Cierro la puerta del baño y me desvisto lo más rápido posible ya que empezaba a tener hambre.

Me meto en la ducha y abro los ojos como platos cuando veo el tatuaje que hay en la parte de arriba de mi brazo izquierdo. Aclaro rápido mi cuerpo y me tapo con una toalla antes de entrar en el baño de Sam y Raquel.

-¿Soy la única que tiene un tatuaje en el brazo?- pregunto con los ojos abiertos como platos.

-No.- dice Sam enseñándome su brazo izquierdo.

-Tenemos que ver si las chicas también tienen hecho el mismo tatuaje.- digo sacándola del baño.

-¿Ya os habéis duchado?- pregunta Gerard sin apartar la mirada de la televisión.

-¡Tenemos el mismo tatuaje!- grito nerviosa antes de mirarle el brazo a Nicol.

-Claro.- dice el chico.- Cuando me llamaste estabas muy contenta porque os habíais hecho el mismo tatuaje todas.

Bien, Bella, bien.- pienso mientras veo el tatuaje del brazo de Raquel después de haber visto el de Nicol.

-¿No os gusta o qué?- pregunta Gerard mientras intento asimilar el nuevo tatuaje.

-¿Tan borrachas estábamos como para hacernos el mismo tatuaje?- pregunta Sam sentándose a mi lado.

-Si, un poco borrachas si que estabais.- dice divertido.- ¿No os gusta o qué?

-A mi me gusta, pero no tenía pensado hacerme más tatuajes.- digo divertida mientras miro mi nuevo tatuaje.

El tatuaje lo había visto hace muy poco en una página de tatuajes y lo cierto es que no es muy grande. Es un mapa del mundo, solo con el dibujo de los lados, sin contorno.

-Lo mismo digo.- dice Sam.- Yo estaba muy contenta solo con el diamante.- dice divertida.

Aunque no se le vea mucho, Sam tiene tatuado un diamante en uno de los lados de su pecho un diamante que tampoco es muy grande.

-¿Entonces cual es el problema?- pregunta Gerard.

-Pues...- digo divertida.- Se me hace raro tener otro tatuaje.

***

Salgo del coche en cuanto Sam quita las llaves del contacto y coloco bien el vestido que llevo puesto mientras caminamos hacia la entrada.

-Después deberíamos hacer una foto.- digo divertida.- Nunca hemos estado tan arregladas las cuatro juntas.

-Cierto.- dice Raquel. Todavía recuerdo las sesiones fotográficas que había hecho con ella hace unos años. 

Raquel abre la puerta para que nosotras entremos antes que ella y yo soy la primera en entrar.

-¡Hola, chicas!- dice una chica saliendo de detrás de una mesa de cristal.- Supongo que vosotras sois las chicas de la boda- hace una pausa y se acerca a mi- y tu seguramente eres la novia, ¿no?

Sonrío y suelto una risa floja.- No, la novia es mi mejor amiga.- digo sonriendo.- Yo todavía no tengo planeado casarme.- digo divertida.

Todas reímos y la chica me da dos besos.

-Bueno, chicas. Encantada de conoceros a todas, yo soy Amanda y creo que venís a por unos vestidos blancos que, sino recuerdo mal, son para una sesión fotográfica, ¿no?

Asiento con la cabeza y todas seguimos a la chica por un pasillo largo con vestidos que parecen ser de dama de honor.

-Creo que no estoy segura con los vestidos de dama de honor...- dice Nicol haciendo que todas nos giremos.

Cuando me giro, veo a la pelirroja con un vestido corto de color amarillo suave entre sus manos que seguramente termine siendo nuestro vestido el día de su boda.

***

-No puedo creer que hayas comprado otros vestidos.- digo divertida.- Te vas a quedar sin dinero con todo lo que te estás gastando en la boda.

Nicol deja las tres fundas con los vestidos nuevos en el maletero del coche y sonríe.

-La boda la pagan nuestros padres.- dice la pelirroja mientras entra en el coche.

Guardo los vestidos blancos que habíamos venido a recoger para la sesión fotográfica antes de que Sam guarde los zapatos de tacón nuevos para las damas de honor y para ella.

-¿Hacemos una foto?- pregunto cerrando la puerta del coche.

Las chicas asienten con la cabeza y coloco mi móvil bien para que salgamos todas en la foto.

-¡Espera!- grita Sam.- ¿Decimos Pelirroja?

Todas reímos.

-¡Pelirroja!- gritamos todas al unísono cuando la cuenta atrás de la cámara termina.

***

-Bella para un perro mirando por la ventanilla.- dice Sam mientras ríe.

-Ja ja ja.- digo mientras sigo contemplando el paisaje.

Quedaban quince minutos como mucho para llegar a la playa y todo era realmente precioso. Por eso, quería observar cada uno de los rincones del paisaje que podíamos ver desde el coche mientras Gerard conduce.

-¡Sonríe!- dice Sam con una sonrisa.

Giro mi cabeza para mirar el objetivo de la cámara y sonrío antes de volver a girarme y seguir mirando el paisaje.

Es como uno de esos momentos de película en el que la protagonista va sentada en la parte trasera del coche, con los pies apoyados en el asiento de delante y con la cabeza fuera de la ventanilla mientras observa el paisaje.

Gerard no tarda ni diez minutos en llegar a la playa y, en cuanto apaga el coche, soy la primera en salir de este.

-Deberíamos hacer algo divertido cuando lleguen los chicos.- digo con una sonrisa mientras espero a que las demás salgan.

-Yo sé de una playa que no queda lejos y que hacen actividades.- dice Gerard mientras saca su mochila del maletero.

-Podríamos ir a esa.- dice Nicol abrazándome por detrás.

-Es una buena idea.- digo sonriendo.- Pero ahora deberíamos disfrutar de esta tarde.

Me tiro encima de Raquel para que me lleve a caballito y la chica empieza a correr conmigo por el paseo de madera que hay hasta la playa.


Viviendo Con Mi Ex.Where stories live. Discover now