¿todo el...?

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Emma

mi fantasía sexual siempre será poder dormir 24 horas seguidas– decía Vane mientras Lucía recortaba unas revistas.

Candela las estaba obligando a hacer recortes de algunas revistas para después pegarlos en las libretas que habíamos comprado durante la tarde.

–la mía... No sé, nunca lo pensé– reía Lucía mientras se sentaba en el suelo.

Vane, Cande y Lucía estaban sentadas en el suelo recortando y pegando cosas, mientras que yo trabajaba con mi iPad en el sofá , había llevado la impresora y la dejé en el suelo a los pies del sofá para poder tener acceso más rápido a las hojas.

–¿Me puedes imprimir una foto de Pablo López, por favor?– preguntó Lucía – me falta eso para completar mi página de recortes.

Reí mientras buscaba una imágen de Pablo López para poder imprimirla y mientras tanto Cande le contaba que Pablo era su Tito también y que iba a casa casi seguido a ver a Vanesa.

–igual hazme promoción con tus amigos. Estoy soltera, soy doctora, pediatra... Tengo un buen currículum, la verdad –.

–Pablo tiene novia– reía Vane.

–entonces el otro Pablo – respondió lucía.

–¿Alborán?– preguntó Vane.

Lucía asintió.

–gay– respondí – por eso yo estoy con Vanesa, porque era mi segunda opción–.

–¿Cómo que tú segunda opción?– reía Vanesa.

–claro, yo quería ser novia de Pablo, como es gay y no tenía oportunidad alguna, pues tú– dije molestandola.

–luego vas a querer que te dé de mi tarta de chocolate...– amenazó Vanesa.

Hace horas que la veía cansada, sus ojos se cerraban solos, pero aún así seguía recortando y dibujando con Candela y Lucía.

Sabía que lo hacía por la conversación que habíamos tenido con Candela, dónde me explicó que no le gustaba la idea de que Vanesa no estuviera todo el tiempo para ella y también dónde regañó porque Vanesa tenía sueño todo el tiempo. Pero ya era hora de que fuese unos minutos a descansar.

–corazón, ve a la cama– dije acercándome a ella.– yo termino esto ¿Vale?–.

–¿Puedo dormir con mami?– preguntó Cande.

–niña lista– reía Lucía mientras recortaba la imagen de Pablo.

–vayan a la cama, las despierto antes de que comencemos a hacer la cena–. Aseguré – pónganse pijama, nada de camisetas que hace muchísimo frío–.

Ambas respondieron con un "bueeeeno" alargando la letra e. Mostrándome así su descontento.

–yo te subo, vente– dijo Lucia levantándose del suelo y tomando en brazos a candela.– te sigo– seguía a Vane por las escaleras.

Me levanté, hice dos cafés y los llevé a la mesita que había frente al sofá. Se venía la conversación con Lucía.

–¿Vamos a hablar?– preguntó viendo los cafés en la mesa.

–¿Cómo te has sentido últimamente?– pregunté.

Me contó todo, se sinceró tanto que terminé sentada a su lado llorando junto a ella. Nos conocíamos hace tanto tiempo que para mí era definitivamente mi hermana, habíamos estado en los momentos más importantes de la otra y también en los peores. Por eso agradecía el gesto de Vanesa, ya que en cuanto recibí su llamada sentí la necesidad de estar con ella y por mi mente había pasado volver a Madrid aunque fuese por el día.

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