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Simon

No bebí demasiado en el club, sin embargo, quise aprovecharme de mis ojos colorados para entablar una conversación con el. Lo cierto es que, trataba de llamar su atención esta noche, pero desde que nos vimos el ha estado perdido en su mundo o con la vista sumergida en el celular, la idea de otra chica texteandole me pone intranquila, incluso el intento de ponerlo celoso con Dillon fue un fracaso, ni siquiera debí intentarlo, lucía patética. Pero aquí estoy, sentada a su lado, el con la mirada en la carretera y las manos al volante, por accidente mi playlist comenzó a escucharse en el estéreo y me hizo ilusión pensar que la seguía escuchando. De pronto, comienzo a hablar sobre notas, universidades y el futuro como si siguiéramos juntos, como si de pronto el va a aparcar el auto y me va a subir a su regazo, me va a decir que no me vaya y me va a tomar entre sus brazos, pero eso es pedir mucho, por mucho que le quiera, mi cabeza no deja de jugarme sucio recordando su traición.

Cuando entramos al cuarto de hotel de ellos, (que es mucho más espacioso que el nuestro), nos encontramos con la sorpresa de que la fiesta continua. Me escabullo para cambiarme de ropa con algo mas cómodo y después volver, habiendo mas espacios sin ocupar, decido sentarme al lado de Nate. Siento que se remueve incomodo a mi lado pero no le doy importancia. Una de mis amigas grita entusiasmada que juguemos yo nunca nunca y de inmediato pienso que es una mala idea pero ellos ya están muy tomados para negarse.

El juego consiste en beber de un vasito de tequila si hemos hecho algo que la otra persona menciona, en definición, significa ponernos borrachos sin sentido alguno porque aquí hay de todo, galanes, infieles como el Nate, drogadictos, mis amigas las zorras y el tipo de gente que no necesita jugar yo nunca nunca para conocerse a sí mismos.

-¡Yo empiezo! -Dice Kate acomodándose como los otros. Ya está bastante alcoholizada y noto la mirada de Derek Luh puesta en ella como si estuviera cuidando de ella pero al mismo tiempo reprimiéndola con sus ojos. Si Luh la quiere de verdad, necesita demostrar mejor lo que siente, Kate es una romántica sin remedio y el no es mas que un idiota. -Yo nunca nunca besé a alguien esta noche. -Lleva el vaso a sus labios y toma el liquido sin despegar en ningún momento la vista del chico frente a ella. Me sorprende mas que Sam y Sophia también beban y me recuerdo mentalmente que debo cuestionarla después. Derek sale de la habitación totalmente furioso y azota la puerta, mis amigas cómplices comienzan a reír. Chicas 1 chicos 0.

-Yo nunca nunca me puse celoso o celosa. -Dijo Sammy como si no tuviera otra mejor idea para decir. Me cae de madres que Nathan fue el primero en beber, aunque todos lo hicimos, el se gana el premio al pendejo mas celoso.

-Yo nunca nunca he fumado marihuana. -Dijo Dillon encogiéndose de hombros. Nathan, Dillon y yo (totalmente avergonzada cabe destacar) bebimos. Escuché su risa burlona a mis espaldas. Me volteé a su dirección y le saqué la lengua tal cual niña.

-¡Que aburridos! -Chilló Rachel ya completamente borracha también después de unas partidas estupidas como "yo nunca nunca me he tirado un pedo". -Yo nunca nunca he hecho un oral. -Abrí los ojos cuando ella bebió desde la botella y todos los hombres le siguieron, TODOS.

¿Me puedo enojar si Nathan nunca me hizo un maldito oral y aun así bebió de la botella? Que cabron.

-Yo nunca nunca fui infiel. -Se me salió de la boca antes de procesarlo en mi mente; efectos de la borrachera. Dillon y Sam comenzaron a hacer burla para su amigo a mi costado. Vi de reojo como ponía el vaso en su boca y furioso se bebía el contenido.

Antes de que fuera el turno de Nate para hablar. Derek entró nuevamente por la puerta, se fue directamente a donde estaba Kate y la ayudó a levantarse, le susurró algo en el oído y se fueron a la habitación. Aproveché para huir del circulo excusándome con ir al baño, me miré al espejo y me mojé la cara para aliviar la pesadez de los ojos y el sudor en mi nuca, no estoy borracha, es decir, sé perfectamente como comportarme cuando bebo, agradezco eso de muchas experiencias pésimas que tuve en el pasado.

Lo de la marihuana es otro asunto que voy a dejar para después.

Máximo tardé unos quince minutos en el baño y cuando volví a la sala todos (a excepción de Nate) estaban incómodamente dormidos en los sillones.

-¿Qué hora es? -Le pregunté.

-Las 6 am. Deberías irte a dormir ya. -No somos nada pero lo autoritario nunca se le va a quitar, sin embargo, apenas me dijo la hora comencé a darme cuenta de lo cansada que me encontraba.

-¿Dónde vas a dormir tu? -Rachel había quedado dormida al lado de donde estábamos sentados antes, Dillon en otro sillón y Sam y Sophia juntos en otro. Por no mencionar a Kate y a Derek que se habían apoderado de la habitación. En conclusión, no había espacio para Nate aquí. -Puedes dormir conmigo si quieres. -Alzó las cejas. -Es decir, en mi cuarto, hay dos camas y...

Asintió y se levantó dejándole el espacio libre a Rachel. Salimos y nos adentramos en el otro cuarto en silencio. Debo de aceptar que lejos de sentirme incomoda, me siento un poco acalorada por tenerlo tan cerca, incluso cuando se quita la camiseta del otro lado de la habitación, imagino que dejé de respirar, imposible darme cuenta que tiene uno o dos tatuajes mas que la última vez que nos vimos. Saca de sus jeans una cajita roja, un encendedor y se sale a la terraza, no puedo definir lo que siento al verlo fumándose el cigarro, ya lo había visto en el club y Dillon me había contado que regresó al habito pero no dejaba de dolerme verlo haciéndolo. Tomo un vaso de agua de la cocina y me lo bebo sin dejar de mirarlo debatiéndome entre ir y enfrentarlo o quedarme aquí sin hacer nada.

Dejo el vaso en la encimera improvisada y me encamino al marco de la puerta deslizable, una vez afuera me pongo a su lado, cuando se percata de mi presencia, lo escuchó soltar un suspiro (casi el mismo que hizo cuando nos conocimos la primera vez) y tirar el cigarro al suelo apagándolo por completo.

-¿Cómo va el asma? -Aprieta la mandíbula, como si no quisiera preguntar porque teme la respuesta. Me encojo de hombros.

-Lo mismo. ¿por qué volviste a fumar? -Pregunto de la misma forma que el. Sus ojos se conectan con los míos por unos segundos, lo cual me hace recordar lo mucho que me gustan.

-Es complicado. -Baja la mirada. Me concentro en las calles de Kansas que ya comienzan a llenarse de la gente madrugadora y el cielo que comienza a iluminarse. Decido no presionarlo con una respuesta. El celular en sus bolsillos comienza a sonar y escucho como se queja.

-Deberías contestar, puede ser importante.

Probablemente es Ana ¿o cual es su nombre? ¿Banana?

-No. -Reprimió una risa. -No es ella. -Pero terminó soltándola. Mierda, lo dije en voz alta. Quizás ya necesito dormir.

Cigarette || Nate Maloley EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora