5| Gruñido

2.6K 371 117
                                    

Ni veinticuatro horas habían pasado cuando Kaz se encontró con su segunda mayor tragedia en toda su vida. Noelia y July estaban paradas en la entrada de su cuarto y veían lo que tanto había querido ocultar, lo sabía sin necesidad de preguntar por qué gritaban.

—Pu-puedo...

—¿Desde cuándo tienes a un dios griego en tu cama?

—¿Le pintabas los cuernos a Garret?

—¡Oh!

¿De qué hablaban?

Kaz se acercó con timidez, su corazón le latía en la boca y cuando hizo contacto con el infectado, él solo le dijo "Hola" con la mano y sonrió como todo un galán.

—¿Quién eres tú? ¿Eres el nuevo novio de Kaz? —Noelia pronto comenzó su entrevista—. ¿Cuántos años tienes?

—¿De qué zona eres? —continuó July.

—Chicas, esperen...

—Espera tú, Kaz. Nos ocultas a este hermoso hombre que... —Noelia se puso pálida cuando alcanzó a ver los ojos rojos del infectado y fue retrocediendo hasta chocar con su espalda—. Kaz... ese chico tiene los ojos... los ojos...

—Noe, calma, no es lo que piensas, bueno...

Sí eran lo que pensaba.

—¿Y eso es sangre? ¡Mierda!

Noelia sujetó la mano de July y comenzó a correr hacia la salida. Todo había pasado tan rápido que Kaz no tuvo tiempo para evitarlo y fue el infectado quien les impidió correr afuera.

—¿Te vas a encargar tú o lo hago yo? —preguntó el infectado.

—Espera, joder… ¡esperen!

Noelia y July se abrazaron, sus cuerpos temblaban al igual que el llanto se hacía más y más notorio. Se acercó hacia ellas y las intentó calmar.

—Chicas, no es lo que están pensando.

—¡¿Entonces qué es?! ¡Tienes a un infectado en tu casa!

—No es peligroso —incluso Kaz dudó de eso—. No es como los demás, ustedes pueden darse cuenta porque no se las está comiendo ni me ha comido a mí. Lo oculté porque…

—¿Porque si se enteran te van a ejecutar?

—Sí…

July fue la primera en echar un vistazo y chillar cuando el infectado sonrió.

—Esto es una locura, Kaz. Me voy a volver loca.

—Por favor, que no nos coma.

—No como lo primero que se me cruza por enfrente —respondió el infectado.

—Joder, y hasta habla.

—Regresemos al sofá, por favor, si van a acusarme, que sea después de escuchar lo que voy a decirles. Por favor…

—Te conozco desde que tenemos 8 años —July se limpió las lágrimas y Noelia asintió—. Quiero salir corriendo y gritar que tienes a un infectado aquí dentro, pero algo me dice que no puedo traicionar así a mi mejor amigo, casi hermano, de esta forma y me siento demente. Quiero gritar y salir corriendo y, joder… Sólo promete que no me van a sacar las tripas esta noche, promételo, Kaz.

—Lo prometo, no dejaré que nada les haga daño.

El infectado se quitó de la puerta y se alejó cuando Kaz se lo pidió.

—¿Por qué fueron al cuarto?

—Nos dio frío y sabemos dónde guardas tus cobijas, no creímos que ibas a tener a un infectado ahí guardado —respondió Noelia—. A todo esto, ¿por qué no me ha matado todavía?

La Caída de CedraWhere stories live. Discover now