La Caída de Cedra

60| Ciudad Cedra

La mañana llegó cuando Cassian tocó la puerta y les indicó que no había peligro, pues al parecer los Nivus no habían notado la presencia de ningún otro humano, pero no debían bajar la guardia. Kaz esperó paciente por noticias nuevas y su corazón se sumergió en agonía cuando Keshan le informó que Tom seguía desaparecido. Otra cosa que lo mantenía furioso era que Raven había utilizado el ataque de los Nivus para escapar.

—Es buen momento para ir a Ritan, alisten sus cosas, partiremos hoy mismo.

Un impulso nació desde lo más profundo de su irracionalidad, era una locura, pero Kaz estaba dispuesto a todo con tal de encontrar a Tom. Alistó sus cosas tan rápido que pronto ya se encontraba saliendo por la ventana. Llevaba tiempo pensando en hacerlo, pero se había quedado un poco más debido a lo ocurrido con Juliana y ahora que estaba bien podía irse sin preocupaciones.

—Vamos, Alary —el cachorro corrió a su par—. Iremos a buscar a Tom.

Su subconsciente le dijo que era una terrible idea, pero más fuerte fue la necesidad de querer encontrar a su alfa que pensar en su propia seguridad. Por eso mismo corrió en la misma dirección en la que Tom había partido hacía tres días y no miró hacia atrás.

Corrió tan rápido que no tuvo tiempo para pensar en lo que hacía, mucho menos en recaer en la nula información que tenía sobre Tom. Nadie quería buscarlo, nadie quería ir a cerciorarse de que estuviera bien, para los infectados era normal y poco les importaba, pues no querían morir y por más que Kaz hubiera creído que eran unidos, lo cierto es que sólo se habían quedado León, Doug, Mark y Anthony.

Cameron y Edgar desde un inicio les habían dicho que no los dejarían solos, pero que no podrían cuidarlos como lo haría Tom.

Dobló una esquina, queriendo caminar para no gastar sus fuerzas.

—¡Kaz!

—¡Mierda…!

Cassian corrió detrás de él y en cuestión de minutos ya lo había atrapado y lo arrastraba de vuelta a la ciudad. Kaz se removió como un gusano, pero fue inútil, el alfa tenía demasiada fuerza.

—¡Suéltame! ¡Joder! ¡Suéltame!

—No —gruñó el alfa—. Estás loco, ¿qué demonios piensas hacer allá afuera?

—Encontrar a Tom, eso haré.

—Su presencia desapareció, ¿entiendes eso? Significa que dejó de sentirse y eso sólo puede ocurrir de tres formas, según Luther; yéndose lejos de aquí; entrando en un sueño profundo; y ocultándose. Algo debió de haber pasado para que él desapareciera junto a Garret y si ellos no pudieron controlarlo, ¿qué te hace creer que tú sí? Nada te asegura salir ileso y estás esperando a Stelle.

—¡Tú no lo entiendes!

—Lo hago, por amor a Dios —Cassian sujetó sus hombros—. Si perdiera a Keshan también me volvería loco, mierda, te juro que haría lo imposible para llegar a su lado, pero tú estás esperando un bebé, ¿sabes lo que significa? —Kaz negó, se le habían acumulado las lágrimas en los ojos—. Significa que, si Tom nunca regresa, esa niña será lo único que te habrá quedado de él.

—Mi marca quema —Kaz se destrozó—. Me arde y me quema, no lo soporto. No soporto la sensación de estar ahogándome conforme el ardor se vuelve más y más intenso. Me ahoga. Tom se está alejando: Nuestro lazo se está rompiendo.

—Kaz…

—Necesito a mi alfa, por favor… Déjame ir. Necesito buscarlo, encontrarlo.

—No puedo dejar que pongas tu vida en peligro. Escucha, Kaz Decon —Cassian atrajo su atención—. Sobreviviste por 20 años a una de las mayores desgracias de la humanidad por tus propios medios. Tom es un infectado y eso significa que, por más fuerte que sea, no es invencible, así y pueda regenerarse o vivir muchos años siempre existirá la posibilidad de contrarrestarlo. Sabías que estar a su lado implicaba perderlo así como has perdido a muchas personas. Perder a tu alfa es el pan del día a día, así son las cosas ahora. Todos mueren de la manera más horrible o absurda que te puedas imaginar y es momento de los humanos comiencen a recuperar lo que perdieron, es la ley de la vida. Reacciona. No pierdas la cabeza a estas alturas.