Capítulo 13 MARATÓN parte 3

Magsimula sa umpisa
                                    

—¡Oye! Deja de decir esas cosas —la regaña entre risa, a causa de las cosquillas que le provocaba su amiga.—¡María!.

—¡Ja! ¡Picarona!.

—¡María!.

—¡¿Qué?! ¡que envidia! Conocerás al fin el mar y con un bombón como lo es Joel.

—Me apenas María deja de gritar, la gente nos esta viendo —comenta viendo a su alrededor. Las personas que estaban en el bus se las quedaba viendo sin ningún disimulo.

—Ah...Pero cuenta, ¿ya tienes todo listo? —murmuro. Adamaris negó.— ¿y por qué no?.

—Porque no se que ponerme —responde apenada.

—Hay no seas tontita. ¿Como una diseñadora no va a saber que ponerse para un fin de semana con su futuro novio? ¡Es de loco!.

Adamaris enrojeció por la forma despectiva y directa en que María se expresó.

—¡María! No digas esas cosas, te pueden escuchar —la reprende en un susurró.— y yo no voy en plan de romance.

—A ti no, pero él si —contraataca María.

Alan entra a la casa encontrándose a su hermana sentada viendo televisión.

—Buenas noches —saludo a Adamaris y se sienta a su lado.

—Buenas noches hermanito, ¿cómo estuvo tu día?.

—Muy bien y el tuyo.

—Genial.

Ambos se quedaron en silencio, Adamaris concentrada en la película que emitían y Alan con ganas de hablarle.

—Adamaris.

—¿Si?.

Ambos hermanos se quedan viendo.

—¿Qué pasa? —le pregunta su hermana.

—Yo quería... Esta bien, me rindo —dice Alan.

—No te entiendo.

—Comprendo que no eres una niña a la que debo cuidar —suspira.— pero simplemente no puedo evitarlo. Eres... Eres la única persona a la que quiero y por ti mato y como del muerto.

—Alan...—pronuncia su nombre, intentando no llorar.

Alan niega.

—Esta bien, podre vivir con ello. Yo se que Joel no... El no hará nada que tenga yo que preocuparme —asegura, auto convenciéndose de su afirmación.

Sin resistir mucho, Adamaris abraza a su hermano mientras le daba muchos besos en el cachete.

—Gracias. No sabes la felicidad que me brindan tus palabras, sabes que no me gusta estar enojada contigo. Todos menos contigo.

Alan se dejo abrazar.

—¡María, aquí! —exclama la castaña al ver a su amiga aparecer. María le sonríe y apresura el paso.— casi no llegas, ¿que te paso? —pregunta cuando María esta junto a ella.

—Trafico, había mucho trancon y antes tuve que dejar listo a Carlitos —explica, tomando aire.

—Ay amiga me apenas que estés en esta situación.

—Tu tranquila. Mejor vos a buscar la pinta ideal para este fin —dice emocionada y agarra a Adamaris de la mano.

Amabas amigas fueron de tienda en tienda en busca de las cosas que la castaña necesitaba para los tres días que pasaría en Acapulco. Hubo un punto del día en que se empezaron a desesperar al no encontrar tallas para Adamaris, pero después de almorzar y cuando estaban a punto de rendirse, María ve los diseños perfectos para su amiga y sin duda fue tras ellos.

Los Cambios En El AmorTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon