Capitulo Especial

26 2 0
                                    

CAPITULO ESPECIAL

MARGERY

-Un mes después-

— Debes tomarte una pastilla cada día a partir de ahora por tres meses. — me explica el doctor italiano que me atendió todo este tiempo — Pasados ese plazo de tiempo estarás libre de toda la droga de Diego Santander.

Asiento en silencio, mirando mis manos, pálidas y ásperas, con algunas cicatrices entre mis dedos de todas las inyecciones que me puso ese desgraciado en su laboratorio.

Un recuerdo constante de todo ese infierno que viví.

Siento al doctor salir de la habitación en silencio, dándome mi espacio.

Hoy me dieron el alta para poder irme de este lugar, pero sigo sintiendo que todo esto solo es un sueño y que el día de mañana voy a despertar de nuevo en la cama de Diego, entregándole mi cuerpo al diablo para que deje de torturarme en el laboratorio y solo torturase mi dignidad con ese acto.

Las pesadillas no me dejaran dormir por un tiempo largo mientras supero todo lo que viví este año, mientras lucho con los pensamientos suicidas que no hacen más que repetirme que soy un asco y que no merezco estar viva.

Ese ataque en el cementerio no había sido el primero, pero si el más fuerte de toda mi mierda.

¿Cómo van a convivir conmigo sin verme con lástima luego de todo esto?

Abrazo mis piernas con cuidado de no lastimar mi brazo donde estuvo el suero todo este tiempo, mirando por la ventana más allá de esta mansión, donde veo un campo interminable de verde con árboles que me recuerda a mi antigua casa, la que tuve antes de mudarme junto a James.

En esa casa fui feliz ¿Por qué no pude quedarme para siempre en ese instante, en esa vida?

El recuerdo de haber visto a mi hermano suplicarme vivir cuando estuve a punto de rendirme en el laboratorio solo me hace preguntarme si en realidad estoy viva y esto no es solo una ilusión. O si en realidad no morí en el laboratorio por todas las drogas.

Muchas semanas tuve alucinaciones por las drogas de Diego, vi personas que ya no están y escuché cosas que no son ciertas ¿Cómo puedo estar segura que no estoy de nuevo allí, sola, sin nadie que se interese por mí?

Escucho la puerta abrirse, pero no me giro a ver de quién se trata. No tengo fuerzas para interesarme en quien viene a verme, al fin y al cabo que hoy me voy con mis dos mejores amigos a España, a intentar vivir una nueva vida dejando todo esto atrás.

Hace dos horas Sam me dijo algo sobre una terapeuta que la ha ayudado y no le da antidepresivos o que la juzga por lo que siente, tal vez hable con ella para borrar o superar todo esto que viví. Y lo hago porque sé que ni Sam ni Gregor estarán preparados para escuchar toda la verdad. Ellos no merecen sufrir por mi carga.

— Es un milagro encontrar a Margery Bolton en silencio. — escucho su voz, detrás de mí, erizando todo los vellos de mi cuerpo mucho antes de girarme en su dirección con la sorpresa grabada en mi rostro.

No pensé que vendría a verme, es más, creí que todo lo que escuché y vi en ese cementerio había sido producto de mi imaginación para olvidar el rechazo que recibí de él en la celda, pero está aquí, vino a verme cuando no tiene ninguna necesidad de hacerlo.

Ya no está ocultando el color de su cabello, lo trae corto y debo admitir que se le ve hermoso. El rubio le queda bien, pero su estilo natural es lo que realza su encanto, es lo que me recuerda esa noche que nos capturaron cuando vi por primera vez al que llamaban demonio tambalearse por una simple niña que estaba cuidando.

Enamorada del CEO ImbécilDove le storie prendono vita. Scoprilo ora