado que deja al descubierto parte de sus senos que destacan con su cabellera castaña.

Ufff.

En lo personal no me agrada para nada la maestra de trigonométria pero me concentraba mucho en su clase o mejor dicho en ella.

-Alexander Dinnar, tan trabajador y participativo como siempre. Murmura con ironía, ofreciéndome el examen calificado con un crayón para los ojos de color rojo con una enorme “F” encima.

-¿Reprobado?. Digo en voz alta sin dejar de ver el examen mientras el timbre suena avisando el fin de clases y todos guardaban sus cosas para marcharse, Tania sólo se giró dándome la espalda.

-¿Te espero?. Pregunta Enrique con su mochila colgada en un hombro, me doy cuenta que me he quedado parado viendo a la profesora sentarse en el escritorio para revisar unos papeles.

-No, te llamaré luego. Contesté mal humorado guardando mi cuaderno en la mochila negra y recibiendo un “como quieras” de mi mejor amigo antes de abandonar el aula dejándonos solos a la profesora y a mi, doy un vistazo al examen en mis manos, estoy seguro de que esta correcto, al menos para calificar con  -A.

-Tania, ¿por qué reprobé si mis resultados son correctos?. Pregunté acercándome al escritorio.

-Efectivamente tu exámen es el mejor de la clase pero estuve revisando unas cosas y no debiste de presentarlo ya que no cuentas con los suficientes sellos para hacerlo.

-¿De qué hablas? He cumplido con casi todos los proyectos y no me digas que es mentira porque estuve calculando todo lo que tenía que hacer para pasar este semestre. Digo dejando el exámen sobre el escritorio, esperando que modifiqué mi clasificación.

-Olvidas que existe otro aspecto a evaluar en donde tienes puntos negativos, Disciplina. Menciona la mujer sacando una libreta de color menta de bolsa y me la tiende.

Martes 20 de marzo Alexander no dejó de hablar en toda la clase.

Jueves 22 de marzo Alex ofendió a Patricio.

24 de Marzo Alexander destruyó los proyectos de trigonométria al caerse sobre ellos. "Accidentalmente"

Alex intentó incendiar el salón por un "truco de magia"

Y una lista interminable de cosas que supuestamente había hecho pero no recordaba o sencillamente fueron accidentales.

Bueno, quizás no tan accidentales.

Negué con la cabeza.

-Todo lo que está escrito aquí es un error, esta mal interpretando todo.

-No creo que exista ningún error, o ¿acaso piensas negar que trasportaste arañas hasta aquí? ¿qué empujas te a Raúl por las escaleras sólo porque no te cae bien? ¿Y que me dices de Analú? La has estado acosando.

-No me puede comprobar nada. Dije haciendo un sonido rítmico con mis nudillos en contra del escritorio de madera.

-Es mi última decisión y no voy a cambiar de opinión, lo siento por que de verdad eres un estudiante con gran potencial pero necesitas aprender a RESPETAR. Dice la profesora guardando sus cosas y abandonando el salón.

ESTÚPIDA PERRA.

Ya verás quien necesita aprender a respetar.

Tomé mi mochila empujando el mesa-banco contra la pared y saliendo por la puerta para ver la silueta de la mujer a lo lejos de camino al estacionamiento, suspiro tratando de calmarme.

Abordo mi auto de color negro y lo enciendo para conducir hasta una tienda cerca de la gasolinera para luego apagar el motor y bajar del coche hasta caminar dentro de la tienda que esta vacía a excepción de una anciana comprando comida para gatos y un cajero más o menos de mi edad aunque tiene marcas de acné en el rostro y estoy seguro que muere por qué terminé su turno.

Me dirigó al área de comida rápida para introducir en el microondas una sopa instantánea y preparar un ice de mora azul, una vez que ambos productos están servidos me apresuro hacía la sección de mascotas, en donde la anciana de suéter rosa accidentalmente deja caer unas latas de galletillas para gatos, me pongo de cuclillas y le ayudo a recoger cada una de las latas de las cuales por suerte ninguna se daño.

-Muchas gracias por ayudarme jovencillo, permíteme pagar tu compra como muestra de mi agradecimiento. Dice la mujer con la voz chillona y dentadura postiza.

-Gracias señora pero no me sentiría cómodo aceptando su ofrecimiento, aunque usted puede ayudarme en algo. Murmuré con amabilidad. -Verá ayer adopté una pequeña perrita pero no tengo idea de cual alimento comprar y como veo que usted tiene experiencia con las mascotas, me sería de gran ayuda saber su opinión sobre que comida comprar. Agregué con una sonrisa mientra la anciana tomaba una lata del estante y me la tendía.

-Esta marca de comida es muy buena para los cachorros, espero que a tu perrita le agrade, por cierto ¿ya tiene un nombre?. Pregunta la mujer mientras ambos caminamos hacia la caja registradora.

-Por supuesto, mi perra se llama Ácsa. Murmuré arrastrando las palabras y ella asintió para después pagar 4 bolsas de comida para gato y despedirse de mí. Cuando llegó mi turno de pagar la compra vi como en el estante detrás del cajero reposaban unas correas para mascotas, en especial una de color negro con piedras plateadas así que la incluí en las compras y cargué la bolsa hasta mi auto mientras bebía un poco del ice de mora azul para conducir de vuelta a casa.

Muero por ver a mi pequeña mascota, mi pequeño secreto.

Mi pequeña hermanastra.

RED Sobreviviendo al Infierno COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora