c u a r e n t a y t r e s

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Escuchaba gritos y quejidos de fondo. Jungkook se reía de vez en cuando a carcajada limpia mientras su novia protestaba porque nunca le dejaba ganar a alguno de sus estúpidos jueguecitos de acribillar soldados. Estaban en la sala de estar, ocupando el único sofá y peleándose como la típica parejita de adolescentes que eran. Apreté los labios y expulsé todo el aire que había estado conteniendo hasta el momento por la nariz, frotándome las sienes y tratando de mantener la calma.  Me dolía bastante la cabeza, y escuchar sus gritos desde la cocina no me ayudaba demasiado. Mi madre me dijo que me encontraba mal por no dejar de pensar en Yoongi, que era algo psicológico.

Él se había ido hace un par de días, nada más decirme que quería irse a vivir solo al apartamento que compartió con Namjoon. Le llamé un par de veces para saber cómo estaba, pero no cogió el teléfono. Me respondió al rato con un mensaje que decía ''estoy bien'', y nada más. Intenté dejar la mente en blanco y no pensar en todas las cosas terribles que podían suceder, y a pesar de conseguirlo por un buen tiempo, la cabeza seguía doliéndome.

Me acerqué a la sala de estar sujetando una taza de té en la mano. Volví a suspirar al encontrarme a Olivia mordiendo la mano de Jungkok y a mi hermano medio lloriqueando al mismo tiempo que aporreaba los botones del mano de la consola con una sola mano.

— Eh, — llamé su atención. Mi hermano me ignoró, pero Olivia se giró para mirarme con sus enormes ojos verdes. — ¿por qué no salís fuera y disfrutáis un poco del ambiente navideño?

— Del frío, querrás decir. — me corrigió Jungkook.

— No me encuentro lo suficientemente bien como para quitarme la zapatilla y lanzártela. — le dije.

— Está bien, saldremos.

— Así podréis hacer las cosas de parejita fuera de casa. Como hace frío, podéis daros calor...

— ¡Hye! — exclamó, entre ofendido y avergonzado.

Su novia miró inmediatamente hacia otro lado, algo roja. Eran tal para cual. Cuando uno se sonrojaba, el otro acababa triplemente rojo, y así. Solté una risilla y volví a la cocina mientras ellos dos trataban de limpiar todo el desorden que habían formado en la sala de estar -entre videojuegos, bolsas de comida basura y cojines por el suelo, el salón era una caos total-.

Me senté en una de las sillas de la cocina, cansada. Miré el calendario que estaba imantado al frigorífico. Quedaban un par de horas para año nuevo, y yo lo pasaría sola. Empecé a hacerme la idea de que era lo mejor para mí. Y para Yoongi.

Oí cómo Jungkook bajaba las escaleras corriendo, como solía hacer siempre. Las paredes retumbaron. Entró a la cocina como una exhalación, se puso a abrir cajones como loco, buscando algo, y empezó a perder la paciencia. Se giró hacia mí con la boca abierta para decir algo, pero mi cara de muerta le hizo cerrar la boca.

— Hye, ¿quieres que te traiga analgésicos o algo...? — me preguntó.

Negué con la cabeza. — No, estoy bien.

— Pero si parece que van a enterrarte...

— Que no, que estoy bien. — intenté sonar convincente. Jungkook se encogió de hombros y empezó a abrir cajones otra vez. Fruncí el ceño. — ¿Qué buscas?

— Las llaves del coche de mamá.

— Kookie, todavía no tienes el carnet de conducir.

— No pasará nada si la policía no me pilla... Además, conduzco muy bien. Te lo prometo. No me he chocado con nadie.

— De momento. — apuntillé.

Protestó, rodó los ojos y se acabó dando por vencido. — El metro no es romántico, Hye.

Hold me tighter (HMT2)  » Suga;BTS✔Where stories live. Discover now