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Nate

Me quedé con la boca abierta al verla. Estaba increíble, mejor que cualquier chica lo estaría en la noche entera y lo peor es que no se da cuenta de eso y yo, no puedo hacer nada para que se lo crea. Me mataría verla con alguien mas hoy. Trato de no volverme loco pues lleva el cabello a los hombros y se ve mas caliente que nunca.

Los chicos nos fuimos por nuestro lado y ellas por el suyo. Derek no paró de mirarla todo el tiempo y yo estaba entre el terrible dilema de concentrarme partiéndole la cara en mi mente o ver las asombrosas piernas de mi chica.

Dillon y ella entablaron una conversación apenas se vieron en el club donde pasaríamos el rato, no me puso celoso en absoluto. Son muy parecidos y Dillon le tomó cariño desde la primera vez que la vio. Aunque está un poco mal del cerebro, se la confiaría a el pues es mi mejor amigo.

Sammy nos consiguió una zona vip y de verdad no quise preguntarle como es que conocía tanto de esta ciudad, quizás tenía a dos o tres chicas por aquí y frecuentaba seguido. La amiga de Simón, Kate y Derek se desaparecieron apenas entramos al club, Sam se dedicó a conversar con Sophia todo el rato, Rachel, otra de ellas se perdió en la pista de baile dejándonos a nosotros tres en la mesa, y yo, para despistar que no podía quitarle el ojo de encima a la hermosura que tenia enfrente, agarré una cerveza y saqué mi celular. Minutos después no podía aguantar mi ansiedad, me levanté sacando mis cigarros y un encendedor y me fui a la zona donde si estaba permitido fumar. Una vez prendido comencé a consumirlo tomándome mi tiempo en cada calada, la zona tenía una vista a la ciudad, no era muy bonita pero funcionaba si trataba de despejar mi mente. Uno o dos mensajes hicieron que mi celular vibrara en mi bolsillo pero no me tomé la delicadeza de revisarlos, probablemente era mi papá quejándose de lo bueno para nada que resultó su hijo.

Encendí mi tercer cigarro de la noche, sinceramente planeaba continuar haciéndolo hasta que me avisaran que nos largábamos de esta mierda, según mis cálculos para eso apenas faltaban un par de horas. Un dedo me tocó el hombro con suavidad y me giré sin disimulo, casi se me sale todo el aire de los pulmones, ella estaba ahí enfrente de mi, se había quitado los tacones y lucía nerviosa.

-Derek se metió en una pelea, me dijeron que te avisara que ya nos vamos y...bueno, en realidad ellos ya se fueron. -Bajó la mirada a sus uñas color negro.

-¿Cómo? ¿Te dejaron? -Apagué el cigarro pisándolo con mi zapato. Alzó la vista y sus ojos por unos segundos conectaron con los míos.

-Si, yo estaba en el baño y de repente recibí un mensaje de que se habían marchado al hotel y que tu tenias la llave del auto y un montón de cosas así. La verdad presiento que fue a propósito. -Se tiró de la oreja e hizo una mueca que me resultó adorable, hice lo posible por no sonreír.

-Bueno, vámonos entonces. -Asintió suavemente y empezó a caminar por delante de mi, una vez que entramos en el barullo de gente no pude evitar tomarla de la cintura con la estupida excusa de que había un montón de personas empujando. Una vez en el auto tuve que activar el gps para que me guiara al hotel, aun no me creo que esos idiotas la hayan dejado en el maldito club, sin nadie. Estaba yo por supuesto pero ella debió de estar muy preocupada como para pedírmelo a mi y no tomar un taxi a las 4:00 de la mañana en una ciudad que no conoce, debió de tomar todo su orgullo pedírmelo.

Una de sus canciones sonó en la radio y cuando comenzó a cantar bajito tuve que esconder mi sonrisa volteando a otra parte. 

-¿Qué haces en tu trabajo? -Me preguntó de la nada. La miré y ella me miró, no estaba nerviosa ni se había arrepentido de su pregunta, lucía segura, quizás estaba un poco borracha esta noche. Carraspee y dirigí nuevamente mi vista a la carretera.

-Me siento en una silla y escucho a mi hermano parlotear. -No es broma, es una parte de mi trabajo, la mayor parte del tiempo solo hago eso, la otra me la paso pensando que mi vida es miserable sin ella. (Pero son cosas que no le puedes decir a tu ex).

-Debe ser divertido. -Comenta. Asiento sin voltear a verla. -Mi mamá quiere que aplique beca en Stanford ¿Te imaginas? Es una locura, nunca podría entrar ahí.

Ella me estaba hablando como si hace apenas un mes no le hubiera roto el corazón y eso me lo rompía a mi.

-Una vez vi tus notas. Son bastante buenas. -Le dije pero la verdad que no paré de pensar que Stanford está a mas de veinte horas de aquí.

-Buenas para la universidad de Nebraska. -Me dijo riendo.

-¿Ya decidiste que quieres estudiar? -Cambie la ruta a propósito, no quería llegar al hotel y que ella comenzara a odiarme otra vez.

-Medicina.

-Aplica en Stanford. -Decir eso me dolió como una patada en los huevos. -No pierdes nada con intentarlo. -Y la verdad es que no, pues estaba claro que la iban a aceptar, muy rebelde y todo pero esta chica que tengo al lado en secreto se preocupa un montón por sus notas, es algo de lo que nunca hablamos pero de lo que si me di cuenta. Me parecía un poco irracional hablar con ella sobre esto en la maldita madrugada pero de algo tenía que servir; preferiría comerla a besos aquí mismo pero, se volvería loca.

Una vez que dolorosamente llegamos al hotel, nos fuimos a la habitación de los chicos donde al parecer estaban todos. Estaban riéndose con un montón de cerveza, la cara de Derek estaba un poco destrozada y no pude evitar sentirme orgulloso del chico que lo dejó así. Simon se fue unos minutos y después regresó a mi campo de visión con ropa mas cómoda y sin tanto maquillaje, para mi se seguía viendo como la mujer mas bonita.

Se sentó en el sillón a un lado de mi y de repente a una de las chicas se le ocurrió jugar el estupido yo nunca nunca. De esta no salía vivo.

Cigarette || Nate Maloley EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora