t r e i n t a y u n o (ii)

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¿Para qué mentirme a mí misma? No me gustaba cómo Yoongi había empezado a tratarme. No estaba acostumbrada a que me llamara ''cariño'', ''novia'' o  variantes similares cada dos minutos, o a que su mano estuviera en mi cintura todo el rato. Me resultaba empalagoso, y en más de una ocasión me pregunté si yo no me habría convertido en el Suga de antes. A Yoongi nunca le habían gustado ese tipo de apelativos. Sin embargo, me quedé callada y no protesté. Una parte de mí tenía miedo; temía que Yoongi se desestabilizara -más- con algún comentario fuera de lugar o una acción equivocada. La psiquiatra de Yoongi me había comentado que no era muy aconsejable que le negáramos todo lo que quería hacer o todo lo que decía si no queríamos provocar reacciones imprevisibles en él. Quizá me lo había tomado demasiado al pie de la letra.Guardé silencio durante mucho tiempo. De todas formas, Yoongi parecía estar bien. No había tenido ningún comportamiento violento desde que le diagnosticaron, tampoco una crisis nerviosa o una nueva depresión. Pero no estaba tan calmado como de costumbre. Estaba distinto, exultante, y definitivamente, no me gustaba. Me daba mala espina. 

Después de coger el metro hacia la estación de tren y de mirar los precios e itinerarios de los trenes a Daegu, Yoongi cambió de idea. 

— Siempre he querido subirme a un tren sin saber a dónde va.

Fruncí el ceño, suspicaz. — Me lo dijiste hace mucho...

 Yoongi me miró con una sonrisilla divertida en los labios, agarró mi brazo para ponerlo alrededor del suyo y empezó a caminar hacia el primer tren que vio parado en el andén. Traté de clavar los pies en el suelo porque sabía lo que iba a hacer, pero Yoongi consiguió arrastrarme hasta las puertas de uno de los vagones. Estaba abierta. Yoongi intentó empujarme hacia dentro del tren. 

Me retiré con rapidez justo — Eh, Yoongi, no pue-

— ¡No quiero ir a Daegu! —  sentenció.

Hizo ademán de cogerme la mano, pero algo le detuvo. Yoongi, como si hubiera tenido una buenísima idea que llevar a cabo, se subió al vagón dejándome atrás. Obviamente, tuve que ir detrás de él. Le vi caminar con rapidez por el pasillo central del tren, buscando con la mirada algún asiento libre. Conseguí alcanzar a Yoongi justo cuando iba a pasar a otro vagón. Agarré su muñeca con fuerza antes de que él abriera la puerta y tiré de él para que se diera la vuelta. A Yoongi no debió de gustarle demasiado, agitó el brazo y me miró bastante cabreado. Cogí la mano de Yoongi como si no pasara nada y salí de allí, arrastrándolo conmigo mientras él protestaba. 

Yoongi vio su oportunidad de oro antes de salir del vagón. Empujó con el pie otra puerta, pasó su brazo por mi cuello, casi ahorcándome, tapó mi boca con su pálida mano y me llevó al interior de lo que parecía ser el baño mientras decía algo entre dientes. Me obligó a entrar dentro con un codazo. Él entró con rapidez al servicio, cerrando la puerta tras él. 

— ¿¡Qué hac-

Volvió a tapar mi boca con su mano, bastante más fuerte. Frunció el ceño, entre irritado y amenazador, me mandó callar con un simple ''shh'' y puso el cerrojo a la puerta. Se interpuso entre mi cuerpo y la salida, prohibiéndome el paso. Suspiré disimuladamente. 

— Nos vamos a algún lugar. — soltó, encogiéndose de hombros con toda la naturalidad del mundo. Se apresuró a hablar. — Sólo quiero cumplir uno de mis muchos sueños, ¿sabes? El otro día pensé en que  soy demasiado genial como para quedarme encerrado en casa. Quiero conocer gente. 

Enarqué una ceja. Yoongi empezó a acercarse a mí peligrosamente, así que antes de que me tocara o rozara, puse mis manos en sus hombros con un sonrisilla algo fingida. — Hey, Yoongi, ¿qué te parece si cogemos el metro de vuelta y vamos a... conocer gente?

Hold me tighter (HMT2)  » Suga;BTS✔Where stories live. Discover now