Could be...

Capítulo 20

-Pueden irse, ustedes arreglan los entrenamientos, salidas, lo que sea, Bert vendrá por ustedes a las cinco de la tarde.- habló Tim.

Asentí y salí del lugar. Escuché los pasos desde atrás de Tyler. Me detuve hasta que estuvo a mi lado.

-Nunca he trabajado con alguien, cuando ha tenido que hacer digamos que terminaron muertos, así que supongo que será mejor que no me jodas si no quieres acabar como los demás, ¿entendido?.- pregunté. Este levantó sus manos en señal de rendición. Sonrió dejando ver sus blancos dientes. Fruncí el ceño.

-¿Qué haremos?.- preguntó cuando seguimos caminando.

-Primero lo más importante, ¿Sabes pelear?.- pregunté.

-Bastante, es lo que mejor se me da.- alardeó.

-Pues vamos a ver.- dije.- Iremos a pelear entonces, conozco un lugar, sígueme.- avancé hasta mi moto que había estacionado afuera.

-linda moto.- dijo. Luego se subió a la que estaba al lado, alcé mi ceja, era igual a la mía pero en color rojo. Sonreí luego de ponerme el casco.

-Vamos.- hablé. Conduje hasta un club de boxeo que visitaba habitualmente, "Boxing", nombre original, nótese el sarcasmo. Quedaba frente a la playa. Luego de estacionarnos ambos bajamos.

-¿Crees que te dejen entrar?.- preguntó Tyler. Lo fulminé con la mirada. Idiota. Abrí las puertas y sonreí.

-Veo que te soltaron Keiler, ya te extrañaba aquí.- dijeron.

-Hola Henry.- saludé, era el dueño del lugar y mi amigo.- Él es Tyler Hawk, mi compañero de trabajo, así que venimos a pelear.- dije. Henry rió.

-Suerte con ella amigo.- le dijo a mi acompañante. Sonreí.- Cámbiense y aquí los esperamos, me iré a las apuestas.- me guiñó un ojo para luego irse.

-Nos vemos luego Tyler.- dije caminando hacia el camarín.

-Dime Ty, Tyler no me gusta.- dijo bufando.

-Adiós Ty...ler.- entré para cambiarme.

Al salir me preparé, calenté un poco para no lesionarme, Tyler hizo lo mismo. Cuando ya estuvimos listos entramos al ring. Henry dio el inicio. Esperé a que él diera el primer golpe, ya que no sabía su forma de luchar, por lo tanto con su primer golpe sabría su punto débil. Golpeó con su gancho derecho, lo bloqueé. Su pierna izquierda es su punto débil, apenas la mueve para sujetarse. Golpeé su estomago con mi gancho derecho y luego con el izquierdo golpeé su mandíbula.

-Tus golpes, analízalos, no golpees por golpear.- dije. Asintió pero volvió a fallar. Bloqueé su nuevo movimiento y calló al suelo. Esperé a que se levantara. Al llevar ya un buen rato había logrado golpearme, conseguí lo que quería, él estaba más concentrado y lograba bloquearme algunas veces.

Recibí un golpe en mi mandíbula por el lado izquierdo, tiene un buen gancho. Estaba sudando y necesitaba agua, por lo que acabaría esto rápido. Noté que miraba mi cuerpo, fruncí el ceño. Con mi pie derecho golpee la parte de atrás de su rodilla y mi puño impacto en su estomago y luego en su mejilla izquierda, él cayó al suelo.

-Si vas a trabajar conmigo más te vale no distraerte, ¿entendido?.- me acerqué a él. Cuando asintió me bajé del ring para ir a ducharme y cambiarme.

Cuando salí, Tyler aún no estaba listo, así que me acerqué a Henry.

-Me has hecho ganar dinero linda... como siempre.- rió. Sonreí.- ¿Cómo has estado?.- preguntó. Me encogí de hombros.

-Es lo que menos importa ahora.- dije haciendo una mueca.

-Todos cometemos errores, solo mírame.- dijo.- ya pasará.- sujetó mi hombro dándome confianza. Sonreí.

Henry pasó veinte años en prisión, estuvo metido en problemas y lo atraparon a los treinta, ahora a sus cincuenta y siete años tiene uno de los clubes más importantes de California.

-Ya era hora.- dije al ver salir a Tyler. Este sonrió mientras se alborotaba en pelo.

-¿Ya nos vamos?.- preguntó. Asentí.- Adiós Henry.- se despidió. Y salió.

-Adiós y gracias.- Besé su mejilla.

-Adiós pequeña, cuídate.- dijo. Sonreí y volteé para salir. Saqué mi celular del bolsillo de mis pantalones, iba tan concentrada que no me di cuenta cuando choqué con alguien haciendo que mi celular cayera al suelo.

-Lo siento.- Dijo el chico agachándose para recoger mi celular.

-¿Noah?.- me sorprendí cuando se levantó para darme el teléfono.

-¿Keiler? ¿Qué haces aquí?.- preguntó algo nervioso.

-Entrenaba.- dije.-¿todo bien?.- pregunté.

-Emmm... Keiler, Taylor recordó todo y...

-¿Keiler?.- preguntaron a mis espaldas. Joder. Volteé.

-Taylor.- dije, pensé que estaba en el hospital aún.- creo que debo irme.- hablé apenas mirándolo.

-¿Por qué?.- preguntó él.

-Es lo mejor.- me encogí de hombros.

-¿Para quién?.- lo miré, ¿a qué venían tantas preguntas? fruncí el ceño y sabía que estaba tratando de hacerme sentir mal... otra vez.

-Keiler, ¿está todo bien?.- Tyler se acercó.

-Si.- dije mirandolo, esperé a que se alejara.

-que bueno que hagas nuevos amigos.- habló Taylor. Reí sin ganas. Estaba siendo un idiota ahora mismo.

-¿tienes más cosas que decir? Porque si es así, esta bien, te escuchó.- dije. Él me miró sin decir nada.- ¿sabes que Taylor? Ok, me equivoqué en mentirte y en permitir que te involucraras conmigo, pero no puedes negar que te dije que te alejaras de mi desde un inicio. ¿Quieres hacerme sentir mal? Esta bien lo merezco, lo siento ¿si? Estoy arrepentida pero lo hecho, hecho está. ¿Qué quieres que haga? Estoy saliendo de tu vida y yo te estoy sacando de la mía, ¿quieres que salga de la de los chicos también? Lo haré si es lo que quieres, pero ya basta con estos juegos.- solté.

-¿quién dijo que te quiero fuera de mi vida?.- preguntó.

-tu.- lo señalé.- en tu carta.- me fui de allí sin esperar palabras.