Capitulo 25

81 2 0
                                    

CAPITULO 25

SAMANTHA

El jefe de Gregor le asignó una guardia a Margery en el hospital esa misma noche, alegando ser una orden del tío de Steve, que trabaja en la policía, para no levantar sospechas sobre sus movimientos en el pueblo.

Al parecer el hombre terminó ciertos asuntos externos al caso de Margery y ahora está centrado en tratar este problema con el mayor cuidado posible, o eso me explicó Gregor cuando me dejó en casa de mis padres prometiendo volver en la mañana para acompañarme al instituto y luego ir a ver a Margery.

Cuando intentamos verla en la tarde nos indicaron que se encontraba en shock, con la mirada perdida en la ventana y esperaban que pudiera regresar al día siguiente. No supimos nada de James en lo que restó de día y sus padres fueron a buscarlo con Steve preocupados. Cecilia tuvo que viajar con uno de sus hijos por su propia salud y nos enteramos que los Strauss tienen permiso de ser responsables de mi mejor amiga, cosa que no le gustó a Gregor.

Hoy tengo esperanza de verla despierta, de poder hablar con ella y ayudarla a continuar. Además que ya hoy debería recibir los resultados por parte del doctor y mis nervios están al límite.

Bajé al comedor en silencio, sentándome junto a mis padres como cada mañana cuando están aquí, tomando la comida insípida de mi madre y desviando la mirada de mi padre para no sentir su juicio sobre mí.

Una mañana más en casa de los Harris.

— Katherine llamó hace unos días, espero que no le hayas contestado. — dice mi padre, para romper el silencio en la habitación, viéndome con el ceño fruncido tomando una tostada de pan.

— ¿Mi hermana llamó? — pregunto sorprendida, comenzando mi acto de mentiras.

— Esa mujer ya no es tu hermana. — me regaña mi madre, mirándome molesta. Bajé la mirada con tristeza — A partir de ahora llámala por su nombre.

¿Les habrá dicho lo de su bebé, lo de su futuro esposo? ¿Por qué no pueden estar felices por ella, por lo que ha logrado?

— Samantha. — me llama mi padre, sacándome de mis pensamientos, lo miro con expresión neutra y me frunce el ceño, juzgándome — ¿Cómo le dirás a partir de ahora?

— Katherine. — respondo con seguridad, sin bajarle la mirada.

Mi madre a mi lado asintió conforme ¿Acaso no le duele hablar así de su propia hija? ¿Qué clase de madre es esta mujer que se puede expresar así de sus hijas sin ningún remordimiento?

— Ahora otro tema que me gustaría tratar. — dice mi padre, sorprendiéndome.

Normalmente él no habla más allá de un tema por comida.

— Gregor Castilla ¿Qué estaba haciendo en mi casa sin notificarnos cuando estabas sola? — pregunta directamente, sorprendiéndome.

Había olvidado a los malditos vecinos que le lamen las bolas a mi padre para que los salve en cualquier juicio. Me relajé tanto los últimos días con la llegada de Gregor y pudiendo dormir con él en dos ocasiones que no pensé en esos idiotas.

— Vino a visitarme. — respondo en voz baja, mirando mi plato arrepentida — Acababa de llegar y vino a verme.

— ¿Por qué no está estudiando? — pregunta de nuevo, arrinconándome.

¿Acaso descubrió mis mentiras?

— Sus padres lo cambiaron de instituto, o eso me dijo él. — respondo con un encogimiento de hombros.

No puedo ir a ciegas ahora que no conozco la información que pueda tener en su poder que pueda usar en mi contra. Debo ir con cuidado y midiendo cada una de sus palabras para tejer mis mentiras como mejor sé hacer.

Enamorada del CEO ImbécilWhere stories live. Discover now