Rusia ¿¡Esa es mi familia!?

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Christian:

Miré a Cerbero que estaba en su caja, él me miró.

"Deja de moverte"le dije con la mirada. Si sigue así vamos a tener problemas y no sabría como resolverlos solo, así que lo mejor era tener todo controlado.

Ya llevaba dos horas del viaje en avión, dos de once, sólo con pensar en ello me daban ganas de vomitar y volver a Kentucky, pero eso sería ser muy cobarde y yo fui el que quiso estar en este avión.

En resumen, tengo miedo de que Carter me desherede.

Mis ojos ya están cansados, los único que quiero es dormirme de una vez, pero tengo miedo de que Cerbero haga algo raro.

Tomé uno de los cómics que me había prestado Alex para el viaje, yo no sabía que el era fanático de los cómics hasta el día de ayer, no se le nota que es un friki, así que me sorprendió mucho.

4 horas de viaje:

¿Sabían qué en los aviones a veces te dan comida? ¡Porque es genial y yo no tenía idea!

Cerbero ya se había quedado dormido, así que guardé los dulces que me habían dado en mi mochila y aproveché de dormir, en la noche no pude dormir bien debido a los nervios, ahora sigo tan nerviso que podía vomitar mis tripas, pero el sueño es más fuerte.

Me acomodé en el asiento y saqué una mantita de mi mochila, al menos yo que soy una paletita de hielo con patitas sí tengo frío, porque al parecer era el único.

Ni siquiera el niño a mi lado tenía frío, aunque él si estaba dormido desde hace mucho rato, pensé que quizás se podía enfermar así que lo cubrí​ con la manta también.

Me acomode y me dormí, tenía la esperanza de que ya hubiese pasado mucho tiempo, y que estuviesemos cerca, pero no, estábamos a 2 horas aún.

El niño a mi lado al verme despierto me ofreció un autito de juguete, yo sonreí enternecido y lo acepté, él empezó a chocar el autito con el mío, luego lo movió por todos lados y me hizo señas para que hiciese lo mismo, yo obedecí y jugamos a las carreritas antigravitasionales.

Al parecer estuvimos mucho rato jugando, porque al ver la hora ya faltaban sólo 40 minutos.

El niño a mi lado se había vuelto a quedar dormido, yo quería devolverme a mi casa, estar con Carter y que ella me acariciara la cabeza, que Dayana y yo viesemos películas juntos o que Michael me hiciera un café de esos que le salen tan ricos sólo a él.

Traté de concentrarme en otra cosa, así que saqué un libro que me había regalado Carter y comencé a leer, pero realmente, no entendí nada porque tenía mi cabeza en otro lado.

Cuando ya faltaban 10 minutos sentía que me iba a dar un paro cardíaco, siempre fui una persona nerviosa y realmente no sabía como reaccionar ahora.

Y así los minutos fueron disminuyendo y ¡La hora estaba mal! Llegamos 7 minutos antes, ni siquiera me puse preparar psicológicamente.

El niño se despidió de mi y su madre me agradeció con una seña, yo guardé mis cosas en la mochila y tomé la caja de Cerbero para bajarme del avión.

Sólo tenía que retirar una maleta, así que no sería tan complicado el retiro, eso creí, pero si lo fue y fue laaaargo, aunque eso me ayudó a prepararme mejor en cuanto a mis emociones.

Tomé mi maleta y caminé como cordero recién nacido a la puerta, allí había un montón de gente abrazándose con sus familiares, miré hacia todos lados sorprendido, el aeropuerto es grande, estaba concentrado en las instalaciones hasta que sentí un peso en mi pierna.

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