verdad o reto y rota.

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Michael:

Cerré mi puño con fuerza.

Yo y Chris habíamos sido los elegidos para comprar palomitas de maíz, todos los demás estaban dentro de la sala, el problema es que...

Puedo ver a uno de los encargados del cine comer con la mirada A MI castaño.

Tengo ganas de sacarle los ojos.

Christian tiró de mi manga, haciéndome avanzar en la fila, tomé su mano aprovechando la oportunidad y me reí mirando al chico encargado.

Eso imbécil, circulando, él es mío.

Christian siguió tomado de mi mano, eso me hizo sentir avergonzado y a la vez cautivado, llegamos a la caja y nos separamos, ojalá la fila fuese de horas.

Tomamos las compras y buscamos la sala, fue entonces cuando comencé a maldecir.

Yo tenía que estar sentado junto a mi novia, en la fila de adelante estaban Elliot y Chris, podía ver todos sus movimientos y me tenía de los nervios.

No lo está haciendo por él, lo hace para torturarme, quiere lo mismo que los demás.

Luego de una larga tortura llamada película, salimos del cine, no es que la película fuese mala, sólo era que todos querían verme celoso hoy.

Fuimos a dar vuelta por las tiendas del centro comercial, Max arrastraba a Chris a todas las tiendas que le llamaban la atención, el de ojitos naranjas sólo se dejaba arrastrar.

Agata y Dayana habían entrado a una tienda de ropa también, así que sólo estábamos yo y Elliot.

—Entonces...

—No, cállate-lo frené.

—¿No te dan ganas de...

-Shhh.

—Oh Michael~.

—Contigo de amigo mejor ser antisocial, hijo de puta.

Luego de un rato de andar tienda por tienda, a todos les dio hambre, menos a Chris que aún no se acostumbra a horarios.

Es más, se estaba quedando dormido.

Agata jugaba con sus mejillas cuando él cerraba los ojitos, tocándolas con la punta de sus dedos, Christian reía despacito, ya se habían hecho amigos, o eso parecía.

Miré embobado como el castaño luchaba por mantenerse despierto, a veces abría sus ojitos sólo para mirarme y los volvía a cerrar, un día de estos me va a matar.

-Michael-susurró Agata luego de pedir su comida-¿podemos hablar luego?

Asentí y todos esperaron la llegada de sus platos, menos Math, que ya estaba acomodado en el borde del sofá, dormido.

Habíamos querido pasar la tarde juntos ya que estábamos muy aburridos y nadie tenía qué hacer, además ahora que Chris volvió todos querían pasar tiempo con él, lo cual no me extraña.

El celular de Agata sonó y ella cambio su expresión feliz.

—Ya veo—Dijo—Estaré allí en menos de media hora—Cortó y me Miró—Chicos, mi madre tuvo un problema, debo irme a casa ahora mismo—Bajo su rostro apenada—Mike, otro día hablamos ¿bien?—Preguntó antes de salir corriendo.

—¿Qué habrá pasado?—Preguntó Max, aunque todos estaban igual de confundidos.

Todos se quedaron en silencio y siguieron comiendo, era algo personal, además, luego podría hablar con ella.

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