Capítulo 13 MARATÓN parte 3

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Los padres de Alejandro no podían creer lo que sus ojos veían. Su hijo estaba coordinando con Miranda el tema de las modelos mientras estaba pendiente de las fotos y cada uno de los elementos que se encontraban en el estudio, los empleados estaban repartidos en grupos grandes y cada uno de ellos realizaba una función diferente. Ellos nunca había visto a sus trabajadores tan unidos y dispuestos ayudar. Fue tal la concentración que si los saludaron fue mucho, ni su hijo se dio cuenta de su presencia hasta que ya las modelos se habían ido, las fotos habían sido seleccionadas, el vestuario había sido recogido y finiticado la estadía en París y otras cosas. Solo así, Alejandro los volteo a mirar.

—Papá, mamá —dice sorprendido. Se acerca a ellos, le da un beso en la frente a su madre y a su padre un abrazo.— ¿hace mucho que están aquí? —les pregunta.

—Habíamos pasado para felicitarte, ¿no querido? —Enriqueta golpeo ligeramente el abdomen de su esposo a lo que este asintió, no sin antes hacer una mueva.

—Si... Pese a que no fuimos los primeros en enterarnos...

—¡Pero aun así estamos muy felices y orgullosos de ti, cariño! —Enriqueta interrumpe el brusco comentario de su hijo, lanzándose hasta este y besando sus cachetes.— ¡Felicidades mi vida, estoy tan feliz!.

—¿Por qué mejor no vamos a la oficina? —propuso su hijo.

—A no, no mi amor. Te vemos aquí ocupado, mejor hablamos esta noche en una cena, ¿qué te parece? —propuso su madre.

Alejandro arruga la frente.

—Lo siento mamá, pero estamos contra el tiempo. Apenas y puedo descansar y quiero aprovechar ese estación, ya sabes que odio estar después corriendo, tal vez en otro momento, cuando ya haya salido de esta correndilla —se excusa Alejandro. Su madre se entristece muy diferente al padre quien asiente totalmente de acuerdo.

—Si amor, nuestro hijo tiene razón sabemos que este mundo es muy complicado y estamos atacando un mercado que exige total perfección —lo apoya ganándose la atención de su familia.— además, Alejandro tiene una gran responsabilidad en sus hombros, debemos apoyarlo y no intervenir. Mejor hablamos cuando todo haya pasado, pero te pido que nos mantengas informados, no es nada bonito enterarse por terceras personas ni mucho menos por la prensa.

Alejandro asintió.

—Los acompañaría a la puerta, pero...

—No te preocupes hijo nosotros conocemos la salida. Cuídate.

La familia se despide y Alejandro volvió al lado de Miranda.

María entra a la oficina de Adamaris justo cuando esta se estaba preparando para salir.

—¿Te enterarte? ¿Es verdad lo que todos andan diciendo? —pregunta la morena.

—¿Sobre qué? ¿La competencia? —pregunta ésta. María asiente.— si, esta mañana. Fue un shock muy intenso para todos, la jefa explotó prácticamente.

—Es verdad —la apoya María.— cuando llegó a la oficina estrelló la puerta. ¡Fueras visto!, sus gritos se escuchaban por tooooda la planta —cuenta.

Adamaris recogió apagó la luz de su oficina y juntas emprendieron la salida de la empresa comentando las últimas noticia.

—Por cierto, ¿para donde dijiste que te ibas este fin? —le pregunta María presa de la curiosidad y cambiando bruscamente de tema de tema.

—Para Acapulco —responde.

—Uff que tienes suerte hermana te encontraste un hombre guapo, caballeroso, mayor y chorreado en dinero —bromea María.— ¡quien te ve picarona!.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora