Resumen que hice en mi cabeza: — Está alucinando. — solté.

— Sí, bueno, digamos que podemos llamarlo así. Está en el hospital; sólo tenemos que firmar su ingreso. Sólo te llamaba para informarte de la situación y para preguntarte si estás de acuerdo con su ingreso en el hospital, Hyesun. Eres la única persona que ha mencionado en todo este rato y eres quien estaba a su cargo, así que... ¿Qué te parece? Si Yoongi ingresa, — dijo, como si tratara de convencerme — su vida, ni la tuya, ni la de nadie correrá ningún riesgo. Mejorará en un par de semanas. Es por su bien. También por el tuyo. No haremos nada que no sea necesario o vaya en contra de su salud.

No había más remedio. — Bien. Qu-quiero decir, que me parece bien.

— ¿Firmo el ingreso?

— Sí. — respondí, sin titubear, sorprendiéndome de lo segura que estaba.

— Vale, perfecto. Nos mantendremos en contacto, Hyesun. — se despidió. — Si hay alguna novedad, te llamaré. Yoongi está en buenas manos. No tienes por qué preocuparte.

— ¿Podré... visitarle?

— Claro, pero tendrás que esperar un tiempo.

Suspiré. — Gracias por todo.

— A ti. — canturreó.

La doctora cortó la llamada. En cuanto me retiré el teléfono de la oreja, lo dejé sobre la encimera, me senté en el taburete otra vez y hundí la cabeza entre mis brazos. Emití un quejido agudo y desesperado. Noté cómo Jimin me daba unas palmaditas en la espalda, como si quisiera consolarme a pesar de que no sabía muy bien qué estaba pasando. Antes de que me preguntara, decidí hablar.

— Está en psiquiatría. — le expliqué — Yoongi está delirando y le han ingresado en el hospital.

— ¿E-en serio? — me preguntó Jimin, incrédulo. Paseó la mirada por todos los rincones de la cocina, entre nervioso y preocupado. — Joder, pues va a resultar que sí está loco de verdad...

Resoplé. — Ha perdido la cabeza. No va a salir de esta. Y si lo hace, no va a poder ser el mismo.

— No seas tan negativa, anda. — Jimin intentó sonreír, pero sólo consiguió hacer una mueca algo triste y desganada. — Va a ser Navidad, tu familia viene a verte y estás en la flor de la vida. ¡No te amargues!

— Pero Yoongi...

— Parece un palito, pero en realidad es alguien fuerte. — volvió a darme un par de palmadas en la espalda y se sentó a mi lado. Extendió los brazos sobre la mesa e imitó mi posición. Nos miramos. — Está con profesionales. No nos necesita.

Me dolió bastante que dijera eso. Al parecer, Jimin no sólo había perdido los nervios como sospechaba. También la paciencia y las ganas de ver a Yoongi. No protesté, simplemente me limité a suspirar con pesadez. Supuse que lo mejor era no pensar en nada relacionado con Yoongi y alegarme por poder volver a ver a mi madre y mi hermano.

— Voy a vestirme. Seguro que Kookie llama enseguida.

Fui hacia la habitación de la planta baja y dejé que Jimin se quedara con mi teléfono. De todas formas, no iba a encontrar nada fuera de lugar. No me importaba que fisgara. Con tal de que no metiera la pata y hablara a quien no debiera, me conformaba.

Cerré la puerta. Me vestí con lo más abrigado que encontré: unos pantalones de tela gruesa, una camisa de manga larga y una chaqueta de punto grueso. Hacía demasiado frío, y tenía la sensación de que mi madre me iba a regañar si no me abrigaba lo suficiente. Y lo menos que quería en aquel momento eran escuchar los chillidos de mi madre.

Hold me tighter (HMT2)  » Suga;BTS✔Where stories live. Discover now