Cap 41. Quizá alguien me secuestró...

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*Azul POV*

El sonido irritable de la alarma de mi celular comienza a sonar, retumbando por toda la habitación, la apago de mala gana.

Me levanto en dirección al baño y me meto en éste, con pocas ganas de caminar.

Salgo envuelta en una toalla y tomo lo primero que veo en mi armario, que consiste en un top negro, una pollera negra con franjas blancas, unas medias negras por debajo de la pollera, combinandola con unas botas del mismo color al igual que la chaqueta.

Tomo mi bolso y mi celular a bajo a desayunar, espero que mi madre aún no esté levantada, no tengo ánimos para hablar con alguien, y de lo contrario le irá mal a esa persona.

Tomo un poco de chocolate caliente y siento la bocina del auto de Lennon llamándome desde la calle.

Tomo mis pertenencias y salgo caminando suavemente hacia el coche.

-Que cara.-dice el chico castaño cuando subo a su coche. Le muestro la lengua y luego me incorporo en el asiento del copiloto.

-La verdad es que no quiero entrar a clases.-digo largando un suspiro de frustración.

-Muy bien, ¿y a dónde irías entonces?.-pregunta curioso.

-No lo sé, simplemente quiero dormir.-digo cerrando los ojos por el sueño.

Siento que Lennon dice algo pero no lo escucho ya que me estoy durmiendo.

***

Un olor a chocolate llega a mi nariz, haciendo que mis ojos se abran, amo el chocolate.

Observo todo a mi alrededor, ¿dónde estoy?.

-¿Hola?.-pregunto tenebrosa, quizá alguien me secuestró y me tiene en este lugar.

Me levanto de la cama en la que me encuentro, al menos el secuestrador fue considerado y me dejó la ropa.

Tomo una lámpara que se encuentra sobre una mesita de noche para atacar al imbécil que me trajo a este lugar. Que por cierto es muy hermoso.

Camino a paso lento, observando todo detenidamente, el lugar me parece conocido pero no me logro acordar de donde, llego a una especie de cocina y me encuentro con un chico de espaldas, desde aquí puedo ver su perfecta espalda estructurada, al parecer está cocinando y que lleva puesto un delantal de cocina. Cuando estaba a punto de girar sobre su propio eje y descubrirme, estrecha fuertemente la lámpara que traía en manos contra su cabeza, en menos de un segundo el secuestrador se encontraba tirado en el piso.

-Conmigo nadie se mete.-digo acercándome para observar el rostro del patán. Oh, oh.-¿Lennon?.-pregunto agachándome a su lado.-LENNON.-grito con terror al ver sangre descendiendo de su cabeza. Tomo su cabeza entre mis manos.-Vamos Lennon, contéstame.-digo con la voz quebrada. Estamos en su casa del árbol, ya decía yo que me parecía familiar este lugar.

Ya Azul, concéntrate.

Dejo suavemente la cabeza del hermano de mi amiga en el suelo y me levanto en busca de un teléfono o de mi celular.
Encuentro un teléfono en un rincón de la casa, sobre una especie de biblioteca o algo así.

-¿Si?.-contesta una voz aguda del otro lado de la línea

-Hola, necesito un doctor.-digo nerviosa.

-Claro, ¿puede decirme la dirección en la que se encuentra?.-Demonios, no sé la dirección.

El chico que se encuentra tirado en el suelo tose llamando mi atención, tiro el teléfono y corro hacia él.

-¿Lennon?.-pregunto tomando nuevamente su cabeza entre mis manos y apoyándola en mis piernas.

Noto que cada vez tose más y no puede respirar, entro en shock, las manos me sudan y las piernas me tiemblan.

Llama a tu amiga, genio.

Corro en dirección a la habitación en la que me encontraba y busco con mi vista mi celular, Lo encuentro sobre una mesita de noche y corro hacia él, marco como puedo el número de mi amiga.

-Pilar.-digo seria cuando responde a la llamada.

-¿Azul?,¿qué sucede?.-pregunta y noto preocupación en su voz.

-Manda una ambulancia a tu casa del árbol.-hablo rápido, estoy muy nerviosa, no sé que hacer.

-¿Qué?,¿Por qué?,¿qué haces ahí?.-ruedo los ojos, a veces mi amiga puede llegar a ser muy curiosa.

-Luego responderé a todas tus preguntas, ahora sólo manda una ambulancia, YA.-grito la última palabra y corro hacia donde esta el chico.

La sangre ya mancha el delantal que lleva puesto, apoyo mi mano sobre la herida para que deje de sangrar, algo que es en vano.

Las lágrimas caen incontrolablemente sobre mis mejillas, mojando así también las mejillas del chico, éste tose de una manera desgarrante y me asusto al verlo tan mal. Estoy sentada a su lado con su cabeza sobre mis piernas y mis manos sobre ella, luego de unos minutos siento la sirena de la ambulancia y respiro aliviada.

Salgo corriendo por la puerta principal, bajo las escaleras de dos en dos y justo cuando voy a bajar el último escalón, el pie me hace otra jugada y siento un dolor incontrolable en él que me hace caer al suelo, las lágrimas salen aún más por el gran dolor, una especie de sueño hace que mis ojos se vayan cerrando de a poco.

-Azuuul.-escucho gritar una voz aguda a lo lejos antes que mis ojos se cierren por completo.

El Hermano De Mi Mejor AmigaWhere stories live. Discover now