Baja rápidamente de la cama acomodando la sábana alrededor de su cuerpo y busca algo como loca, comienza a correr de un lado a otro, me está poniendo nervioso.

—¿Qué? ¿Qué estamos buscando? —comienzo a correr con ella buscando lo que sea que busca.

—Mi celular —exclama, casi gritando. Casi me hace chillar por la impresión y la tensión del momento que no ayuda en nada —tomo el mío que posaba sobre la mesa de noche para poder marcar su número.

—Préstamelo —espeta, y lo arrebata de mis manos. Observa la pantalla y chilla, haciendo que mis tímpanos se resientan —¡No puede ser! Aún faltaba un día.

—¿Para qué? —pregunto desconcertado ¿Porqué las mujeres son tan raras?

—Para mi menstruación —menciona, despejando de su frente algunos mechones de pelo que me habían colado frente su rostro —no traigo conmigo ningún maldito tampón.

—¿Qué cosa? —comienza a revolver todo en el interior de su bolso como loca y yo la observo frunciendo el ceño, y mis alarmas se activan... dijo... ¿menstruación? Llevo mis ojos a mi mano derecha y mis dedos están cubiertos del líquido rojo... ¿menstruación? Ahogo un grito.

—¿Esta mierda en mis manos es sangre de ahí? —estoy tan alterado que no puedo pensar, me dan arcadas pero ya nada me sale porque mi estómago está vacío.

—¿Por qué... Por qué todos tus dedos están cubiertos de mi menstruación? ¿Y tu cara? —toma el bastón nuevamente y se acerca a mi apuntándome con él, cubro mi cabeza por instinto.

—¿Mi cara? No no no... ¿Por qué Dios me haces pasar por estas cosas? —digo, en un sollozo, pero no estoy llorando —¿Porqué me pasan estas cosas a mí? ¿Por queeeeee?

—Necesito que vayas a buscarme unos tampones, ahora mismo —levanto la mirada a sus ojos, aturdido. Espero no sea cierto eso que me está pidiendo.

—¿Tampones? ¿Qué mierda es eso? ¿Se come? —me mofo, obvio sé que es un tampón. Son buenos para detener flujos de sangre de tu nariz cuando te la rompen en una discoteca por coquetear con la mujer de un luchador de la UFC.

Ella levanta el bastón y cubro mi cara.

—¿Que mierda hace ese bastón aquí? —pregunto temeroso, que no me pegue en el rostro por favor Ser Supremo —iré a deshacerme de esa cosa hoy mismo.

—Tú se lo quitaste al señor que llevaba las flores. Y luego me querías azotar con él diciendo que eras Christian Grey.

Ella lo tira al suelo cabreada y yo solo la observo intrigado ¿Qué? Clavo la mirada en ella quién está comenzando a sacar todas las cosas de su bolso.

—¿Quien puta es Christian Grey?

—El tipo de la película que vimos antes de venir a Las Vegas.

Y ahí recuerdos vienen a mi mente.

~~~~~~

Odio lazs relaxzioness siemprrre terrminass joddido.

Szi. Dimmmeelo a mí, mi ex se acostó con dozs de miszs amigazss. Malditasss hijaszz de putaaa

A mii me dejaronn por un tipooo con dineeroo un messz despueszz deee propponerleee matriiimonio.

—¿Qué? —lleva un trago de cerveza a su boca mientras me mira intrigada y yo no puedo quitar mi mirada de su escote, aún ebrio puedo distinguir entre que está bueno y qué está buenísimo.

Tu y yooo deberiaaamos caszarnoosz nos entendemoszz bastanteee —alterno mi mirada entre su busto y sus ojos.

Tienezs razonnnn. Vamonos a las malditassxx Vegas hoyyy mismo.

Recién Cazados © (Borrador de la 1era edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora