Capítulo 27: "Game Over."

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—Esos trajes no podemos usarlos —comenté.

— ¿Así como los llenos de plumas o los recortados? —me cuestionó Cris.

—Ya pedí disculpas por ello y ustedes las aceptaron, es una pena que no hayas sido del todo sincera.

—Basta —intervino Dani—, sin peleas. Necesitamos una solución.

—Salgamos con esto —ofrecí señalando el traje arruinado—. Ustedes lo hicieron varias veces, ¿por qué ahora no?

—Como el tuyo no está manchado —balbuceó Cris rodando los ojos.

—Saldremos con el traje tal como está —anunció Dani—, pero tú no puedes salir con un traje diferente y hasta que no se sepa bien quien lo hizo, Carol no te presentarás.

Eso fue como un balde de agua fría calándome los huesos, aún si no era la culpable, me han juzgado y sancionado como si lo fuera. Salí del vestuario para sentarme en las gradas, pero no sabía si iba a poder ver todo el espectáculo con aquel dolor atravesando mi pecho.

—Hoy bailarás para mí, chica —me habló sentándose junto a mi golpeando mi cuerpo con el suyo haciéndome rodar unos poco centímetros.

—Creo que te quedarás con las ganas —respondí sin mirarlo—. No me presentaré y aún si lo hiciera, no lo haría para ti.

— ¿Estás bien? Teóricamente, si es para mí y el resto de chicos claro, pero eso me incluye.

—No, no lo estoy —contesté sin saber porqué le decía eso.

— ¿Necesitas algo?

Sin previo aviso metí la mano en el bolsillo externo de su maleta sacando lo que necesitaba en ese momento.

—Creí que no comías chocolate.

—Ahora lo necesito, chico.

—Entonces es todo tuyo, chica —dijo levantándose para marcharse con su equipo y por primera vez levanté la mirada para observarlo.

—Matt —lo llamé cuando ya había dado unos pasos lejos de mí a lo que volteó—, gracias —moví en mi mano la barra que me había robado de su maleta y luego él me había concedido.

—Por nada, ángel —respondió sonriendo quizá por el hecho de ser la primera vez que lo llamo por su nombre.

Lo vi terminar de alejarse, con toda esa arrogancia e idiotez, no resultó ser tan malo.

Abrí la barra en mi mano y comí un poco con una sonrisa, hace mucho que no comía una de estas y siempre fueron mis favoritas. Aquella noche cuando me ofreció esta barra, me dio mucho pesar tener que negarme y me sorprendió que llevara de mis barras favoritas en su maleta.

El tiempo pasó y era hora de iniciar el partido, entraron los visitantes, un equipo con uniforme blanco y verde hizo y su entrada junto a sus porristas con el mismo tono en sus uniformes. Después de ellos, le dieron paso al equipo local, nosotros, entraron bajo el mando del chico quien se lucía con su cabello rebotando según sus pasos y saludando al público presente, detrás de él estaba Jack, un tipo atractivo y alto, de cabellos rubios oscuros y ojos azules. El resto del equipo venía en manada y detrás de ellos nuestras porristas, había ensayado mucho esa entrada para terminar viéndola desde las gradas.

Dani, Cris, Yuko, Rachel, Sophie y Carly se encontraban con sus uniformes negros y manchados, no tenía que pensar mucho, yo sabía que había sido ella quien me sonreía desde su lugar mientras agitaba sus pompones animando al equipo que yo debería animar.

Me bajé de la grada donde estaba sentada y en el camino me encontré con Jay y Kate quienes estaban muy embelesados entre ellos.

— ¿Qué haces aquí y no allá? —me preguntó Jay.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now