#20 - ME PROVOCAS AMBIVALENCIA.

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-Uggrrr... -Se escuchan mis gimoteos mezclados con el fuerte "plaff" de la puerta al azotarse.
Tengo mi bolso empapado al igual que todo el cuerpo, el cabello hecho un desastre, y los dedos de mis pies parecen peces en una pecera. El shock se intensifica cuando levanto la mirada después de examinarme hasta los pies y me veo frente al espejo que está en la entrada de la casa. Si hace seis meses me hubieran dicho que iba a entrar por esa puerta convertida en un zombi jamás le hubiera rogado a papá que lo instalara en la entrada.

-Zoé, tienes un espejo en tu cuarto, en el baño, en la sala y hasta en tus bolsos y carteras, ¿para qué quieres otro en la entrada principal?

-Porque la vanidad de una mujer temerosa como yo no tiene límites, -reímos.

Y si, convencí a mi padre de que la entrada de la casa era un lugar excelente para ese espejo. En estos momentos me siento arrepentida. Estaba hecha un monstruo y más fría que un pecador. Y todo gracias a ese uggrr...

-¡Demián! -grite frente al espejo. -¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿cómo?

En realidad no fue él, pero a las mujeres nos encantan los culpables que mitiguen nuestras desgracias. Lanzo mi bolsa a unos cuantos metros con furia, hasta cierto punto controlada, tenía que liberarme de esta ambivalencia que me provocaba, de pronto odio que sea tan patán y a la vez... uggrrr me da no sé qué. Me quito los tenis con rapidez para lanzarlos contra el piso, lanzo uno, lanzo el otro, me quito los calcetines con el mismo enojo, el último lo estiro con más furia. Mejor que lo paguen ellos y no mi cuerpo somatizando. Me vuelvo a mirar frente al espejo retorciendo el calcetín exprimiéndolo hasta que quede seco.

-¿Nunca dejas de ser cursi? -dramatizo frente al espejo ese momento. -¡Ja! Mejor debí preguntarte ¿nunca dejas de ser patán? -Y se te ocurre decirme "nunca dejas de fascinarme". ¿Pero cómo voy a facinarte Demián, cómo? Si de segur...

-Bueno, igual y le gustan greñudas, -me interrumpe una voz. Volteo lentamente, todo se pone en pausa ante mi obra de teatro. Es mamá. -Porque razón tienes, te vez fatal, ah pero a un hombre enamorado le gustas hasta recién levantada después de días de desvelos y te piropea hasta las ojeras. -Añade sonriendo mientras se seca las manos en el mandil que le hicimos papá y yo para un 10 de mayo y que lleva escrito: "Mamá siempre tiene razón, sonríele".

-¿Pero desde qué momento estas allí? -Le pregunto aun inmóvil.

-Desde que un muchacho muy guapo y atento como todo un caballero te dejo en el portón de la entrada. -Me dice señalando con sus dedos índices el letrero del mandil.

Retrocedo espantada, pego mi espalda a la puerta de entrada y me dejo caer suavemente escurriéndome hasta sentir el piso. Me arde la cara de vergüenza.

-Juwwmmm... ¡mamá! -Me cubro el rostro con las dos manos ocultándolo entre las rodillas.

La miro de reojo entre los espacios de mis dedos y me sonríe acercándose. Gimoteo nuevamente y estiro los pies mientras ella se escurre por la puerta para sentarse a mi lado e intenta quitarme las manos del rostro.

-¡No! -Respondo usando mis manos como mascara. Afuera la lluvia sigue aún más fuerte.

-A ver señorita, basta. Qué ha pasado, necesito claridad en el berrinche.

-No es berrinche, es frustración.

-Son parientes, -lo dice con una ironía que me hace sonreír despojándome de la máscara de dedos.

-Ash tú, déjame. -Le digo bromeando.

-Qué ha pasado, cuéntame. -Fija sus ojos en mí.

Así es, me da miedo, terror o cualquier cosa que te haga sentir indefensa. Sé que aunque salga corriendo a esconderme a mi cuarto e inverne por meses en él, o la deje de ver por años, el día que la vuelva a tener de frente volverá a hacerme esa pregunta que no acepta mentiras, sino que exige la verdad de todo: "Qué ha pasado, cuéntame". Lo siento como un eco en lo profundo de mis hemisferios cerebrales, me retumba como un sonido de alarma y la veo a los ojos parpadeando muy confusa y ella esta inmutable con una sonrisa en los labios mirándome fijamente. Intento evadir.

POEMAS PARA ZOÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora