-Wow, no será mucha comida.- dije irónico llamando su atención, dirigió su vista a mi y rodó sus ojos.

-Que tu comas como cerdo no significa que yo también coma así.- respondió observando mi bandeja, la que tenia una gran ración de puré, mucha carne, dos flanes y jugo, en mi defensa  tengo hambre.

-No me digas que eres de esas chicas acomplejadas.- molesté. Ella rió.

-Para nada, estoy bastante bien con mi físico.- se encogió de hombros y se acercaba cada vez mas a mi.- y no soy la única al parecer.- me susurró cuando paso por mi lado, me guiñó un ojo y se fue con una sonrisa en su rostro. Joder, ¿cómo es posible que me deje sin palabras?, maldita niñita creida, tensé mi mandíbula y volví a la mesa.

-No se si ella es la difícil o definitivamente perdiste el encanto viejo.- rió Noah.

-Se quiere hacer la difícil pero siempre terminan cayendo.- me encogí de hombros y tomé asiento.

"Keiler Warren y James Blake, presentarse inmediatamente en la oficina de la directora"- se escuchó por los altavoces. Todos dirigimos nuestros ojos a la mesa donde estaban ellos y Keiler tenía sus manos sobre su rostro y James reía.

-Te juro que te voy a matar James, llevo una maldita semana en este colegio y he tenido casi más problemas que en Londres.- escuché que le dijo. James rió más.

-Eso es imposible nena.- le respondió este, Keiler lo fulminó con la mirada y le dio un golpe en la cabeza para luego ponerse de pie.- ¿Ves?, si dejaras de golpear a las personas no te llamaría la directora.- dijo James mientras la seguía.

Nadie entendía lo que sucedía, lo que yo logré entender es que al parecer es que Keiler había golpeado a alguien.

-Creo que la chica tiene lo suyo, ¿viste esas piernas?, dios que mujer.- exageró Josh.

Al finalizar la hora de comida, volvimos a las clases, me tocaba Geografía junto a los chicos, lo que decía que no me aburriría tanto.

Llevábamos unos cuarenta y cinco minutos de clases hasta que el altavoz se hizo presente.

"Se les solicita a todos los alumnos junto a profesores dirigirse al gimnasio para una charla, gracias"

¿Charla? ¿En serio?, nunca han hecho charlas, que aburrido. Todos nos pusimos de pie y caminamos hacía el gimnasio, ya todo estaba lleno por lo que buscar un asiento libre sería algo dificil, fruncí el ceño al ver a James y Keiler sentados en el escenario frente a la directora, quien estaba junto al micrófono, el cual nunca se ocupaba por que no era necesario ya que todo se escuchaba muy bien.

-Al parecer ya están todos, bien, como ustedes saben, las situaciones de violencia en este colegio nunca han sido ni serán aceptadas. Pero, eso al parecer algunas personas no lo entienden. ¿No es así Keiler?.- dijo la directora volteando a ver a la chica que estaba cruzada de brazos, soltó un bufido y rodó los ojos.

-Disculpé directora pero mis actos fueron en defensa personal, no de violencia.- corrigió Keiler. James rió a su lado.

-¿Qué es tan gracioso señor James?.- le preguntó la directora.

-Nada, nada.- respondió haciendo un gesto de desdén con su mano.

-Bien, señorita Keiler, póngase de pie, ella como castigo contará lo que hizo y luego pedirá las disculpas correspondientes, o bien, será suspendida por tres días.- alzó una ceja la directora. Reí por eso, sinceramente yo prefiero ser suspendido. Keiler se puso de pie.

-Uno, solo golpeé a un baboso por meterse conmigo, dos, no pediré disculpas ya que siendo sincera no me arrepiento, tres, señora... Esto es estupido y cuatro, vuelvo el viernes.- dijo sonriendo y volviéndose a sentar. La directora la miró enojada.

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