Capítulo 13: "Ley estás fuera."

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—Oh, que sorpresa Señorita Manson, es igual o peor a su hermano ¿Axel?

—Alex —corrijo y volteo los ojos.

—Si, si, Alex. ¿Por qué no pueden ser más como la pequeña Kate? Es la mejor de su clase y su disciplina es envidiable. Los profesores la aman —habla acerca de mi hermana con ganas de fastidiarme, pero a decir verdad no me molesta ni un poquito, al contrario, me enorgullece que sea mi hermana.

—No todos somos iguales, Morgan.

—Director Morgan —me corrige el elevando su dedo índice— aún recuerdo en los líos en los que tu hermano me metía. Ó cuando se juntaban para hacer de las suyas, sin duda eso me aterraba. Muchos en este colegio te tienen miedo, porque es el legado que tu hermano te dejó, y el que tú le dejas a ella.

—Al menos nadie se meterá con ella, es mi manera de protegerla. ¿Por qué no me expulsa de su prestigioso instituto? ¿Por qué nunca lo expulsó a él? Me atrevo a decir que era peor que yo —inquiero alzando una ceja.

—Porque considero que son buenos chicos —sonríe irónicamente.

—Vamos, viejo. Nos conocemos, y lo único que consideras bueno es el dinero que te dan mis padres y el llenarte la boca diciendo que los hermanos Manson estudian o estudiaron aquí.

—Si, nos conocemos y por ello también sé que has andado metiéndote con la profesora de física —sonríe mostrando que el aquí tiene el poder, pero eso no me intimida para nada.

—Esa profesora lo único que hace es menear las caderas enfrente de todos —acuso sin vergüenza— ¿A caso no se ha fijado como viene a trabajar? Esos vestidos y faldas ya no están para una mujer de su edad. Peor si hablamos de los escotes en su pecho.

—Es buena en su trabajo. Sabe mucho de su materia y es a lo que se dedica.

— ¿En serio se la está tirando? —pregunto sin pensarlo y me arrepiento al instante.

— ¿Perdón? ¡Eso es inaudito! —se levanta y golpea con la mano el escritorio— ¡Detención!

— ¿No puede castigar de otra manera? ¡Estoy aburrida de ir a detención! —me quejo y una sonrisa se forma en sus labios haciéndome arrepentir nuevamente de mi tremenda bocota.

—Tomando en cuenta tu opinión, limpiarás los baños esta tarde.

— ¡A penas y hago mi cama! —me quejo poniéndome de pie al igual que el.

—Es una pena —sonríe y junta sus manos en su pecho— ahora retírate, tengo cosas importantes que hacer.

—Jugar "Solitario" no es algo que valga la pena, Morgan —digo y me marcho frustrada.

Había pasado un buen fin de semana junto a Bruno el sábado y por chat el domingo tirada en mi cómoda cama mientras mi hermana me contaba sus dramas románticos con Jay y mi hermano desaparecía como lo hace últimamente.

Lunes, no es exactamente mi día favorito de la semana y desperté de muy mal humor. Mi despertador no sonó haciéndome llegar tarde otra vez, Bryden había salido por la noche anterior y no llegó hoy por la mañana entonces tuve que llamar un taxi, el taxista me venía hablando de su vida, de cómo estaba el clima, que la economía del país está difícil, y esas cosas de mayores trabajadores, haciendo que su voz sonora irritante para mis oídos por lo que conteste de mala manera y me votó de su auto, sólo por un "Ni a mi reverenda madre le interesa toda la porquería que sale de su boca, viejo."

¿Cuándo la gente entendería que "viejo" no es un insulto? Suelo usar esa palabra como sustantivo, adjetivo, apodo, saludo... ¡Para todo!

Pasa que mi casa como muchos dicen está "a las afueras de la ciudad" y por mi calle no pasan demasiados autos, mucho peor taxis. Entonces ahí iba yo, en medio de la calle, caminando por llegar al maldito instituto. Un paso, se me hacía una milla. Sin duda, no fue un gran día para usar tacones con plataforma, pero combinaban excelente con medias negras, una falda de cuero de este mismo tono y una blusa blanca llana con mi chaqueta de siempre. Mi bolso pesaba demasiado y el dolor en mis pies no me permitía dar un paso más.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now