¿Vane Va A Ser Mi Mamá?

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  Vanesa

Llevábamos cinco minutos metidas entre el tráfico y recién pude darme cuenta de algo.

-oye ¿me has hecho la cobra? - pregunté cruzando mis brazos.

-vane, eso ya pasó, siempre regañas tarde - reía Emma quién no despegaba la vista de la calle.

-déjame, que estoy nerviosa y reacciono tarde - reí mientras dejaba mi mano en su pierna - ¿crees que les guste para ti? En plan, bueno, pueden tener más expectativas, pueden querer algo mejor para ti -.

-¿estas jodiendo, verdad? Vane, mi madre te adora, candela, ni hablar de ella, mi padre me ha hablado maravillas de ti por móvil, cada vez que me llama me pregunta por ti y pues, ya mis hermanos son caso serio... Matilde te ama y José, pues él es él -

-¿posibilidades de que me odie? - pregunté.

-muchas. Aunque hay posibilidades de que babee por ti, eres su tipo-

-¿su tipo? - pregunté riendo.

-si, estas buena, tienes buen culo, eres muy firme para hablar y caminar y de vez en cuando puedes ser una hija de puta, entonces si, eres su tipo. Ah, y eres dominante -.

-Emma, estas dejando a la vanesa dominante en la oscuridad- comenzó a recorrer una electricidad por mi cuerpo y el calor llegó - mejor no hablemos de esto cuando estoy a punto de conocer a tu familia -.

-¿estás...? - preguntó.

-mucho, así que ahora calladas, debo pensar -.

¿Y si en serio quieren algo mejor para Emma? Porque tampoco es vida que yo me vaya de gira y ella quede allí, en Madrid esperandome. Quería ser lo mejor para ella, aunque podría ser difícil, pero lo intentaría mil veces.

-ya está, llegamos - dijo Emma estacionando el coche.

Ambas nos bajamos y busqué su mano para aferrarme a ella y transmitirle los nervios que yo tenía.

-tranquila, pecas. Si va a estar todo bien, lo prometo - susurró antes de dejar un pico en mis labios. El cual yo intensifique y la apoyé en el coche cuando el primer gemido salió de ambas decidimos que era momento de parar y continuar nuestro camino.

Entre risitas nerviosas llegamos a los asientos del aeropuerto y allí nos sentamos, ambas en silencio, hasta que sonó el móvil de Emma y era su madre quien le decía que ya tenían sus maletas e iban a salir.
Mientras mi corazón iba a mil por segundo y mis manos sudaban, Emma estaba igual, mordía sus labios y sus ojos se paseaban por todo el aeropuerto, hasta que yo misma vi un grupito salir.

-allí vienen - logre balbucear.

Y a los segundos ya tenía a candela colgando de mi cuello.

-hola princesa ¿Cómo estás? - pregunté aferrandola mejor a mis brazos.

-vanee, te hice un dibujo mientras veníamos - dijo entregándome un papel doblado - pero lo tienes que ver después - insistió a lo que yo lo guardé en el bolsillo trasero de mis vaqueros - ¿hoy vas a ir a casa con nosotras? -.

Mientras ella me hablaba yo miraba al grupito que se acercaba a nosotras, venían a paso lento pero firme, el padre de Emma, quien había hecho terapia en el hospital de allí, venía caminando muy bien, lo que me alegró bastante, mientras Míriam nos miraba a candela y a mi.

-creo que no cariño, con tu mamá debemos ir a mi casa a firmar unos papeles - confesé antes de susurrarle - pero si quieres puedes ir con nosotras -.

-¿vamos a ir a tu casa? - preguntó en voz alta.

No logré responder nada más ya que la familia de Emma estaba frente a mi con la mirada fija en nosotras.
Mientras Emma los saludaba yo dejaba a candela en el suelo y comenzaba a saludar, primero a Míriam, con quien tenía más confianza, luego me fui hasta donde su padre y aquí comenzaban las presentaciones.

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