v e i n t i o c h o

46.5K 4K 2.4K
                                    

Las cosas no fueron tan mal como pensé después de que Hoseok se marchara. De hecho, todo se calmó. Yoongi tomaba todas las dosis de medicación sin rechistar, aunque poco a poco fue notando los efectos adversos. La somnolencia que le provocaba el litio le hizo perder su puesto como pianista en la orquesta de Seúl, aunque sí entró de nuevo al conservatorio. Alternaba las clases con las sesiones de psicoterapia, aunque él decía que no le hacían demasiado efecto. Los dos estábamos igual de ocupados que en Londres, o más, lo cual significaba que por fin todo había vuelto a la normalidad. Yo tenía tanto trabajo entre el hospital y la universidad que no celebré mi cumpleaños. Las cosas iban bastante bien, aparentemente. Ni siquiera Yoongi se fiaba de que las cosas fueran como la seda. Desde que le diagnosticaron, él tenía la idea de que iba a volver a empeorar en cualquier momento, de que todo iba a volver a torcerse. Tanto Hoseok como yo le dijimos que eso no iba a pasar. Le animamos a seguir con el tratamiento. 

Los dos estábamos tan ajetreados que ni siquiera nos saludábamos. Como mucho, desayunábamos juntos y cruzábamos algún par de palabras con Jimin. Por la noche, él estaba demasiado cansado como para hablar, y yo estudiaba hasta la madrugada mientras Yoongi dormía. O hasta que Yoongi se quejaba de que no estaba acostumbrado a dormir solo y me obligaba a meterme en la cama con él.

Yoongi vino a buscarme a la salida del trabajo una tarde inusualmente fría. Le vi a lo lejos, esperando fuera del hospital, con la cara hundida en una enorme bufanda negra, encogido sobre sí mismo por culpa del frío. Dejé al pequeño Jae en los brazos de sus padres, volví a por mi bolso, me despedí de Joon prometiéndole que le invitaría a un café al día siguiente y me marché, casi corriendo. Había escuchado una conversación telefónica entre Hoseok y Yoongi, así que supuse por qué el primero había venido a por mí. Según Hobi, el amor era como una planta: ''si no la riegas, llamará al jardinero''.  Estaba segura de que Yoongi estaba celoso de Joon; pasaba más tiempo con el castaño que con él, así que por eso Yoongi había venido a buscarme.

Aunque yo sabía que Kangjoon sentía algo por mí desde hace tiempo, sentí que era bastante más fuerte de lo que pensaba. Traté de mantener las distancias, pero éramos compañeros de clase y de trabajo, además de amigos. Era imposible no verle cada día a cada hora. 

Lo peor de todo es que Joon empezó a mover ficha. Aprovechó que Yoongi estaba ocupado con el conservatorio, las pruebas y las consultas para comenzar a acercarse más a mí. Y yo, como buena tonta enamoradiza, sabía que tenía un grave problema. ¿Pero qué le iba a hacer? Era guapo, alto, dulce, le gustaban los niños, les ayudaba, me ayudaba a mí y me invitaba a cafés. Era el candidato a yerno que toda madre desearía tener. 

Y luego estaba Yoongi. Callado, escueto, inestable, sin llegar al metro ochenta y pasando olímpicamente de todo, menos del piano. Pero, a pesar de todo, también seguía queriéndolo. 

Crucé la carretera que nos separaba y me acerqué a Yoongi. Él levantó la cabeza al verme.

— Hola. — le saludé, dando saltitos para entrar en calor. Hacía demasiado frío.

— Hola, ¿tienes tabaco? — directo, como de costumbre. — Necesito fumar.

— A seiscientos won los cien gramos. — bromeé. Yoongi rodó los ojos, bastante cabreado. — Lo siento. — sonreí algo avergonzada. No supe por qué seguía haciendo chistes de aquel tipo. — No, no tengo cigarros. Ya no fumo. ¡Y tú tampoco!

— Ya, bueno. — bostezó. — ¿Tienes dinero?

— No voy a comprarte cigarrillos, Yoongi. 

Chasqueó la lengua. — Joder, vale...

— ¿Estás bien?

— No. — respondió con rapidez, abatido. Suspiró. — He vuelto a quedarme sin plaza en la orquesta. Dicen que no tengo la energía de antes. Y que no me necesitan.

Hold me tighter (HMT2)  » Suga;BTS✔Where stories live. Discover now