Consejo.

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Michael:

—Michael.

No le escuché.

—Michael.

Apreté mi caja de jugo.

—MICHAEL—Gritó Max, haciendo que volteara a mirarle.

—¿Qué?

—Deja de asesinar a Elliot con la mirada.

—Espera ¿Qué? Elliot es mi amigo no estoy haciendo eso.

—Estás celoso.

—¿Qué?

—Tu subconsciente comienza a aceptar que sientes atracción por Christian.

—Estás loco.

Max suspiró.

—Cuando estás con él pones sonrisas bobas Michael, todos nos damos cuenta menos tú.

—Que mentira.

—Oh—Dijo Max—Bien, si es una mentira entonces te diré que no debes preocuparte por Elliot que tiene una sonrisa incluso más boba que la tuya y tomando en cuenta que ese chico no sonreía, si, todo normal.

—¿Tú crees qué debería preocuparme?

—Oh, lo estás aceptando.

—Max, yo no soy virgen desde los 13 años, ahora me dices que me gusta un chico ¿Debo decir si, ajá?

—Si, ajá.

—Estás loco.

—¿Nunca te haz imaginado besandole?

—¿Qué mierda estás diciendo?

—Sólo era para comprobar—Dijo con una sonrisa—A ver, intentalo.

Suspiré y tomé mis cosas para bajar las escaleras dejándole solo, hoy después del horario de almuerzo tenía que ir a practicar con los chicos.

'No creo que este mal llegar un poco antes' pensé caminando en dirección al salón donde guardamos nuestros instrumentos, tomé mi celular y envíe mensajes para que vinieran a acompañarme.

'Michael, el ensayo de hoy se suspendió' fue un mensaje de Sophie.
'¿Qué? ¿Por qué?'
'Los chicos organizaron una cita a ciegas y yo tengo dentista'

Me quedé en silencio pensando en qué podría hacer para pasar el rato, ya que estabas obligado a quedarte en la escuela dos horas más, aún si no tenías taller.

No quería ver Max, el taller de Elliot era bastante aburrido, Alex me obligaría a jugar fútbol americano, así que sólo me quedaba una opción.

Dayana.

Caminé hacia el gimnasio donde estaban las porristas y me acerqué a Dayana que limpiaba sus gafas sentada en las bancas y toqué su hombro, llamando su atención.

—Hey—Saludó—¿Qué haces aquí?

—Mi club canceló ¿Puedo estar contigo?

Dayana miró a sus amigas y luego me miró a mi.

—En realidad estábamos pensando escaparnos a comer pizza con Lazari ¿Vienes?

Miré al grupo de chicas.

—Yo pensaba que las porristas eran delicadas y legales—Reí—Si, quiero ir.

No me preocupaba encontrarme con Max, hoy tenía entrenamiento luego de su taller.

—Bien—Dayana guardo sus gafas y cargó la mochila en su espalda, las chicas hicieron lo mismo—Por si lo crees, no es necesario escapar, sólo debemos pedir permiso.

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