Capitulo 22

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CAPITULO 22

SAMANTHA

Escuchar de los labios de Gregor todo lo que le pasó no es igual a imaginarme lo todas esas semanas sin verlo. No puedo siquiera imaginar el tamaño de las heridas que tiene en su cuerpo con lo que me dijo, desde que llegó lo tiene cubierto con chaquetas de cuero o camisas de manga larga, no quería pensar que fuera por algo más que un nuevo estilo.

No puedo dejar de verlo de reojo mientras vamos en camino a su antiguo departamento para encontrarnos con sus padres, él está tratando de estar tranquilo pero la tensión en sus manos no es normal y es por eso que estoy sentada en el asiento del copiloto desde hace veinte minutos — sí, ha alargado mucho la llegada —, pensando en las mentiras que le diremos a sus padres y a Margery.

No estoy orgullosa de mi talento, pero justo ahora es muy necesario usarlo para ayudarlo a salir de este lío. No puede nombrar a su nuevo jefe, no tengo que estar en ese mundo para saber que si lo hace muere, tengo que estar centrada en eso para no desfallecer en mi mentira. Sí, me dolerá mentirle a la familia de Gregor que me ha tratado como una hija más todos estos años, pero más me va a doler perder a Gregor por una negligencia mía.

— Margery está cambiando. — dice Gregor, mirando con el ceño fruncido a la carretera. No había hablado en todo el rato luego de su confesión, supongo que ya está listo para hacerlo.

Lo miro confundida.

— La vi hoy en el instituto, algo dentro de ella está cambiando. — explica.

Pienso en la chica risueña que he visto en los pasillos del instituto y no puedo imaginarla cambiando, todos estos años ha sido la misma ¿Acaso nos miente?

— ¿Crees que sea algo malo? — pregunto preocupada.

— No. — responde con un suspiro — Creo que finalmente está encontrando su camino luego de la muerte de Max.

— El asunto con el acosador tampoco ayuda. — digo con una mueca, recordando las fotos en su casillero — Ese tipo está obsesionado con su dolor, le dice "Bella muñeca rota".

— No creas que voy a dejar eso así. — promete con una mirada oscura que no le había visto nunca antes — Yo me haré cargo del sujeto cuando pueda hacerlo.

Estaciona el coche dentro del edificio donde vivía antes del secuestro, el guardia se acerca con el ceño fruncido para preguntar sobre cómo entró, pero la cara de cabreo de Gregor al abrir la puerta lo callaron. Puede tener un aspecto diferente, pero el chico Castilla es reconocible a donde sea que vaya.

Me bajo con cuidado, dejando mis cosas dentro del coche, y guardo las manos en los bolsillos de mi suéter deportivo que me dieron en mi última pasarela. Tengo una camisa escotada en mi ombligo debajo, pero aún no me siento lista para mostrarla.

— Pamela y Héctor Castilla me esperan. — le indica Gregor al guardia, mientras caminamos a los ascensores del estacionamiento para ir con sus padres.

El sujeto no hace amago de preguntar, solo levanta el teléfono anunciando nuestra llegada y le da acceso a Gregor para entrar al ascensor. Me miró unos minutos de más cuando entramos, supongo que con miedo que me haga algo.

— ¿Por cuánto tiempo debes tener ese aspecto? — le pregunto en voz baja, cuando comenzamos a subir a su departamento — Muchos creen que eres un criminal.

— Hasta que regrese a España. — dice en Español, con ese hermoso acento que me acelera el corazón — Uno de los culpables de mi secuestro está aquí y no quiero que sepa que sigo con vida.

— Entiendo. — respondo con un suspiro, mirando al suelo del ascensor con el ceño fruncido — ¿Habrá policías con tus padres?

— Lo más probable. — responde aburrido — Tal vez un detector de mentiras también, por asegurarse de la verdad y todas esas estupideces.

Enamorada del CEO ImbécilWhere stories live. Discover now