#21 - QUE ANGUSTIA LA DE LOS MAL CORRESPONDIDOS.

1.7K 51 2
                                    

Se siente amargo. Simplemente no me pasa este trago, y sin embargo tengo que aguantarme el tan intolerante sabor de "te ofrezco mi amistad". Parece una realidad construida en mentiras que tarde que temprano se va a derrumbar quedando solamente la verdad. Simplemente no creo que ame a su novio, me parece una respuesta evasiva antes que afirmativa. Lo sé, lo veo en sus ojos, sé que de no tener ninguna relación no hubiera dudado en dame una oportunidad. Pero desgraciadamente parece que a los verdaderos "amor de una vida" nos toca sentarnos a esperar que nos descubran amando en silencio.

Hace más de 15 días que traigo esta angustia que me carcome los huesos hasta provocarme insomnio, no creo que me muera de amor, pero se siente como si te estuviera muriendo. Y aún más me mortifica que me haya pedido que hiciera lo posible por no acercarme a ella a menos de que fuera necesario.

-No es que sea grosera, no es eso en serio, -respondió ante mi cuestión de porque no quería que me acercara a ella como antes, -es solo que si nos seguimos tolerando esto, vamos a terminar lastimados.

-Oye, pero tonto no soy, si te entiendo. Ya te dije que respetare tu decisión, pero se me hace extremo que me pidas que ni siquiera me acerque a ti, negándome casi incluso la amistad que según me ofreciste.

-Es que entiéndeme Demián, no sé cómo manejarlo, -se mordió los labios suavemente, -te ruego que intentes entenderme.

-¿Pero cómo te atreves a pedirme que entienda algo que ni siquiera tú entiendes de ti. -Respondí un tanto extrañado.

Así que aquí estoy, mirándola de lejos mientras ella come con esa cosa extraña a su lado: su novio, y yo intento pasarme un pedazo de sanwich pensando en cosas bonitas como que me detectan un tumor maligno que me llevara a la muerte y ella al enterarse llora porque a pocas horas de mi muerte descubrió que yo soy el amor de su vida y quiere casarse conmigo, y obviamente ya es tarde...

-La verdad es que ya me convencí que a mí jamás me hará caso, -interrumpe mis pensamientos una voz poniendo una mano sobre mi hombro. Es Iván. Salta el pequeño cerco de arbustos y de inmediato está a mi lado, acerca una silla y se sienta a mí lado. -y de verla con el tipo ese, hubiera preferido que, aunque sea te partiera el corazón a ti. -Me mira con una sonrisa burlona. -¿O si te lo partió?

-¿Nunca te ha pasado que te mandan al dentista como a esta hora porque de manera extraña tus dientes se estrellaron sobre el puño de alguien a quien fastidiabas? -Le dije levantando el puño cerca de su barbilla al tiempo que terminaba de masticar el bocado.

-Ah vamos, -ríe nervioso, -estoy bromeando, pero eso de que me caías mejor para verte a su lado es verdad. Pero esa Zoé es más complicada que hacer gárgaras boca abajo. -Suelto una carcajada que me hace escupir el trago de agua.

-Que ocurrente eres. -Sigo riendo mientras intento secar la mesa con las servilletas.

-Eh, Demián mira, -me señala con la mirada hacia Zoé, -volteo a verte discretamente. -Hubieras hecho como que te ahogabas o más intenso, el muerto, a ver si siente algo de cariño, preocupación o lastima y corre hacia acá.

La veo un momento, me mira. Vuelve a ver a su novio. Suena el timbre. Me dejo caer en la silla un momento aconsejándome a mí mismo que no insista.

-Vamos hombre, -me dice Iván dándome la mano, -al salón que hoy toca tu materia preferida.

-¿Cómo? -Pregunto confundido.

-Literatura.

-Ah, sí. Es verdad. -Le respondo con poco animo mientras se aleja.

Veo a Zoé ponerse de pie y recoger la basura de su mesa. El tipo la toma por el brazo y camina de la mano con ella acercándose hacia mí. Intento ignorarlos pero me pongo nervioso. Rayos debí irme con Iván, me veo muy obvio aquí, stalkeandola en su presencia. Se detienen frente a mí.

POEMAS PARA ZOÉWhere stories live. Discover now