Mute

mamá se fue.

Michael:

—¿Por qué a Cerbero le gusta tanto morderme?—Pregunté cuando Chris volvió con unos vasos de jugo a su habitación.

—Porque no te quiere—Dijo serio, se sento en el piso—Es broma, no pongas esa cara—Me sonrió—Me hace lo igual—Aveces Chris tenía pequeños errores con su lenguaje.

—Mismo bebé, lo mismo—Corregí.

—Eso—Tomó jugo—Es su forma rara de demostrar amor, preocupate cuando te ignore y te mire desde el mueble más lejos, eso si es preocupante.

—Lejano.

—Perdón, estoy muy distraído.

—No importa, ven—Dije haciéndole un espacio en su cama—¿No tienes frío?

—No, ¿tú si? ¿manta?

—No, abrazo-dije rodeando mis brazos en su espalda.

—Bueno—Dijo casi en un susurro abrazandome.

Pasamos unos minutos así, Cerbero se había quedado estirado sobre nosotros, todo estaba tranquilo hasta que sonó el teléfono de la casa, Chris se levantó a contestar el de la segunda planta.

—Cerbero ¿tú estabas cómodo?—Le pregunté consciente de que no podía oírme, él escaló por mi torso y se acomodo en mi pecho—Oh, bien, quedate así.

Christian se demoró aproximadamente 3 minutos en volver, esperé con la mirada fija en la puerta, él entró lentamente, sin mirarme, así supe que algo andaba mal.

—Chris ¿Pasó algo?

—Es mi madre, mi verdadera mamá.

—¿Pasó algo con ella?

—Falleció.

Seguía sin mirarme.

—Oh nene, en serio lo siento—Me levanté con Cerbero colgando de mi espalda.

—No es—Me detuve—Necesario que me abraces, no estoy dolido.

—Entonces mirame.

Se volteó, mostró su mismo rostro de siempre.

—No quiero que pienses que soy un monstruo por esto.

¿Mounstro? ¿Por qué?

—Necesito decírselo a Carter, ella sabrá que hacer.

Tomó su celular y marco, me sentí frío, el ver como Chris marcaba con normalidad, como si llamara para algo común.

—Yo...voy a salir ¿bien?

Asentí sentándome en la cama, volvió a entre minutos después.

—¿Estás bien?—Pregunté preocupado.

—Si, lo estoy, es que, ah, Mike, no sé si logres entenderlo, no puedo explicarlo.

—No, está bien, creo que comprendo un poco.

Él asintió y se sentó a mi lado.

Hace apenas una semana se habían mudado y ya tenían este tipo de noticias.

—Carter reaccionó mal, yo...no sabía qué decirle.

—Nadie sabe dar ese tipo de noticias, no es tu culpa, no lo hiciste mal—Sobe su espalda en un intento de calmarlo.

Nos quedamos en silencio por muchos minutos, hasta que oímos el autor llegar, Chris seguía metido en su pequeño mundo, en su nada, era como si realmente fuera ajeno a todo.