Luna, Estrellas O Saturno

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             Vanesa
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Decidí no responder su mensaje y esperarla, esperar a poder hablar con ella, y contarle sobre inma, después de todo lo ocurrido hablar sobre esto con alguien que no sea Ana era necesario.

Me fui a casa y comencé a organizar todo lo que yo misma había desordenado en mis momentos de desesperación, la ropa estaba tirada por todos lados, los libros estaban todos tirados por el suelo y algunos en el sofá. Así que una vez tenía todo perfectamente organizado me fui a mi cama. Me dormí sin entrar el chat de Emma, sin pensar en qué decirle, solo quería dormir. Durante la noche desperté, una, dos, tres, hasta seis veces, daba vuelta por la cama buscando un lugar cómodo pero nada, seguía sin poder encontrar el sueño, en algún momento pasó por mi cabeza vestirme e ir al hospital, ir a verla, pero ella misma había sido clara diciendome que tenía mucho trabajo.

Cuando los primeros rayos de luz comenzaron a hacer presencia y yo estaba allí para mirarlos desde mi habitación con un café en mano y junto a Carmela y bruno, quienes esa noche tampoco durmieron por estar haciéndome compañía.
Me asomé a la ventana y mire mi coche, muchas ideas pasaron por mi cabeza,al igual que ella, ella pasaba todo el tiempo por mi cabeza, hasta que decidí moldear una idea y llevarla a terreno.

              Emma
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Con solo acercarme a la ventana pude ver que de allí venía el sonido y que alguien lo estaba provocando. Abrí la ventana y salí al balcón. Allí estaba Vanesa con unas piedras pequeñas en su mano derecha.

-hola, pecas ¿no puedes dar la vuelta y tocar la puerta? - pregunté riendo.

-esto es más romántico - respondió tirando las piedras al suelo y riendo.

-Claro, mira quien habla de romanticismo. Date la vuelta y entra con una persona normal- dije saliendo de el balcón y caminando hacia la puerta principal.

A los pocos segundos sentí su risa en la entrada acompañada de el sonido de unos pasos más pequeños.

-hola, he llegado - dijo entrando a casa y dejando una mochila en el sofá, seguido de esto entró una perrita pequeña- he venido con visita. se negaba a quedarse sola, bruno es más independiente, pero Carmela...ella no - dijo acercándose a Carmela para acariciarla.

-¿qué haces tan temprano despierta? - pregunté sentada en el sofá.

-quería venir a verte... Y ver si me dejas dormir contigo - dijo sonriendo como una niña caprichosa.

-ya que estás, no me niego-dije levantándome del sofá y tomando en brazos a Carmela para subir las escaleras con ella - no has respondido mi mensaje - dije una vez ambas estábamos en mi habitación.

-también venía a hablar de eso - respondió mientras se acostaba en mi cama.

No pude disimular la risa, porque ella sin ningún tipo de invitación ya se había instalado en mi habitación. dejando su mochila en una esquina, sacó la ropa que se pondría en cuanto despertara y la dejó sobre mi escritorio, como había llegado con pijama, solo se metió a la cama y allí se quedó, buscando una posición cómoda.

-¿y tú qué? - pregunté riendo - te he dejado dormir un día en mi cama y ya te has adueñado de ese espacio -

-es que desde ahora este será el mio, el otro tuyo, porque no planeo dejarte ir tan fácilmente - dijo quedando boca abajo.

Me acosté a su lado y quedé sentada.

-¿planeas darme un beso o te lo tengo que robar? - pregunté mirándola seriamente.

ESTA VEZ SÍ Where stories live. Discover now