Capítulo 38

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¿Han sentido alguna vez aquella sensación de flotar sobre el suelo sin temor a la caída? Tu mente se desconecta casi por completo del cuerpo pero aun sigues sintiendo el latir de del corazón y tus pies sobre el suelo.

Al separarse sonríeron y Alejandro se mordio el labio, sus pechos subian y bajaban casi iguales y la emoción seguia recorriendo las venas. Volvieron abrazarse y suspiraron al tiempo. Sus rostros estaban llenos de felicidad pese al momento tan tensionante que estaban de vivir.

Alejandro tenia ganas de gritar, saltar, explotar y volver a gritar todo parecia ser irreal y solo deseaba que esto no fuese un sueño. Temeroso, vuelve abrazar a Adamaris esta vez con tanta fuerza que esta se queja a causa del dolor, sin embargo, agarra la tela de su saco y la aprieta.

Cuando se separaron, Adamaris ladeo la cabeza observando a Alejandro con ojos de cachoro. Aquel acto derrite aun más el corazón del empresario quien le acaricia la mejilla y chista los dientes alzando sus labios en lo que pretende ser una sonrisa.

⚊Si esto es un sueño, no quisiera despertar ⚊le dice, sincero. Adamaris se enternece y acuna su cachetes, sintiendo su corazón derretirse. Alejandro disfruta el tacto, cierra los ojos y suspira.

⚊No es un sueño.

Y en verdad Adamaris deseaba que lo fuera porque no se reconocía. Eso no era ella, en su vida traicionaria el amor y la confianza de una persona pero vela allí, acariciando las mejillas de otro y besando los labios de otro sintiendo una mezcla horrible de sentimientos, la cabeza en las nuves y el pecho doloroso. ¿En qué la convertia el hecho de estar besando y tocando a otro que no fuera su novio?. No sabia si debia reír o llorar.

El ascensor se abrio de repente rompiendo la burbuja que se formó entre ambos. Ambos miraron hacia afuera, pero ya nadie quedaba en el lugar. Alejandro entrelazo sus dedos y Adamaris guio su mirada a las manos unidas sin saber como sentirse, y la guio rapidamente hacia la salida. Salieron del edificio, pero Alejandro se detuvo observando el caos del extrerior. Despues de unos minutos en los cuales no avanzador, esta subio la mirada al perfil del empresario. Fruncio el ceño al observar la expresión de su rostro y frunciendo el ceño guio su mirada hacia el frente.

Ambos estoicos por lo que miraban.

Las personas aun en estado de shock estaban fuera de los edificios y autos, la carretera estaba llena de autos (algunos abandonados) buscando ponerse a salvo mientras que la policia trataba de cálmar a la muchedumbre sin tener mucho éxito.

Algunas tiendas tenian sus vidríos rotos y a unos cuantos pasos de la empresa un poste de luz habia caído a tierra, derrumbando un árbol y provocando que el flujo vehícular se detuviera. Alejandro se tambien en shock, observó la roca desprendida sobre un charco de sangre. Le entraron ganas de vomitar y apartó la mirada.

⚊Tenemos que seguir, aquí no estamos seguros ⚊dice, empezando andar.

⚊¿Y dónde si? ⚊pregunta Adamaris, evitando mirar a su alrededor.

⚊Tenemos que ponernos a salvo.

⚊¿Crees siquiera que nos vamos a poder mover? Las calles estan congestionadas, aparte, ya me encuentro bien no vayamos a ocupar una camilla donde alguien más grave la necesite.

⚊Pero te desmayaste de repente y...

⚊Lo hice porque estaba asustada y entré en pánico, pero ya me siento bien... de veras.

Alejandro no discute.

⚊El cielo esta oscuro, volvamos entonces ⚊dice y girando sobre sus talones caminan hacia el edificio, pero la lleva al parqueadero donde se encuentra su auto.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora