v e i n t i t r é s

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— Estás borrachísima. — comentó, cogiendo la botella de vodka y mirándola con curiosidad. — ¿Qué es esto? — bebió, sin saber siquiera qué era el líquido que llevaba dentro. — Creo que debería bebérmelo antes de que te dé un coma etílico.

— ¡Nooo! — grité. — ¡Es mío!

— Todo lo que toco es mío.

— ¡Soy tuya! — exclamé, riéndome entre dientes y pataleando como una estúpida, como si tuviera una sobredosis de azúcar.

Yoongi me miró con cara de asco, dio un nuevo trago de la botella mirándome todavía con la nariz arrugada. Bajo el brazo, pero volvió a beber. — Voy a tener que emborracharme para olvidar esto...

— ¡Vamos, no mieeeentas! — le dije, dándole un golpe en el costado que le obligó a beber más vodka. Y a poner otra cara de asco sólo para disimular una sonrisa. — ¡Sabes que es más divertido si nos emborrachamos juntos! Ugh, es-estoy mareada.

— Camina a cinco metros de mí y no me vomites encima.

Creí que iba a dejar de estar mi lado y por eso me puse a lloriquear otra vez, pero Yoongi me dio la mano y tiró de mí mientras yo protestaba y repetía que estaba demasiado borracha como para ir andando. Aún así, Yoongi consiguió que recorriera más de la mitad del camino hasta el apartamento sin mediar palabra gracias a sus comentarios cortantes y a que me dejaba dar sorbos al vodka de melocotón -aunque yo estaba convencida de que era whisky de mango- como si yo fuera un bebé que necesitaba el biberón. Sólo lo hacía para que me callara y dejara de pedirle que dijera cosas subidas de tono. La Hyesun borracha tenía sólo tenía una fase: la chica calenturienta a la par de infantil que se quejaba de que las bebidas alcohólicas con colores eran las peores.

Me cansé de andar cuando llegamos a la primera cuesta. Me abracé a una farola, gruñí y me resbalé hasta quedarme en el suelo. Yoongi suspiró y se apoyó sobre el poste de metal.

— ¿Cansada?

—Sí... Quiero llorar.

— Dijiste que no ibas a beber nada... — me recordó, juguetón y bastante sarcástico, bebiendo una vez más. — ¿Vas a caminar o voy a tener que dejarte aquí tirada? Porque no pienso quedarme aquí contemplando mi asco de vida. Y tu asco de vida.

— Nuestro asco de vida. — corregí, riéndome. Reírme era una de las estupideces que hacía cuando me emborrachaba una vez por años. Podría ver el cadáver de un perro y reírme como una loca. Cosas de borrachos. — Yoongi, todavía no me has dicho nada bonito ni nada sexy, joder.

— Alcachofa.

Volví a reírme, pero me enfurecí enseguida. — ¡Una alcachofa no es sexy!

Yoongi se lo pasaba genial tomándome el pelo al parecer, así que él también empezó a reírse conmigo. — Vale, ¿qué quieres que te diga?

— Algo como: ''Mmmmh, no hagas que te azote esta noche, gatita''...

— Mmmmh... - Ronroneó y se pasó el pulgar por los labios de la manera más seductora que su sonrisa le permitió. Yoongi cerró los ojos despacio, se acercó a mí con la botella aún en la mano, dejó que se le escapara un suspiro que mi mente de borracha caliente interpretó como un gemido y se acuclillo enfrente de mí. Le miré con ojos brillantes, esperando que dijera lo que yo había soltado. Sonrió mientras pasaba su mano por mi cintura con una lentitud pasmosa. Oí el cristal de la botella chocar contra el suelo y supe que la había dejado ahí, sobre las baldosas. Como ya tenía la mano contraria libre, Yoongi la puso detrás de mi cuello. Su tacto frío hizo que me estremeciera. No sabía lo que iba a pasar, pero estaba borracha y dispuesta a tener sexo público si hacía falta. Yoongi, cargado de confianza, con esa voz grave y ronca, se acercó a mi oído y susurró: — Alcachofa.

Hold me tighter (HMT2)  » Suga;BTS✔Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ