62| Escapar

625 113 133
                                    

Juliana fijó sus ojos en la comida que Kaz había servido, estaba en un tazón y cualquiera que se animara a comer podría servirse con facilidad, pero nadie se atrevía a hacerlo.

—Oh, deberíamos comer —Juliana le dio un codazo a Ivory—. Los bebés necesitan crecer sanos y fuertes.

—¿Bebés…? —Kaz levantó su mirada.

—Yasha está esperando un bebé, ambos deberían tener más o menos los mismos meses —dio la noticia—. Coman para que sus bebés sean sanos.

Juliana les sirvió a ambos, después Ivory suspiró e hizo lo mismo con ellos. Kaz miró a Yasha unos segundos antes de sonreírle y preguntar cómo estaba, el pequeño omega estaba pálido, pero pronto se calmó y emitió un trémulo gemido que Kaz interpretó como no querer hablar. Lo respetó al entenderlo y se digirió hacia Juliana, quien ya estaba comiendo.

El radio de Ivory sonó, todos le prestaron atención al sonido.

—Permítanme.

—Ah, yo…

—Yasha —el alfa acarició la cabeza del omega—. Espera aquí, Juliana es una compañera confiable, de no ser porque es media cabeza para unas cosas y malhablada yo te podría decir que es la única persona en la que confío ciegamente para que te puedas quedar con ella, pero es tan torpe que no lo hago. ¿Puedes esperar un poco junto a Kaz? Él también es omega como tú y parece más confiable. Te prometo que son buenas personas.

Yasha asintió con timidez.

El alfa salió a la segunda llamada y los dejó a los tres, el silencio fue incómodo.

—¿Qué fue lo que hablaste con ese hombre? —Juliana no perdió el tiempo, necesitaba saber con exactitud qué era lo que Kaz había hecho durante las tres semanas en Cedra—. Confío en ti, pero en ese bastardo no.

—¿No deberíamos esperar a que regrese Ivory? Si lo trajiste fue porque confías en él, ¿no?

—Sí… Lo conozco desde mis diez años y nos mantuvimos juntos desde entonces. Pero él decidió subir de puesto y dejó nuestra unidad, no sé qué puesto tiene ahora, pero antes era un Senador.

—Ma-Mayor… —Yasha musitó, muy bajito.

—Ya veo, entonces sigue teniendo un buen puesto, podría ser útil con la información. En fin, es un gran amigo, podría llamarlo hermano, pero eso significa admitir que tenemos la misma sangre y eso sería una terrible falla genética de mi parte.

Kaz y Yasha se rieron un poco, Juliana también sonrió feliz de que el ambiente se hubiera relajado. Hablaron entonces de lo diferente que era Ciudad Cedra,

—Ha sucedido un percance allá afuera —Ivory volvió tras pasar unos quince minutos—. Y seré franco, ¿qué planean ustedes dos? Primero llegas y te haces pasar por beta —señaló a Kaz—. Y después llegas tú y buscas específicamente a este chico. ¿Qué relación tienen y por qué están en Cedra?

—¿Si te digo vas a traicionarme y vendernos?

—Lo haría, pero dudo que valgas algo.

Juliana resopló, harta de que la hermandad con Ivory siguiera intacta.

—Todo menos eso —Ivory se sentó de vuelta—, intento comprender la situación. Nuestro gobierno ya no existe y ahora sólo nos limitamos a saber lo que Alfa quiere que sepamos. Ustedes vienen de allá afuera y estoy seguro de que un omega no la tendría fácil, y ese auto… ¿quiénes te trajeron?

—Estoy buscando a mi Alfa —respondió Kaz—. No sé en dónde está, pero desapareció cerca de las fronteras y con eso la Jungla se volvió peligrosa. Los infectados estaban controlados por él, pero ahora que su presencia se disipó…

La Caída de CedraOù les histoires vivent. Découvrez maintenant