El Hermano De Mi Mejor Amiga

Cap 56. No te creo

*Lennon POV*

Wow, cuanto ah cambiado esta chica en tan solo unos días, me quedo viendo su perfecto cuerpo bajo la perfecta combinación de su atuendo cuando alguien abre la puerta interrumpiendo la gran vista que tenía.

-Amorcito, necesito hablar contigo.-dice una voz chillona entrando a la habitación, llamando toda mi atención y la de Azul.

-¿Disculpa?.-pregunto confundido por su repentina palabra: “amorcito”. Observo a Azul quien mira cautelosa a Maddie con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¿Tú qué haces aquí?.-pregunta Maddie dirigiéndole la mirada a Azul, ésta suelta una carcajada.

-Mejor dicho, ¿tú qué haces aquí?.-pregunta la mejor amiga de mi hermana y noto enojo en su tono de voz.

-Necesito decirle algo a Lennon, pero a solas.-dice Maddie y noto como Azul se tensa.

-Ella se queda.-hablo llamando la atención de ambas chicas.

-Está bien, pero te advierto que esto te dolerá.-dice Maddie pasando por un lado de Azul, chocando su hombro, noto como la chica castaña apreta sus puños.

-¿Qué quieres?.-pregunto tapando parte de mi torso y mis piernas con una colcha.

-Toma.-dice Azul mientras tira mi remera, la cual cae sobre mi cara. Luego de colocarme la remera le hago una seña a Maddie para que hable.

-Adivinaaa.-canturrea la chica sentada a mi lado y ruedo los ojos.

-Basta de juegos, dilo.-digo ya harto de su niñez.

-ESTOY EMBARAZADA.-grita emocionada mientras da pequeños aplausos con sus manos, una punzada me da en el corazón, con trayendo todos mis músculos, observo a Azul y noto como su labio inferior comienza a temblar.

-No te creo.-digo y ambas chicas me miran sorprendidas.

-¿Qué?,¿No recuerdas la noche hermosa que tuvimos hace unos días atrás?.-pregunta Maddie, ignorando la presencia de la amiga de mi hermana. Observo a Azul quien me dedica una sonrisa triste antes de salir corriendo de la habitación.

-Lo que hiciste fue un delito, y te demandaré por eso.-digo ya harto de esta situación, mientras me coloco el pantalón y salgo corriendo tras la chica que roba mis sueños cada noche.

*Azul POV*

Lo sabía, sabía que no podía confiar en sus palabras, pero esto es mi culpa, nunca debí confiar en sus palabras, es un idiota que no merece mis lágrimas pero mi corazón no opina lo mismo y no hace otra cosa que no sea sufrir por él, ¿por qué él?, ¿por qué no me enamoré de otra persona?, siempre supe que junto a él no haría otra cosa que no fuera sufrir, ¿cómo pude perder mi virginidad con él?,  Dios, soy una maldita estúpida, me siento la zorra más zorra de las zorras, él sólo me quiere para noches de placer, es lo único que quiere de todas, lo odiaría si el corazón me lo permitiera. Corro hacia el auto de mi hermano y saco las llaves de mi cartera, ya que yo me ofrecí a guardarlas, enciendo el motor y pongo en marcha el coche. Ya está, él será padre, y no seré tan egoísta como mi madre, ese niño o niña debe conocer a su padre, crecer junto a él y compartir cada momento único de su vida, debo aceptarlo, él ya le pertenece a otra, siempre le perteneció, no creo que haya dejado de amarla de un día para otro, es decir, yo estuve dos años para poder olvidar a Sam. El celular suena sacándome de mis pensamientos, lo tomo entre una de mis manos y lo dejo caer cuando veo su nombre en la pantalla, mostrando que me está llamando. Las lágrimas vuelven mi vista algo borrosa y puntadas frecuentes se hacen presentes en mi corazón, el celular vuelve a sonar y bajo la vista hacia el piso del coche ya que se encuentra tirado allí, noto que en la pantalla dice Mamá y decido tomar el celular para contestar la llamada, no quiero que se preocupe, ya que mañana lo exagerará todo, estiro mi brazo pero no lo alcanzo, por lo que decido bajar un poco más mi cuerpo, el pie que se encuentra sobre el acelerador lo apreta aún más aumentando la velocidad del coche, levanto mi vista para controlar la velocidad pero veo que es demasiado tarde cuando un auto viene de costado, directo a la puerta del conductor donde me encuentro, las luces me incandilan y levanto las manos para que no me de tan directo en la cara y es ahí cuando escucho un fuerte golpe que hace rodar el auto en unas ¿diez vueltas?, no lo sé, no llevo la cuenta. Mi cuerpo sale volando por una de las ventanillas que se rompió y mi cabeza choca fuertemente con una filosa piedra, haciéndome perder la conciencia por completo.