Mute

Michael

Christian corrió hacia su casa, no estaba muy lejos, así que no llegó a cansarse en realidad, allí encontró a Michael, este no se veía como siempre.

En realidad, la cabeza del castaño estaba llena de ideas, también llevaba un bolso con muchas cosas, después de mucho quería hablarle de su vida a Christian, más que nada porque esta última semana el chico había estado muy distante y el oji cielo quería que supiera que estaba con él, que podría apoyarlo si quería que hablaran de algo.

El castaño sacó sus llaves y entraron a la casa, Christian subió rápidamente la escalera seguido por Mike, llegaron al cuarto del más bajo, así que este pudo sacarse el delantal que usaban para cuidar a los niños y se sentó en la alfombra, Michael hizo lo mismo.

“Chris, hoy he venido a contarte algunas cosas de mi, sólo espero que esto no afecte de ninguna forma tu manera de verme a mi o a mi familia ¿Entiendes?” Eso estaba escrito en un papel que Mike le entregó al mayor, este asintió confundido.

“No puedo odiarte aunque lo quisiera” pensó este.

Michael asintió y sacó algunas cosas de su mochila.

“Este es Akihiro Shizen” Michael apuntó la foto de un japonés que estaba dentro de un álbum “y es mi padre”.

...

Akihiro Shizen era un chico de 11 años que acababa de llegar a Estados Unidos por los negocios de sus padres, él sabía muy poco inglés, aún así  sus padres lo llevaron a aquel desconocido país.

La familia Shizen tenía un par de negocios en el extranjero, así que era probable que se quedarán allí mucho tiempo, razón por la cual compraron una casa nueva, en un barrio que se llenaría pronto de gente nueva.

Shizen comenzó a ir a la escuela, aunque como era obvio, era molestado por ser japonés, aún así sus padres no le hacían mucho caso, así que él estuvo obligado a seguir la vida y volverse cada vez más intolerante.

Los años pasaron y eventualmente aquel chico cumplió 16 años, ya era todo un americano en ese momento, pero aún así no pude volver a ser como antes, una persona divertida y risueña, ahora sólo era frío y serio.

Pero bueno...papá tenía que caer en algún momento.

Cuando caminaba por los pasillos de la escuela vio a una chica de 14 años, llamada Sonia Castillar y ella...

Era española.

Aunque eso no era lo más importante, lo raro de ellos era como se conocieron.

Papá vio que mamá llevaba la falda manchada con sangre, así que se acercó a ella, sin decirle nada amarró su.m sudadera a la cadera de mamá y la llevó corriendo a un baño, cosa que dejo a mamá bastante confundida.

—Hey niña, estás manchada allí atrás—Dijo papá a lo que mi madre reaccionó enrojeciendo al máximo y corriendo dentro del baño de chicas tomando la mano de papá que obviamente, estaba apenado.

—Hey tú—Mamá le llamó la atención, papá la escuchó atentamente—Necesito que vayas a mi casillero por mis ropas de deporte, te entregaré las llaves...sólo...no me abandones ahora por favor.

—dejarte ahora sería imperdonable—Respondió papá desde el otro lado de las puertas de los baños, mamá le entregó una llave que para suerte de papá, tenía número y todo.

Sabes que su historia no es particularmente normal con sólo leer el inicio ¿No?

Chris asintió entre risas ¿Quién conoce al amor de su vida así?