Emma
Llegué a casa de mis padres, estacioné el coche y allí estaba candela mirando por la ventana, ya que minutos antes le había dicho que organizara sus cosas porque iría a por ella. Sonreí y la saludé moviendo mi mano derecha para que luego desapareciera de la ventana.
-mamá!! - gritó a penas abrió la puerta para correr hasta donde yo estaba.
-hola, mi amor - dije mientras la tomaba en brazos y entraba a la casa.
Allí estaban mis padres sentados viendo una película y cande ya tenía sus cosas en la puerta.
-espérame, enana, que debo ir a buscar unas cosas - subí a mi habitación donde me estaba quedando por las mañanas, ya que cuando llegaba del turno de noche era muy temprano para despertar a cande, así que dormía un poco allí y luego al despertar volvíamos a nuestra casa.
De allí saqué un pijama y lo dejé en la mochila de Candela para luego bajar y explicarles a mis padres la situación en la que estaba.-ya te dije yo que esa niña no estaba comiendo nada - aseguró mi madre.
Asentí riendo y fui a la cocina a buscar algo para llevarle a Vane, busqué por todos lados algo que yo sabía que tenía, pero no estaba, salí a preguntarle a candela y me confesó que se lo había comido ella en el día.
-llevale una barra de chocolate - dijo mi madre entrando a la cocina y sacando dos barras de chocolate con sal - a Vane le gusta este - aseguró.
Dejé las dos barras en las cosas de candela y salí de la cocina, me despedí de todos, para irme junto a candela rumbo a mi coche.
-¿Cuál es la sorpresa, mami? - preguntó mientras abría una bolsa de gominolas.
-la primera es que el resto de la semana no irás al cole - sus ojos se iluminaron porque lo que menos le gustaba era ir al cole - y la segunda sorpresa la verás en cuanto lleguemos -.
-¿vamos a casa? - preguntó mirando hacia la calle.
-no, no vamos a casa -.
-¿Dónde vamos, mamá? -.
-si te digo no será una sorpresa-.
-pero hoy no es mi cumple - se cruzó de brazos e hizo pucheros.
-no siempre debe ser tu cumpleaños para recibir sorpresas ¿no? - pregunté mirando hacia adelante.
-vane hoy no me ha llamado - dijo triste.
-debe estar ocupada, sabes que terminó su gira y debe descansar -.
-pero ella me dijo que llamaba todas las noches-.
-si, pero no siempre se puede -.
Se quedó en silencio mientras acomodaba a su lado un peluche de unicornio pequeño.
Estacioné en el hospital, me bajé para ir a abrirle la puerta a cande y ella al fin logró saber donde estábamos.
-pero mamá, yo no estoy malita - hizo pucheros mientras se aferraba a mi cuello.
-claro que tu no estas malita, cariño. Pero hay alguien que si -.
-¿estás malita, mamá? -.
-yo no, pero vamos a averiguar quien está malita... -
Entramos al hospital tomadas de la mano, con una mochila cada una y subimos hasta la habitación que sólo era de Vanesa. En el camino me encontré con patricia quien ya tenía la pizza, la tomé y golpeé la puerta de la habitación.
-pasaa- gritó vane.
Los ojos de candela se iluminaron y los abrió demasiado, definitivamente ya sabía de quien se trataba y no dudó ni un minuto en abrir la puerta y subirse a la camilla donde estaba Vanesa.
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ESTA VEZ SÍ
Teen FictionEn la vida de Vanesa han pasado muchas mujeres, pero ninguna como ella, como Emma, la doctora que la atendió el día de su accidente, a quién solo le bastó una sonrisa para enamorar a la cantante. Pero el pasado es un gran enemigo, los secretos duele...