Capitulo 55

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CAPITULO 55

SAMANTHA

Le entregamos la información que pudimos obtener de Steve a Giovanni antes de salir de Río. Por suerte esa misma noche muestro jet estaba llegando al país para irnos al día siguiente y no pasaríamos más tiempo junto a esas pirañas.

Quería quedarme a preguntarle a James toda la mierda que le están haciendo a mi mejor amiga, pero no quise seguir arriesgándome con la presencia de Diego en el hotel, al ser bioquímico se va a asegurar que sus perros no sean envenenados y por más que haya borrado el suero en Steve con ese segundo trago, no quisimos tentar a nuestra suerte.

Ahora estábamos en Nueva York, en la oficina de Gregor, solucionando un problema desde que aterrizamos en el aeropuerto. Ya mi prometido tenía la vena brotada en su cuello por estrés, porque los encargados de la fiesta le llegaron por ayuda para la decoración ahora que su decorador había sufrido un accidente de último minuto y la celebración es mañana.

Verlo al borde de la ira ciega me causaba risa, y también ver a sus trabajadores correr como hormigas por todo el edificio aterrados de la persona que conozco como dulce y paciente y que ellos ven como un ogro. Me demuestra lo importante que es Gregor aquí y me siento orgullosa de todo lo que ha logrado.

— ¿Por qué no dejan la decoración simple? Es absurdo tener tanta algabarabia. — pregunta a nadie en específico, dejando el número de algunos de los mejores decoradores de la ciudad — Gastan demasiado dinero en idioteces.

Reí a carcajadas, ganándome una mierda de muerte de su parte.

— Esto es serio, Samantha. — gruñe, mostrándome los papeles de su escritorio — ¡Quieren cambiar el menú!

Me bajé de la mesa, sosteniéndome el abdomen por la presión de mis carcajadas ahogándome. No puedo con tanto, de verdad, traté de lucir indiferente y ser el apoyo que necesitaba, pero cuando está sufriendo con algo tan absurdo como sus empleados me gana la risa.

— Es que sufres por cosas estúpidas. — me carcajeo, mirándolo al borde de las lágrimas — Solo acepta lo que dicen y ya.

— ¿Quieres ver un payaso en medio del salón? Porque es una de sus propuestas para distraer a los hijos de los asociados. — dice con una ceja elevada, mostrándome el papel con esa solicitud.

— ¡Joder! — reí con fuerza, caminando fuera de su escritorio con una mano sobre la pared — Voy a tomar un poco de aire.

— No vayas muy lejos. — pide con un suspiro, arrojando el papel en su mano, en forma de bola, a la papelera.

Salí de la oficina con una amplia sonrisa, cerrando la puerta a mi espalda mientras miro a mí alrededor con curiosidad. Al ser el jefe le pertenece todo este piso, solo compartido con algún que otro socio mayoritario y la sala de juntas. Su secretario, Jordan, me prometió darme un tour por la empresa si así lo deseaba; pero no estaba en su puesto de trabajo junto a la puerta de la oficina.

Caminé con la mano en los bolsillos de mi sudadera, saliendo a ciegas por los pasillos del piso, viendo las pinturas minimalistas y abstractas en las paredes del lugar. Ciertamente no sé si sea obra de Gregor o de su padre, pero todo esto se ve increíble.

Incluso hay unos cuantos espejos de cuerpo completo en algunas secciones de pared que te permiten ver tu atuendo sin problemas antes de entrar a una reunión.

Yo, probablemente parezco una mujer fuera de lugar en este edificio. Mientras Gregor vino con su camisa negra con los botones abiertos y un pantalón del mismo color que lo hacía lucir como el dueño de todo esto, que es así, yo me decanté por una vestimenta sencilla. Amarrando mí cabello en una coleta alta, con un pantalón ajustado de color negro, un top de color rojo y una sudadera negra con el cierre abierto en el centro. Y mis tenis blancos tenían algunos muñecos en las trenzas que me recordaron a Vivianne y no pude dejar de usarlos.

Enamorada del CEO ImbécilOù les histoires vivent. Découvrez maintenant